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4 de diciembre de 2023

Aparecen 16 morteros romanos en una playa de Asturias

El Gobierno de Asturias ha recuperado 16 morteros mineros de época romana en el complejo aurífero de Salave-Lagunas de Silva, en Tapia de Casariego. Las direcciones generales de Patrimonio Cultural y de Custodia del Territorio llevaron a cabo una labor conjunta de rescate de este material, fechado en tono a los siglos I y II d.C., que ya ha sido trasladado a los almacenes del Museo Arqueológico de Asturias.
Los morteros romanos hallado en el complejo aurífero de Salave-Lagunas de Silva, en Tapia de Casariego (Asturias).GOBIERNO DE ASTURIAS

Según indican desde el Ejecutivo autonómico en nota de prensa, las labores de recuperación se realizaron el 29 de noviembre en la Ribeiría de El Figo, tras haber sido informado el Servicio de Patrimonio Cultural de la existencia de estas piezas por los geólogos Evaristo Álvarez Muñoz, Beatriz González Fernández y Eduardo Menéndez Casares.

En la Ribeiría del Figo, localizada bajo una gran zanja-canal de la zona aurífera de Salave-Lagunas de Silva, y en la franja intermareal, los especialistas localizaron más de cincuenta morteros mineros labrados sobre bloques granitoides o de cuarzo, el conjunto más importante del noroeste de la península, dado que el resto de los hallazgos conocidos se reduce a ejemplares aislados.

¿Para qué se usaban estas herramientas en el pasado?
La función de estas piezas se relaciona con el lavado y cribado de los metales pesados en las explotaciones mineras de época romana. Debido a su valor histórico y arqueológico, el Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias acordó recuperar los ejemplares de mayor importancia, lo que ofrecía dos grandes dificultades: el elevado peso de la mayor parte de los morteros -alguno de los cuales supera holgadamente los 200 kilos- y la falta de acceso directo a la cala en la que se localiza el conjunto.

Para resolver estas complicaciones, se acordó llevar a cabo la operación por vía aérea, para lo cual se articuló un dispositivo en el que participaron un técnico arqueólogo del Servicio de Patrimonio Cultural, miembros de la Guardería del Medio Natural y un helicóptero de Bomberos de Asturias, lo que permitió rescatar 16 elementos.

Los expertos valoran este hallazgo debido a que se trata de artefactos mineros bien contextualizados arqueológicamente, ya que se ubican al pie de una gran zanja-canal de una explotación aurífera de época romana que desarrolló su actividad entre mediados del siglo I d.C. y mediados del siglo II d.C.

27 de octubre de 2023

Descubren una suela de sandalia romana de hace 2.000 años en Asturias

Los trabajos de excavación en el interior de un pozo descubierto en el año 2021 en la población asturiana de Lugo de Llanera han sacado a la luz la suela de una sandalia de cuero romana de dos mil años de antigüedad. Además de conservarse en perfecto estado, los investigadores afirman que este es el único ejemplo procedente de la Hispania romana que cuenta con elementos decorativos.

Suela de la sandalia romana localizada en el interior de un pozo en la que se pueden observar los grabados que la hacen única. Esperanza Martin

Lucus Asturum (actual Lugo de Llanera, en Asturias) fue un asentamiento romano que aparece mencionado como mansio (un lugar donde los viajeros pasaban la noche durante un viaje) en el Anónimo de Rávena, un texto compilado por un cosmógrafo cristiano. Lucus Asturum formó parte de una división judicial romana perteneciente a la provincia Tarraconense y, desde época de Diocleciano, de la provincia de Gallaecia. La ciudad fue un importante centro neurálgico en la Asturias de los siglos I y IV d.C. Desde allí partía una vía romana que la unía con Cantabria y otra que llevaba hasta Asturica Augusta (Astorga).

A partir del año 2016, un equipo de investigadores, dirigidos por la arqueóloga Esperanza Martín, y con financiación del Ayuntamiento de Lugo de Llanera, empezaron a explorar un yacimiento situado en la Eria de La Castañera, una finca localizada a las afueras de la población. Ha sido aquí, en el interior de un pozo localizado en 2021, donde los arqueólogos acaban de hacer un sorprendente hallazgo: la suela de una sandalia de cuero de época romana de unos dos mil años de antigüedad.

Una pieza de calzado "única"
En 2018, los arqueólogos emplearon en sus prospecciones el sistema LiDAR, gracias al cual pudieron localizar en la zona un complejo termal en una finca contigua a la que están excavando actualmente y allí sacaron a la luz vajillas de vidrio y restos de cerámicas que, según los investigadores, se habrían fabricado en la Bética, el valle del Ebro, el sur de la Galia y en la propia Lucus Augusti.

Ahora, en 2023, el descubrimiento de esta suela de sandalia ha venido a completar todos estos importantes hallazgos. Y es que a pesar de que pueda parecer modesto, en realidad se trata de un descubrimiento único ya que la suela está decorada con círculos, óvalos y figuras falciformes. Son estas decoraciones las que la hacen realmente destacable puesto que solo se conservan veinte sandalias de época romana en Hispania y ninguna de ellas está decorada.

Y ¿cómo se quedó la suela de sandalia dentro del pozo? Según los investigadores, este tesoro de incalculable valor ha llegado hasta nosotros gracias a que a alguien que estaba trabajando en el interior del pozo se le quedó atrapada la sandalia y no la pudo recuperar. "Encontrar cuero conservado es algo absolutamente anómalo, muy excepcional", ha declarado con entusiasmo Esperanza Martín, la directora de la excavación.

Pero ¿cuál es es el motivo de su excelente conservación? Los investigadores explican que la razón fundamental es la anaxia o ausencia de oxígeno, que impide la proliferación de microorganismos lo que ha propiciado que la suela de sandalia se halle perfectamente preservada.

Preservada para ser expuesta
Además de la sandalia, los arqueólogos también han desenterrado durante la presente campaña de excavaciones jarras de época romana, un pequeño caldero de bronce conocido como acetre o sítula, restos de madera así como numerosas semillas de castañas, nueces, piñones y restos de mejillones, berberechos, ostras, almejas de río y huesos de vaca y de équidos. Todo ello ha permitido a los investigadores conocer la dieta de quienes allí vivieron.

En cuanto a la importancia de los hallazgos, la directora del proyecto manifiesta que "muchas veces la gente piensa que lo más importante son los objetos espectaculares y no lo son; muchas veces lo son este tipo de resultados; solo con la semillas ya nos dábamos por contentos. La arqueología es una ciencia humana, que trata de seres humanos, y para nosotros es realmente fundamental", dice Esperanza Martín.

¿Y ahora qué? Pues hasta que la suela de sandalia pueda ser restaurada y expuesta en el Museo Arqueológico de Asturias, esta delicada pieza de calzado se ha dispuesto en un sistema de refrigeración para evitar su degradación. Una vez restaurada, esta sencilla, pero valiosa pieza podrá contar a los visitantes la historia de cómo hace dos mil años alguien, que al parecer llevaba un calzado de calidad, descendió al interior de un pozo para extraer el barro que contaminaba el suministro de agua de su casa, y allí perdió la suela de una sus sandalias, que nunca logró recuperar. Afortunadamente para los arqueólogos.

10 de enero de 2023

Hallan nuevos restos humanos de las guerras cántabras en Suarías

Los arqueólogos amplían la cronología del yacimiento de Suarías, con al menos ocho cuerpos, armas y una ingente cantidad de animales
A la izquierda, una de las piezas de bronce del cinturón localizado en Suarías y, a la derecha, su hebilla.

