google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Las termas romanas de Torreparedones disponían de calefacción con suelo radiante

22 de mayo de 2017

Las termas romanas de Torreparedones disponían de calefacción con suelo radiante

Para Ángel Ventura, profesor de la UCO, las termas orientales de Torreparedones «son el edificio mejor conservado de índole termal de Andalucía y puede que de España» y las califica como «una de las joyas del parque arqueológico» dado que su estado de conservación es «extraordinario».
EL sistema de calefacción ya está completamente excavado. FOTO: S.N.T. / BAENA
La pasión de los romanos por los baños públicos y que no les gustaba el frío queda patente en la ciudad íberorromana de Torreparedones. Lo constata las terceras termas halladas en la colonia, las segundas en construirse, a finales del s. I d.C., aproximadamente. Nada más comenzar la excavación salía a la luz una curiosa particularidad, según explicaba el profesor de la Universidad de Córdoba, Ángel Ventura, en la sala caliente o caldarium se ubican las taquillas del vestuario, cuando lo normal es que éstas estuvieran en una habitación en la entrada. Para Ventura esto obedece a «las condiciones climatológicas».

El frío de invierno en Ituci Virtus Iulia hacía optar a los romanos por instalar en estas termas para su calefacción lo que hoy es suelo radiante, hypocaustum para los romanos. Este sistema lo inventó el ingeniero Cayo Sergio Orata y se extendió por todo el imperio. Este sistema ya esta completamente excavado en la termas orientales de Torreparedones. Según indica el arqueólogo municipal, José Antonio Morena, «el hypocaustum era el suelo radiante que sería para calentar la sala mediante unos hornos que estaban en otra estancia, al exterior, pero conectada por el caldarium por unos conductos por los que circulaba el aire caliente».

FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA
La instalación de este sistema en las terceras termas de Torreparedones consistía en «el pavimento de la sala que era de opus sectile, formado por piezas romboidales de caliza y triangulares de mármol, que se sustentaba sobre unos grandes ladrillos y estos, a su vez, sobre unas pequeñas columnas de ladrillo o pilae», explicaba Morena. Con el fin de conseguir más temperatura, «entre los ladrillos y el pavimento se colocó una lámina de plomo por toda la superficie». El arqueólogo municipal lamentaba que «solo se ha conservado una parte del pavimento ya que tras el abandono de las termas fue expoliada la mayor parte del plomo y las piezas romboidalesy los triángulos se removieron de su lugar original» aunque apuntaba que «se han recuperado la mayor parte de ellas y se podrán reutilizar cuando se acometa la restauración del edificio».

Para Ángel Ventura, las termas orientales de Torreparedones «son el edificio mejor conservado de índole termal de Andalucía y puede que de España» y las califica como «una de las joyas del parque arqueológico» dado que su estado de conservación es «extraordinario».

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