La cueva de La Cerrosa-Lagaña, un conducto de unos sesenta metros situado en Suarías (Peñamellera Baja), sigue hablando de la Edad del Hierro en Asturias, ofreciendo el excepcional testimonio de un «espacio único», en palabras de Alfonso Fanjul Peraza, al frente de la intervención arqueológica realizada en la sima junto con Susana de Luis Mariño.

Liderando un equipo multidisciplinar compuesto por investigadores del CSIC y de las Universidades de Oviedo, Santiago y la Complutense, su última campaña ha sacado a la luz nuevos restos humanos (parte del cuerpo de una mujer adulta), además de «una pieza clave del que posiblemente sea el cinturón romano mejor conservado de España», cuyos primeros elementos fueron localizados en 2020.

Aquel año, de la sima de Suarías salieron cuatro placas de bronce decoradas que irían remachadas en ese cinturón y que se asemejan a las recuperadas en los campamentos romanos de la línea de circunvalación de Numancia. Pues bien: ahora los arqueólogos creen que de esta nueva pieza, su hebilla, «se suspendería la vaina de un puñal que también fue localizada entonces».

Junto a ella, acaban de aparecer recipientes cerámicos que se suman a los hallados hace dos años, aunque el material arqueológico más abundante del yacimiento es, de largo, el correspondiente a la fauna, con «una ingente cantidad de animales de toda la cabaña ganadera, además de otros salvajes como el corzo o incluso el oso, allí depositados».

Desde que el equipo comenzase a excavar en La Cerrosa, sus trabajos han revelado el uso del espacio como «un lugar probablemente ritual de la Primera Edad del Hierro (al localizar dos cráneos de mujeres jóvenes) y del final de la Segunda Edad del Hierro, al encontrar otros restos humanos y una panoplia militar única en el Cantábrico». Armas como cuatro lanzas vinculadas al ámbito indígena prerromano o al militar romano, de manera que la principal hipótesis es que estarían relacionadas con las guerras cántabras. Y, junto a dos camas de freno de caballo idénticas, hallaron también varias piezas vinculadas con el adorno y cuidado personal, como una excepcional fíbula de bronce en omega y una navaja, posiblemente de afeitar, además de otras asociadas al sacrificio, como un cuchillo de hoja larga y estrecha.

Una «extraordinaria riqueza arqueológica» de la que aún quedan muchos misterios por desentrañar, aunque las nuevas dataciones del carbono 14 han ampliado ya tanto la cronología del yacimiento (ahora sabemos que fue utilizado para depositar cuerpos desde el Neolítico final a la tardorromanidad) como el número de individuos (contando un mínimo de ocho, de distintas edades, al incluir restos de un bebé, niños, adolescentes y adultos).


Espacio ritual
Así que la idea con la que trabajan Alfonso Fanjul y los suyos es que estamos ante «un lugar utilizado a lo largo de milenios como un espacio, seguramente, límite entre lo terrenal y lo espiritual» y en el que «los cuerpos fueron depositados por distintos motivos según la época, ya que la concepción del espacio subterráneo fue cambiando a lo largo del tiempo».

Con respecto a su uso durante la Segunda Edad del Hierro, el equipo investigador piensa que «seguramente estuvo relacionado con las guerra cántabras, un momento de crisis en el que la población volvió a realizar rituales en las cuevas y en el que se solían elegir espacios subterráneos ya utilizados en el pasado. Puede que se tratase de un depósito ritual, un enterramiento con ajuar o un sacrificio humano. Solo futuros estudios nos lo dirán».

28 de noviembre de 2022

Hallan restos de tres individuos de la Edad del Bronce en Ambás (Asturias)

Los arqueólogos del Grupo Llabor Pablo López y Santiago Rodríguez presentarán en diciembre los resultados de la investigación en la Cueva del Gato y en la que que concluyen que se trata de una cueva sepulcral de hace 3.470 años
Restos humanos en la Cuova’l Gatu, en Ambás, en una imagen del Grupo Llabor.

El Grupo Llabor de arqueología agraria presentará a principios de diciembre en la Casa de Cultura moscona los resultados de las excavaciones arqueológicas de la Cuova’l Gratu, en Ambás (Grau), donde han localizado restos humanos, al menos de tres individuos, dos adultos y un niño, datados en la edad del Bronce. Los arqueólogos Pablo López, de la Universidad de León, y Santiago Rodríguez, de la Universidad de Oviedo, presentarán los resultados de las investigaciones el sábado 3 de diciembre a las 19:30 horas, en el marco de las XV Xornadas d’Estudios Locales.

«La Cuova’l Gatu ye un xacimientu identificáu na prospección arqueolóxica desarrollá pol grupu LLABOR na parroquia d’Ambás (Grau). Trátase d’una pequeña cavidá caliza con una única sala y dos entraes, donde atopose una gran cantidá de restos óseos, de los que 15 yeren d’orixe humanu. L’estudiu antropolóxicu de los mesmos permitió documentar un númberu mínimu de trés individuos: dos adultos y un neñu. Ún d’estos fragmentos óseos —un diente perteneciente a un individuo adultu— usóse pa la datación radiocarbónica (AMS) resultando una fecha de fae 3470 años. Un primer acercamientu a los restos materiales fálenmos de la escepcionalidá d’esti xacimientu, que podemos calificar de cueva sepulcral nel Bronce Mediu», señalan los investigadores.

«Esti tipu de xacimientos son poco frecuentes nel territoriu de l’actual Asturies donde l’estáu fragmentariu de la investigación y la escasa representación d’esti tipu de cueves nel nuesu territoriu convierte a La Cuova’l Gatu nun afayu de gran relevancia, amás de ser el más occidental del que se tien constancia xunto a El Palagón, en Cubia».

7 de septiembre de 2022

La villa romana de La Estaca tuvo uso hasta el siglo VII

El hallazgo de una cabaña medieval y un horno reutilizado para fundir metales en la villa asturiana arrojan luz sobre un periodo oscuro de nuestra historia
A la izquierda, la alcaldesa de Las Regueras, María Isabel Méndez, el director general de Cultura, Pablo León, y el arqueólogo Juan Ramón Muñiz. FOTO: A. PIÑA

La villa romana de La Estaca (Las Regueras -Asturias-) mantuvo la continuidad de su uso poblacional desde los siglos II y III hasta la época tardo-antigua, por lo menos hasta el siglo VII. Ese ha sido el principal descubrimiento de la campaña de excavaciones dirigida por el arqueólogo Juan Ramón Muñiz que concluye hoy. El hallazgo de un horno destinado, según la hipótesis de los investigadores, a calefactar las habitaciones de la casa en torno al mosaico descubierto en 2018, ha permitido tras su estudio en profundidad averiguar que fue reutilizado desde un momento muy próximo al abandono de la mansión para fundir objetos de bronce. Durante los trabajos realizados en las últimas semanas se han podido localizar otros elementos que corroborarían esta continuidad en el tiempo de la antigua mansión como una cabaña para el ganado de época altomedieval con paredes de madera.

Para el director general de Cultura del Principado, Pablo León, que en la tarde de ayer visitó el yacimiento acompañado de la alcaldesa de Las Regueras, María Isabel Méndez, la importancia de esta campaña arqueológica reside en esa información obtenida por el equipo de Muñiz: «Cuatro años después del inicio de las excavaciones se están dando respuestas a incógnitas sobre un periodo relativamente mal conocido en Asturias, como el de la transición a la edad media y haciendo el mapa en detalle de esta villa romana que sin duda aún tiene mucho que aportar», afirmó. El responsable regional de Patrimonio respondió allí a vecinos miembros de la Asociación de Amigos de la Villa Romana de la Estaca que le inquirieron sobre la declaración como BIC (Bien de Interés Cultural) del yacimiento que este era ya inminente: «Ya ha sido aprobado en el pleno de la Comisión», les aseguró.

Por su parte, el director de la campaña, Juan Ramón Muñiz, subrayó ante los informadores que «la reutilización del horno romano en época tardo-antigua es un hallazgo muy llamativo porque demuestra la continuidad en la población en un periodo sobre el que no se puede saber nada porque no hay documentación escrita y la arqueología nos da estas pistas». El investigador explicó que «conocíamos la presencia de habitaciones calefactadas y queríamos ver el sistema, tras la aparición del horno, al estudiar los distintos lechos de ceniza comenzó a aparecer gran cantidad de escoria: los que vinieron detrás siguieron usándolo para producir metal, no pudieron pasar cien años entre uno y otro, tuvo que haber alguien que sabía que allí había un horno. Es muy posible que los antiguos trabajadores de la villa siguieran en ella tras su abandono».

Acerca del conjunto de la mansión romana, Muñiz, apuntó que se trataría de una residencia de unos 900 metros cuadrados de planta y que contaba con otros edificios en su entorno: «Estamos hablando no solo de un lugar de descanso sino que era también un centro productivo». En las excavaciones fueron encontradas diversas piezas de uso cotidiano como acus crinales (adornos femeninos para el pelo), espátulas para el maquillaje, pinzas, cerámica reutilizada en época tardo-antigua, restos de vasos de vidrio y teselas del mismo material que no se correspondían con el mosaico aledaño ni con el descubierto en el mismo terreno y que se encuentra en el Museo Arqueológico, el destino a donde irán estos vestigios tras su estudio y catalogación.

29 de enero de 2020

El mayor repertorio decorativo de las villas romanas documentadas en Asturias

Los resultados de la campaña arqueológica, que se presentan mañana jueves en Oviedo, confirman que la villa romana de Las Regueras tiene «el mejor y más rico repertorio decorativo» de las localizadas en Asturias

El yacimiento de La Estaca, en Las Regueras, conserva dos lienzos de muro con restos pictóricos. En uno de ellos, el oriental, los arqueólogos han hallado pinturas decorativas de más de un metro, aunque no han podido excavar y sacarlas a la luz «por la dificultad técnica que suponía la conservación de estos muros parcialmente inclinados hacia el interior de la habitación». Así lo señala el director de la excavación, el arqueólogo Juan Muñiz, que ha hecho públicos los resultados de la campaña, que se presentarán mañana jueves en Oviedo

La investigación arqueológica confirma la importancia de la villa romana de Las Regueras, que conserva «el mejor y más rico repertorio decorativo» de las localizadas en Asturias.

CONCLUSIONES DE LA EXCAVACIÓN 
«Durante el pasado mes de noviembre se excavó la práctica totalidad del segundo mosaico de la Villa Romana de San Martin de La Estaca, en el municipio asturiano de Las Regueras. El hallazgo del mismo se había producido en abril de 2018 cuando el equipo de Juan R. Muñiz sondeó los restos aparecidos en la finca de El Pedregalón. Para esta campaña de 2019 se seleccionó un equipo de expertos destinado específicamente a excavar por completo el mosaico en un mes de trabajo. El equipo estuvo integrado por los arqueólogos Adrián Piñán, Valentín Álvarez y Alejandro Sánchez y las restauradoras Marta Corrada y Mónica Ruíz bajo la dirección de Elías Carrocera y Juan R. Muñiz. En los trabajos se contó además con la colaboración de los arqueólogos Gerardo Sierra, Leonardo Martínez y la estudiante María Rodríguez.

El yacimiento de la Villa de San Martín ya era conocido por las noticias recogidas en el Diccionario de Pascual Madoz (1845-1850) 1 y por los significativos restos hallados en las excavaciones realizadas en los años 1958 y 1961 cuando se había excavado un primer mosaico que hoy se encuentra en el Museo Arqueológico de Asturias.

Esta excavación de 2019 estuvo financiada por la Asociación de amigos de la Villa romana de San Martín de La Estaca, que organizó una campaña de micromecenazgo a través de las redes sociales. Además se contó con la colaboración de empresas como UCOFA, Está Por Ver o NORBIM GEO y actividades de apoyo como la recaudación a través de conciertos musicales del coro MOSAICORUM o las rifas y sorteos en locales del municipio. Se trata de los primeros trabajos arqueológicos financiados con esta fórmula en Asturias.
Los resultados preliminares de estos trabajos y de la campaña de geofísica realizada durante el verano por la empresa TERRA DAT se ofrecerán públicamente en una charla que se realizará en Oviedo esta semana. Los resultados engloban avances y estudios en la planta del yacimiento, aportación de materiales arqueológicos, estudios de materiales constructivos y los hallazgos más importantes además del propio mosaico.

El equipo de excavación comprobó que este mosaico se encuentra en una sala interior, probablemente un Triclinium, situada en el ala sur de la Domus. La casa es de planta rectangular de 600m 2 aproximadamente, con un patio central que articula sus estancias de forma nuclear, estando los dos mosaicos (el actual y el excavado en 1958) en salas simétricamente dispuestas en torno al patio en las alas norte y sur. Esta construcción parece que fue edificada entre los siglos II y III, otorgando esta misma cronología al mosaico por su relación estratigráfica.

El estado de conservación de dicho pavimento cabe calificarlo de muy bueno con una extensión de 11 x 3,60 metros de la que se conserva un 90% de su superficie in situ. Por su dimensión y conservación constituye uno de los ejemplos de mayor calidad –sino el que más-, del escaso corpus musivario registrado hasta el momento en Asturias. Este repertorio está formado por los restos aislados localizados en Llanera y los mosaicos de las villas de Memorana y Veranes, además de los dos mosaicos de este yacimiento de la villa de San Martín.

Su composición formal es dominantemente geométrica y se organiza con una cenefa exterior formada por una serie de cuadrados de líneas horizontales rojas, amarillas y blancas en su interior, y flores hexapétalas inscritas en círculos. Este enmarque exterior rodea un sogueado que vertebra una decoración interior de once pares de cuadros en cuyos interiores se alternan cuadrados, nudos de dos eslabones y flores de cuatro pétalos. En el borde occidental se aprecia también una banda decorativa con un rombo rematado en peltas en el que se inscribe una llamativa esvástica blanca sobre fondo rojo. En la parte oriental del pavimento se localizó una forma de copa, la única que se aprecia actualmente en este pavimento. Todo el mosaico está confeccionado con tesselas pétreas y cerámicas de varios colores y de un tamaño medio en torno a 1 cm 2 .

Este pavimento estaba combinado con pinturas parietales realizadas mediante la técnica al secco. Estas pinturas representan imitaciones de mármoles y enmarques en toda la pared norte. El lienzo oriental sin embargo, del que se conservan pinturas de más de un metro de altura, está decorado con escenas compositivas que no han podido ser aún excavadas por la dificultad técnica que suponía la conservación de estos muros parcialmente inclinados hacia el interior de la habitación.

Este mosaico es el de mayor extensión conservada de los localizados en Asturias y el segundo que proviene de este yacimiento. A ello debemos sumar la singular composición pictórica de sus paredes y esta combinación parece confirmar la impresión inicial respecto a su clasificación como el mayor y más rico repertorio decorativo de todas las villas romanas que hasta el momento han podido ser documentadas arqueológicamente en Asturias».

(Fuente: La Voz del Trubia)

23 de octubre de 2019

Los satélites revelan el asedio de Roma a los astures

La tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), permitió radiografiar zonas boscosas o de tupida vegetación para fijar en el mapa varias decenas de asentamientos romanos, la mayor parte de ellos en Galicia, aunque uno en Asturias
En la primavera del año 26 antes de Cristo, el primer emperador de Roma, César Augusto, abrió en persona las puertas del templo de Jano (el dios de las dos caras), todo un símbolo de la declaración de guerra. Se trataba de conquistar el último territorio independiente del poder imperial en la península Ibérica, las áreas de los cántabros y los astures, que mantuvieron un duro conflicto con los conquistadores que quedó para las crónicas de los historiadores. Más de 2.000 años después, una tecnología inimaginable entonces, fotografías aéreas combinadas con análisis por satélite, han permitido fijar a los investigadores toda una red de campamentos y fortificaciones romanas rodeando el territorio de los astures para asegurar el control militar de una zona tan levantica y compleja orográficamente.

La mayoría de ellos están en Galicia y han servido también para ofrecer a los arqueólogos un nuevo enfoque sobre la entrada de las tropas romanas en las tierras de los galaicos.

LIDAR
Publicado por los investigadores de Roman Army, el estudio parte de los trabajos de José Manuel Costa-García, de la Universidad de Santiago de Compostela; João Fonte, del CSIC; y Manuel Gago, también de la universidad compostelana, y han aprovechado imágenes obtenidas mediante la tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), que permite radiografiar zonas boscosas o de tupida vegetación; para fijar en el mapa varias decenas de asentamientos romanos, la mayor parte de ellos en Galicia, aunque uno en Asturias -en A Penaparda, a caballo entre Fonsagrada en Lugo y Los Oscos- que les ayudaron a comprender la manera en la que los romanos fueron concretado su dominio sobre el noroeste de la península ibérica.

El estudio destaca las muy escasas fuentes documentales sobre la invasión romana del territorio que en la actualidad comprende Galicia y el norte de Portugal, frente a los relatos sobre la conquista de los astures y los orígenes como fortificación militar de la capital astur en la meseta, Asturica Augusta, hoy Astorga. En este sentido apuntan que «aunque no cerramos la puerta a otras posibilidades interpretativas, planteamos la hipótesis de que estemos quizá ante recintos relacionados de algún modo con un episodio o escenario secundario del conflicto cántabro-astur (29-19 a.C.). Durante el mismo se buscaría asegurar dominio romano sobre unas áreas montañosas que en buena medida se encuentran todavía dentro de los límites de la Asturia histórica, lo que explicaría la ausencia de alusiones a los galaicos en las fuentes textuales que aluden a este conflicto».

DIFERENTES TAMAÑOS DE ASENTAMIENTO
Los arqueólogos han destacado que sus hallazgos se dividen en asentamientos de distinto tamaño, desde los pequeños con capacidad para entre dos o tres cohortes (entre 100 y 1.500 hombre), a campamentos grandes y pequeños e incluso recintos de enormes dimensiones capaces de albergar fuerzas de entre 10.000 y 14.000 hombres. En el caso del hallazgo en Los Oscos se trata de uno de los grandes campamentos temporales (los romanos contaban entre sus tropas con especializas capaces de levantar fortificaciones en una jornada) y que podría acoger a una legión, unos 6.000 soldados, con «gran independencia operativa, al modo de una brigada contemporánea». La descripción del terreno es de «una cima de suave pendiente desde la que se obtiene un notable control visual de los cordales próximos, pero su disposición general parece indicarnos que el recinto estaría orientado hacia el Sur. No es posible encontrar en el entorno inmediato poblados de tipo castro, ya que estos se encuentran en la comarca en terrenos de menor altitud, ocupando preferentemente elevaciones y espolones con un mejor control de los valles».


Los autores señalan que «resulta muy sugerente la hipótesis de que A Penaparda y los campamentos localizados en las sierras de Penouta-Ouroso conformen un conjunto que revele el uso estratégico por parte del ejército romano de un cordal montañoso, del mismo modo que ocurriría en áreas como La Carisa o La Mesa», un cerco de kilómetros para asediar los reductos de resistencia astur.

De la crudeza de las guerras cántabras y astures dieron cuenta los historiadores romanos. Los arqueólogos han señalado que «en el ámbito astur, las fuentes indican que los romanos plantearon una estrategia militar similar, de modo que en la Meseta Norte y el piedemonte cantábrico se habrían desarrollado acciones a gran escala frente a un enemigo que parece haber mostrado una gran capacidad organizativa y de movilización de efectivos, así como una notable autonomía política». Al norte de la cordillera, en la Asturias actual, la lucha tampoco fue sencilla: «la arqueología revela que el objetivo habría sido la división del ejército en fuertes columnas que avanzarían a un mismo tiempo siguiendo distintos cordales con el fin de controlar la totalidad del territorio y ahogar cualquier foco de resistencia».

9 de octubre de 2018

Hallan un capitel "icono del Prerrománico asturiano" en el castillo de Gauzón

La fortaleza se está convirtiendo en un yacimiento clave para estudiar los orígenes de la Edad Media y del Reino de Asturias.
Iván Muñiz, Alejandro García, Mar González, Yasmina Triguero, y Noelia Fernández junto al capitel.
Las excavaciones arqueológicas en el yacimiento del castillo de Gauzón han vuelto a dar la sorpresa. Esta vez se trata de un capitel Prerrománico, datado a finales del siglo IX o principios del X, el primero que se encuentra en el contexto arqueológico de una fortaleza, por lo que supone un "hallazgo excepcional", según los directores de las excavaciones, los arqueólogos Iván Muñiz y Alejandro García. "Es un icono del Prerrománico asturiano", valoraron.

"Es un capitel troncopiramidal labrado en piedra arenisca, con decoración de sogueado en el collarino y que conserva el inicio del fuste. Es una pieza característica del Prerrománico asturiano que conocíamos muy bien, especialmente en edificios religiosos, pero en esta ocasión hablamos de un castillo, algo único en el panorama arqueológico hasta la fecha. Por sus características puede situarse en un momento tardío del arte Prerrománico", señalaron Muñiz y García durante la presentación del hallazgo, ayer en el monasterio de la merced de Raíces Viejo con la asistencia de la alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero y la concejala de Turismo, Mar González.

El lugar del descubrimiento es muy significativo para los expertos. "El capitel apareció entre los derrumbes inmediatos a una de las dos torres que defendían la puerta de entrada. Por ello, cabe suponer que en su día formó parte de los elementos arquitectónicos de aquella gran entrada monumental. Esto es esencial porque vuelve a ratificar la enorme trascendencia simbólica de esta zona de la fortaleza, que se consideró como emblema del prestigio real. Por primera vez en la investigación del Reino de Asturias podemos conocer cómo eran aquellas puertas dotadas de todo esplendor", explicaron los directores de la excavación.

La alcaldesa de Castrillón, por su parte, señaló que el hallazgo del capitel "contribuye aún más a confirmar la importancia del castillo de Gauzón para la historia de Asturias". "El Ayuntamiento lleva once años poniendo mucho dinero para sacar adelante las excavaciones. Hemos pedido apoyos al Principado y al Gobierno central a través del 1,5% cultural pero para acceder es necesario que el castillo de Gauzón sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y ello depende del Principado", dijo la Regidora.

El hallazgo, según los arqueólogos, es una muestra más de que el entorno no tienen parangón y que están haciendo del castillo de Gauzón un yacimiento clave para estudiar los orígenes de la Edad Media y del Reino de Asturias. "Para entender en toda su magnitud la trascendencia del capitel hay que recordar que en el yacimiento también se han identificado habitaciones palatinas dotadas de baño, las dos grandes torres de la entrada, la muralla, materiales de lujo... No es sorprendente que Alfonso III y Jimena, cuyo patrocinio en las obras parece importante, decidiesen mencionar el castillo en el reverso de la Cruz de la Victoria y que ésta se hiciese allí. Hay más castillos del Reino, pero Gauzón fue para los monarcas su fortaleza por antonomasia", concluyeron Muñiz y García.

19 de septiembre de 2018

La excavación de Lucus Asturum empieza a dar frutos

El equipo que dirige Esperanza Martín encuentra en su primer día de trabajo materiales romanos y medievales en el yacimiento de Llanera (Asturias)
Esperanza Martín, directora de las excavaciones, en una de las zonas delimitadas. FOTO: IMANOL RIMADA
Ayer, a primera hora de la mañana, el equipo de diez arqueólogos y voluntarios que trabajan en la excavación del asentamiento de Lucus Asturum, donde permanecerán durante un mes, ya había encontrado «material romano casi en superficie. Ojalá sea una buena señal». Este material se encontraba mezclado con restos medievales y otros contemporáneos.

Ayer fue el primer día de trabajo en la Castañera, finca a las afueras de Lugo de Llanera. Los estudios previos por georradar y fotografía aérea realizados por Fotoasturias y la Universidad de Oviedo parecían establecer ya la existencia de una estructura de la que, sin embargo, se desconocen su época, tipología y tamaño exacto.

Los trabajos se centran ahora en confirmar la presencia romana y, asimismo, en establecer si Lucus Asturum era un enclave de gran tamaño o la unión de núcleos dispersos. Esperanza Martín, directora de las excavaciones, señaló ayer que «la fotointerpretación de los datos del georradar nos permite establecer una serie de estancias que esperemos que se confirmen. Uno de los mayores miedos de cualquier arqueólogo es que el arado se haya llevado parte de estas superficies», destacó, aunque, de acuerdo con sus estimaciones, habrá que excavar «más de medio metro».

La financiación de los trabajos asciende a 15.000 euros, que proceden de las arcas municipales en su totalidad. Alfredo Rodríguez Iglesias, concejal de Cultura, Deportes y Turismo de Llanera, explicó que «el primer día, el objetivo es la delimitación de los aproximadamente cien metros cuadrados de superficie de excavación». En este sentido se congratuló de que ya hubieran aparecido «bastantes materiales de construcción y alguna cerámica, pero falta saber la cronología».

Recalcó por último que una disciplina como la arqueología «da resultados con el tiempo. Hay que tener paciencia». «Probablemente Lucus Asturum era un emplazamiento importante, pero modesto», concluyó.

(Fuente: El Comercio / Marcos Gutiérrez)

25 de octubre de 2017

Las excavaciones regresan a Llanes para saber cómo vivían los asturienses

Un equipo de arqueólogos liderados por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, Pablo Arias, trabajará durante dos semanas en el abrigo del Alloru. La costa oriental es «una de las mejores de Europa» para estudiar esta fase del Mesolítico
Los arqueólogos excavan a la entrada del abrigo del Alloru, en la localidad llanisca de Balmori. / FOTO:  N. ACEBAL
El entorno del abrigo del Alloru, ubicado a la entrada de la localidad llanisca de Balmori, vuelve a ser un hervidero de actividad en busca de vestigios que ayuden a saber cómo vivían los antiguos pobladores de la costa Oriental. El equipo liderado por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria Pablo Arias retomaba ayer por la mañana las excavaciones enmarcadas en un proyecto que iniciaron en 2013 y que pretende arrojar luz sobre las costumbres de los últimos cazadores-recolectores que habitaron la zona hace entre 8.000 y 5.000 años, justo antes de la llegada de los primeros agricultores. En los trabajos participan una docena de arqueólogos procedentes de las universidades de Cantabria y La Rioja y se prevé que éstos tengan una duración mínima de dos semanas que se podrían ampliar.

«Sabemos qué animales cazaban y pescaban y qué vegetales recolectaban estos grupos de asturienses, pero es una visión muy parcial. Ésta es una investigación relevante, pues si todo va bien nos permitirá saber de una vez cómo era su día a día, cómo se organizaban sus asentamientos, qué tamaño tenían los grupos, cómo se asignaban las tareas, hasta qué punto eran nómadas y otras muchas preguntas que llevamos décadas haciéndonos», explicaba ayer Arias, mientras supervisaba los primeros momentos de la excavación.

Precisamente en el mismo lugar donde hoy trabajan los arqueólogos ya se hallaron hace cuatro años evidencias del paso del Mesolítico al Neolítico, así como de uno de los asentamientos que habitualmente acompañan a los concheros -nombre con el que los expertos se refieren a las acumulaciones de conchas y otros restos animales que posiblemente correspondan a los basureros de la época-. En el mismo se encontraron incluso un par de agujeros de poste que los investigadores consideran que podrían haber formado parte de una cabaña. Se trata, indicó Arias, de «un yacimiento muy rico» en el que destacan los «indicios de industria lítica, como los picos asturienses, de los que hallamos más de diez en la última ocasión».

Asimismo, el director de la excavación explicó cómo un reciente estudio de micromorfología llevado a cabo por un miembro de su equipo, Carlos Duarte, demostró que algunas de las conchas del Alloru contenían tierra procedente de otros lugares. «Esto demostraría que los desperdicios fueron movidos de un sitio para otro, quizás en un intento de mantener limpio el asentamiento», indicó.


LA BORBOLLA Y PIMIANGO
La actuación no se limitará al entorno del Alloru, sino que se replicará en otras zonas ya conocidas por estos investigadores, como la sierra plana de La Borbolla, donde en su día se hallaron 57 túmulos, así como la zona de Pimiango, donde se excavaría por primera vez. La costa oriental, agregó el director de la excavación, es «una de las mejores de toda Europa» en lo que a vestigios de la vida en esta última etapa del Mesolítico se refiere.

Estos trabajos conforman la última fase del estudio 'Sociedades costeras en un mundo cambiante', en el que trabajan expertos de diferentes instituciones académicas y cuya finalización está prevista para diciembre de 2017.

28 de julio de 2017

Descubren un pasillo de acceso al dolmen de Salas (Asturias)

También se ha documentado un círculo de arcilla rodeando la tumba neolítica. Es la primera estructura del conjunto funerario y única en el noroeste peninsular
Rodríguez del Cueto explica los resultados de las excavaciones a un grupo de visitantes. FOTO: BELÉN G. HIDALGO
A pesar de que el sol no concedía una tregua y el mercurio superaba los 27 grados, en la Campa de San Juan decenas de personas de todas las edades no quisieron perderse la oportunidad de asomarse al pasado neolítico de Salas. En la segunda jornada de puertas de abiertas, que finaliza hoy, el arqueólogo Fernando Rodríguez del Cueto dejó de lado su labor de campo para ejercer de guía. «Este yacimiento es una magnífica muestra del megalitismo regional», apuntaba nada más comenzar. «Hemos constatado que el círculo de arcilla que rodea la cámara dolménica es la primera estructura previa. Es algo que solo nos hemos encontrado en esta necrópolis, único en el noroeste peninsular», explicó el arqueólogo. Sobre ella han hallado evidencias que señalan que hubo fuego. Desconocen si se trata de algo fortuito o bien obedece a algún ritual purificador.

PASADIZO A LA CÁMARA FUNERARIA
Pero no ha sido la única novedad de esta segunda campaña. Al haber ampliado la excavación, se ha descubierto un pórtico que permitía, a través de una suerte de pasadizo, el acceso a la cámara funeraria. El conjunto evidencia lo complejo de la estructura y de su construcción: «Hasta aquí han traslado cestas y cestas de tierra. 


Los estudios de los geólogos han determinado que la arcilla hallada no pertenece únicamente a este lugar, procede de la zona de Valderrodero», cuenta. Ese esfuerzo pone de manifiesto también la importancia que estos antepasados otorgaban a esta construcción: «Levantaron este conjunto funerario para honrar a alguien poderoso, respetado, querido...», relata Rodríguez del Cueto. Insiste en que resulta imposible hallar restos óseos de los antepasados salenses del Neolítico por las características de la tierra. «Lo que sí está constatado es la existencia de estructuras previas al dolmen. El discurso ha evolucionado y hemos comprobado que la cámara dolménica es el momento final de un proceso constructivo largo en el tiempo», concluye.

EQUIPO DE TRABAJO
En esta campaña han participado siete estudiantes del grado de Historia o Arqueología y del Máster de Arqueología de la Universidad de Oviedo, Barcelona, Santiago, las Palmas de Gran Canaria y la Universidad Complutense de Madrid. La coordinación corre a cargo del área de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, bajo la dirección del catedrático Miguel Ángel de Blas Cortina, director científico de los trabajos.

Olaya López también es estudiante de Historia y acudía por primera vez a este yacimiento como visitante. Aunque no estaba interesada en estudiar nada relacionado con la arqueología reconocía que «es un complemento a sus estudios».

A su compañera, Covadonga López, le llamaba la atención la estructura del monumento funerario: «Sobre todo, descubrir que no son únicamente las piedras del dolmen, que existe mucho más alrededor que aporta información muy relevante», señalaba.

Sorprendida e interesada, por partes iguales, se mostraba Clara García, que veranea en un caserío de La Mallecina, en Salas. «Me parece impresionante y me maravilla el trabajo de estos profesionales, que sean capaces de reconstruir una historia tan lejana en el tiempo y, sobre todo, me fascina el hecho de que si regresas el año que viene, esa historia que han ido armando se sigue completando, continúa», afirma.

26 de julio de 2017

Hallan un asentamiento con cientos de restos arqueológicos dentro de la fortaleza de Tiñana

El sondeo realizado saca a la luz una cabaña de la época tardoantigua que «aportará importantes datos sobre la forma de vida durante los orígenes del Reino de Asturias»
Recreación de una fortaleza similar a la de Tiñana realizada por la empresa valenciana Aescala para el Museo de Asturias.
El momento de transición entre la Antigüedad y la alta Edad Media es una época muy oscura. En Asturias, en ese momento, entre los siglos V y VIII, fue el del nacimiento de la aristocracia que dio lugar al Reino de Asturias,y apenas se conocen asentamientos que permitan saber cómo era la vida de los habitantes de la región en aquella época. Hasta ahora. 

El hallazgo de un asentamiento, una cabaña, con «cientos de restos arqueológicos» en el interior de la fortaleza de Tiñana, en Siero, permitirá a los investigadores «aportar datos sobre la vida de las poblaciones asturianas en este momento de transición histórico, la génesis del Reino de Asturias». El proceso para sacar a la luz todos los secretos de esta fortaleza, conocida como Castiello de Fozana, localizada en 1957, pero clasificada en su momento como asentamiento castreño, no ha hecho más que empezar.

A lo largo de tres días, el equipo que dirigen los profesores Pablo C. Díaz e Iñaki Martín Viso, con la colaboración de Luis R. Menéndez Bueyes y el arqueólogo Alfonso Fanjul Pedraza, en un proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad en colaboración con la Universidad de Salamanca, realizaron un sondeo en lo que tienen identificado como el interior de la parte fortificada, hallando un muro de lo que sería uno de los pocos ejemplos de una zona de hábitat en ese periodo. 

NUMEROSOS RESTOS
Una cabaña en la que, carbonizados, aparecieron numerosos restos de fauna, cerámica, escorias de producción metalúrgica y apliques de bronce, que en uno de los casos parece que estaba sujeto a una pieza de cuero carbonizada. «Probablemente un cinturón o unos correajes», detalla el investigador asturiano Alfonso Fanjul. Otra pieza importante, explica, es «un crisol de fundición de cobre», lo que les permitirá ver cómo fue evolucionando esa tecnología con el paso del tiempo.

Entre los restos de fauna, «una mandíbula de un herbívoro, una cabra o una oveja, que seguramente les servía de alimento, porque no parece un espacio para estabulación, al ser tan pequeño», detalla. Y además, algo muy importante: «Semillas». Y es que tras analizar esos restos de cereal y leguminosas se podrá conocer, por ejemplo, «si en su dieta conservaban la escanda o si ya hay algún cereal nuevo».

MUESTRAS DE POLEN
También han tomado muestras de polen para «completar una visión del paisaje campesino en la transición entre la Antigüedad y la alta Edad Media». No en vano, el proyecto de investigación lleva por título 'Formación y dinámica de los espacios comunales ganaderos en el noroeste de la península ibérica medieval: paisajes e identidades sociales en perspectiva comparada'. A partir del polen pretenden reconstruir el paisaje vegetal inmediato a la fortaleza en ese momento de ocupación. Otro objetivo es realizar una datación por medio del Carbono 14 para fechar de forma exacta ese momento de ocupación.

Con todos esos datos en la mano, y los resultados de los análisis sobre los «cientos de restos arqueológicos encontrados, una barbaridad para el tamaño de la cata», estarán en disposición de dar un montón de respuestas sobre la forma de vida en lo que podría ser la primera fortaleza del reino astur. «Se han localizado algunas necrópolis, como en Argandenes o Belmonte, y también una capa del siglo VI en el castillo de Gauzón, pero este yacimiento, por su tamaño y por su riqueza, es el más importante de Asturias en ese periodo», explica Fanjul. «No es normal que con un sondeo tan pequeño saquemos tanto material». Por eso, tras los análisis, su objetivo es realizar una excavación más amplia de la zona. «Estaría bien sacar la cabaña completa, porque suponemos que habrá más, pegadas a la muralla por su parte interior». 

La fortaleza, de carácter defensivo y situada en un «punto estratégico de acceso del valle del Nalón al centro de Asturias, mide 139 metros de longitud y 94 metros de ancho y, además de dos torres, cuenta con un aljibe de acceso a una fuente de agua.

25 de mayo de 2017

Hallan restos humanos y útiles de la Edad del Hierro en una cueva de Suarías (Asturias)

La pieza más llamativa es una punta de lanza de 30 centímetros, pero en la gruta de Peñamellera Baja también hay piezas de cerámica y una gran colección de fauna
Alis Serna, en el Museo Arqueológico, muestra la punta de lanza
encontrada en Peñamellera Baja. A su lado, Alfonso Fanjul.

Parece «un basurero de la Edad del Hierro completamente intacto». Así lo describe el arqueólogo asturiano Alfonso Fanjul Peraza, que se encarga en los últimos meses de estudiar este yacimiento, hallado en diciembre de 2016 por el espeleólogo Alis Serna Gancedo mientras realizaba una exploración deportiva de varias cavidades del concejo de Peñamellera Baja, en el Oriente asturiano. En una de ellas, el deportista cántabro, que es además arqueólogo y ha realizado numerosos estudios sobre hallazgos en cuevas en la comunidad vecina, se encontró en superficie una serie de objetos y restos óseos, que han resultado ser de la Edad del Hierro, esto es, de entre los siglos V y I antes de Cristo. Los investigadores han confirmado que se trata de restos humanos, hallados en superficie, entre ellos un gran fragmento de cráneo y, a su lado, varios dientes, aún sin datar ni estudiar. También han aparecido piezas de cerámica y «una potente colección de fauna».

Según explicaba ayer Alfonso Fanjul, que también participaba en aquella excursión espeolológica y fue avisado por su compañero del hallazgo, «la cueva constituye un ejemplo excepcional en Asturias de ocupación subterránea tardía dentro de la Prehistoria reciente y, teniendo en cuenta la calidad y la cantidad de las piezas, así como la escasez de yacimientos en cueva de esta época, podríamos decir que el yacimiento descubierto no tiene parangón en Asturias, donde la presencia de un vertedero protohistórico intacto, con cerámicos y fauna de la Edad del Hierro sobre el que aparecen en superficie una punta de lanza perfectamente conservada y restos humanos, convierten a este yacimiento en la gran cueva de la Edad del Hierro asturiana». Añade que el único paralelo claro está en Lledías, en Llanes, al que se podría sumar -con varios siglos de mayor antigüedad- la sima de Fuentenegroso, en la sierra del Cuera.

ANÁLISIS DE ADN y CARBONO 14
Los descubridores comunicaron el hallazgo a la Consejería de Cultura, que envió una semana después a dos arqueólogos del servicio de Patrimonio para realizar una visita técnica. Trasreconocer los restos, se trasladó la punta de lanza al Museo Arqueólogico de Asturias, donde quedó depositada. La pieza, «excelentemente conservada», mide 30 centímetros de longitud, es de sección plana y dispone de un mango de madera circular. Al pasar casi cinco meses desde el hallazgo sin que los descubridores hayan recibido el encargo de realizar una actuación de emergencia -tal y como exige la Ley de Patrimonio- y ante el riesgo de que el yacimiento sea saqueado, han dedicido presentar un proyecto y solicitar esa actuación de emergencia. En la misma se plantea una topografía de todo el yacimiento, la recuperación y estudio de las piezas y la obtención de muestras para realizar una datación con Carbono 14, aprovechando que la punta de lanza mantiene inctacta la madera del arma. Igualmente, plantean un presupuesto para realizar un análisis de ADN y un estudio antropológico de los restos humanos para poder datarlos y confirmar su importancia arqueólogica.

«Preferimos no dar el nombre de la cueva ni su ubicación exacta para evitar posibles expolios», explicaba Fanjul, quien de todas formas cree que es necesario realizar «cuanto antes» esa intervención de urgencia para recuperar los restos, que siguen en el mismo lugar donde fueron encontrados a finales del año pasado.

4 de octubre de 2016

Los arqueólogos descubren un túmulo funerario de hace 5.000 años en Asturias

Está intacto, tiene un diámetro de seis metros y es el primero de estas características que se documenta en la comarca del Nalón. Durante la excavación han aparecido diversos objetos vinculados al ritual funerario y propios de la cultura megalítica
San Martín del Rey Aurelio alberga en su territorio una «joya arqueológica» sin igual, por el momento, en el valle del Nalón (Asturias). Se trata de un túmulo del Neolítico que ha sido descubierto en el monte de La Casilla, en la campa conocida como L’Españal.

Tras una primera campaña de excavaciones se ha comprobado que el túmulo data de hace 5.000 años (3.000 a. C.) y que el mismo formaría parte de una necrópolis a la que también pertenecería el dolmen conocido como «la mesa de los moros» y otros túmulos que, según la directora de la excavación, Covadonga Ibáñez, se encuentran en peor estado de conservación. Sin embargo, la misma ha destacado la importancia de esta excavación porque es la primera de estas características de la comarca del Nalón y porque este hallazgo puede aportar datos científicos importantes al conocimiento que hasta ahora se tenía sobre el mundo funerario durante el Neolítico, no sólo en el valle, sino en todo el norte de España.

OBJETOS FUNERARIOS
Además, durante la excavación han aparecido varios objetos vinculados al ritual funerario, que según la arqueóloga «permiten conocer desde el mundo de los muertos el mundo de los vivos». Según ha explicado la concejal de Cultura del Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio, María Alonso, el proyecto de investigación arqueológica en el alto de L’Españal surge a partir de las obras de reforestación de La Casilla, cuando por azar aparecieron indicios que apuntaban a un posible yacimiento en la zona. En ese momento el Ayuntamiento paraliza las obras y delimita un perímetro de protección, para acto seguido encomendar a un equipo de investigadores, dirigidos por los arqueóloga Covadonga Ibáñez, la excavación arqueológica que se llevaría a cabo durante los meses de junio y julio. Según el alcalde, Enrique Fernández, también presente en el acto, el descubrimiento constituye «una joya arqueológica» y un «motivo de orgullo en la medida que este hallazgo consiga ubicar a San Martín del Rey Aurelio en el mapa» por la importancia del mismo para la historia.


INTACTO Y SIN EXCAVACIONES PREVIAS
De hecho, el director del Museo Arqueológico de Asturias, Ignacio Alonso, ha señalado que «es un túmulo muy especial» el hallado en la campa de L’Españal porque «es el primero que se encuentra intacto y sin excavaciones previas», con lo que, en su opinión, hay posibilidades de que dicho túmulo aporte «una información inédita». Además, el mismo ha querido destacar «el rigor» con el que la directora de la excavación ha desarrollado los trabajos, un procedimiento que ha calificado de «impecable».

Según ha explicado la arqueóloga Covadonga Ibáñez, quien ha mostrado su satisfacción por haber sido la primera en realizar una excavación de un túmulo Neolítico en la comarca del Nalón, el hallazgo revela en concreto la presencia de un monumento funerario fechado por el método del C14 a principios del III Milenio, de reducidas dimensiones, en torno a los 6 m de diámetro. Sin embargo, la misma ha matizado que se ha excavado algo menos de la mitad del espacio tumular identificado, lo que quiere decir que esta pequeña joya podría albergar nuevos descubrimientos si en un futuro se continuasen las labores de excavación. Junto al túmulo han aparecido también varios objetos vinculados con el ritual funerario a modo de ajuar, propios de la cultura megalítica lo que, según sus propias palabras, «permitirá conocer qué sucedió en ese túmulo que constituye «una cámara funeraria protegida por una coraza pétrea que protegía el interior de la cámara así como el ajuar funerario».

MÁS QUE UNA CÁMARA DOLMÉNICA
Covadonga Ibáñez ha explicado que «el túmulo tiene una configuración constructiva que supera el concepto de cámara dolménica, identificándose espacios relacionados con el método de construcción que nos ayudan a comprender cómo una sociedad tan pretérita pudo llevar a cabo ese monumento. Así pues, estos espacios descubiertos nos permiten ampliar el horizonte de la investigación, alejándonos de lo evidente, como es el interior de la cámara mortuoria».

No obstante, la directora de la excavación ha clarificado que lo que tienen por el momento es «una información parcial» en tanto que sólo se ha excavado la mitad del túmulo y que aún queda que el equipo que la acompaña en este proyecto estudie los elementos que han aparecido y que constituían el ajuar, elementos de los que habrá que determinar la técnica de fabricación. Lo que sí ha confirmado Ibáñez es que eran «objetos de formas geométricas o apuntados» y que esos elementos no fueron usados, con lo que «fueron elaborados para depositarlos como ofrenda funeraria», ha señalado.

RECURSO MUSEÍSTICO AL AIRE LIBRE
La arqueóloga ha informado también que por el momento «la excavación está finalizada» y que ésta «se ha vuelto a sellar por conservación y hasta que haya un proyecto de restauración», al menos, hasta el año que viene. No obstante, la misma sí que habló de que a partir de una restauración y una vez se haya estudiado el túmulo desde todas las vertientes, éste podría constituir «un recurso museístico al aire libre» y consideró posible «hacer una senda» de forma que el hallazgo del Neolítico pueda ser aprovechado como recurso turístico. Y es que durante el acto de presentación de la excavación se recordaba también que el túmulo se encuentra en un paraje natural de gran valor paisajístico próximo al dolmen conocido como «la mesa de los moros», que también formaría parte de esa necrópolis de la que también formarían parte otros túmulos en peor estado de conservación y restos de un recinto castreño; elementos todos estos que ya estaban recogidos en las cartas arqueológicas de San Martín del Rey Aurelio, a diferencia del túmulo que ahora ha sido hallado, del que no se tenía conocimiento.

24 de mayo de 2016

Salen a la luz importantes vestigios romanos en Bañugues (Asturias)

Las excavaciones realizadas en Traslaiglesia determinan la presencia de construcciones datadas entre los años 80 y 240 después de Cristo. También ha aparecido una moneda de bronce con el busto del emperador Galieno en el anverso y un Pegaso rampante en el reverso que han ayudado a su datación.
Imagen de los trabajos desarrollados en Traslaiglesia. FOTO: LA NUEVA ESPAÑA
La construcción de la escollera de protección para el yacimiento arqueológico de Traslaiglesia, en Bañugues (Gozón), ha propiciado el descubrimiento de los restos de un muro perteneciente a una edificación romana y la recuperación de una moneda de bronce, acuñada entre el año 253 y el 268, con el busto del emperador Galieno en el anverso y un Pegaso rampante en el reverso. El hallazgo de estos elementos confirma de forma fehaciente la presencia en el entorno de la ensenada de Bañugues de una estructura de cronología romana, datada mediante carbono 14 en el laboratorio Beta Analytic de Miami. Los trabajos desarrollados en el yacimiento de Traslaiglesia fueron promovidos por la dirección general de Patrimonio Cultural y dirigidos por el arqueólogo Nicolás Alonso Rodríguez durante los años 2014 y 2015.

Los estudios datan el muro entre los años 80 y 240 después de Cristo. Es, por tanto, una estructura de cronología romana cuyos restos se enmarcan en la fase imperial: entre el emperador Tito de la dinastía Flavia y la anarquía militar del siglo III. La moneda descubierta completa, hasta el momento, el conjunto del hallazgo. Se trata de un antoniniano de bronce del emperador Galieno, acuñado entre 253 y 268.

Junto con estos materiales, en los trabajos de laboratorio posteriores a las labores arqueológicas de campo se está inventariando un amplio lote de cerámicas de cronología romana y tardoantigua que aportarán mucha más información, según los expertos que los estudian, documentan y datan, y que pertenecen al equipo de arqueólogos del proyecto Arqueobañugues y al laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Oviedo.

ENTERRAMIENTOS
De un modo paralelo, se está realizando el estudio de los enterramientos hallados en Traslaiglesia, en concreto el de los restos de nueve individuos que se hallaron ocupando toda la superficie del sondeo. Los arqueólogos señalan como de mayor interés la tumba clasificada como número 8: se trata de un varón de entre 26 y 29 años, de 1,70 de estatura, que conserva el 90% de los huesos, muestra buena salud dental y una actividad física intensa en las extremidades superiores. Este enterramiento ha sido datado, también mediante carbono 14, entre los años 1020 y 1155. Esta tumba rompe el muro romano reutilizando ese espacio con fines funerarios. Actualmente se está realizando un estudio en profundidad sobre el ritual de enterramiento y los materiales de ajuar.

(Fuente: La Nueva España / Francisco L. Jiménez)

18 de noviembre de 2015

Hallan una necrópolis medieval con ajuares en la iglesia prerrománica de Tuñón (Asturias)

Se trata de varias inhumaciones en fosa y en tumbas de laja datadas en época altomedieval en las que han aparecido algunos ajuares. Los trabajos han permitido también documentar los restos de un edificio exento que los investigadores vinculan a los canónigos que gobernaron el templo.
Iglesia prerománica de Tuñón de Santo Adriano. FOTO: LUISMA MURIAS.
Alternancia de periodos de construcción y de ruina. Así fueron los inicios de la iglesia prerománica de Tuñón de Santo Adriano durante la Edad Media, tal y como revela la investigación arqueológica de la dirección general de Patrimonio durante los dos últimos años. Además, las excavaciones sacaron a la luz una necrópolis medieval y ajuares relacionados con los enterramientos. "Permitió obtener datos de gran valor acerca de la historia constructiva del edificio", afirma Otilia Requejo, directora general de Patrimonio Cultural.

El seguimiento arqueológico comenzó con la construcción de los drenajes de la fachada norte de la iglesia debido a las humedades y la redistribución de los nichos contemporáneos en el nuevo cementerio. Los movimientos de tierra descubrieron restos arqueológicos que llevaron a abrir una investigación dirigida por Sergio Ríos.

La etapa fundacional se sitúa en el año 891, si bien siguió un período de ruina que obligó a reconstruir parte de la iglesia. Unos trabajos enmarcados en el medievo y previos a la reconsagración del templo en el año 1108, fecha que conocen por una lápida empotrada en el arco de una de las capillas laterales.

INHUMACIONES EN FOSA Y TUMBAS DE LAJA
Los trabajos han permitido también documentar los restos de un edificio exento que los investigadores vinculan a los canónigos que gobernaron el templo. así como varias inhumaciones en fosa y en tumbas de lajas, también de época medieval. Junto a los enterramientos hallaron ajuares, objetos muy interesantes para los arqueólogos.

El estudio de la iglesia prerrománica de Tuñón se enmarcan dentro de las actuaciones que ha llevado a cabo la Consejería para estabilizar la estructura del templo con un sistema de drenaje perimetral que permitirá paliar las humedades que comenzaban a afectar a las pinturas murales prerrománicas del interior.

Unos trabajos que han supuesto una inversión total de 410.645 desde el año 2008. Así, la primera actuación fue la restauración de la iglesia, con un coste de 284.904 euros, a la que siguió el drenaje de la cabecera del templo (27. 684 euros) en 2013. Los dos últimos años, Patrimonio trabajó en el drenaje de la fachada norte y el seguimiento arqueológico con un gasto de 98.000 euros.

La historia y vicisitudes que ha vivido la iglesia de Tuñón se puede conocer a través de las actividades que organiza la asociación cultural del municipio "La Ponte-Ecomuséu".

24 de agosto de 2015

Los arqueólogos encuentran indicios de prácticas rituales en la necrópolis altomedieval de Vigaña (Asturias)

Los arqueólogos han sacado a la luz una extensa necrópolis de tumbas de lajas de las que se han documentado hasta ahora 24. Se han encontrado otro tipo de restos en relación a tumbas que indican "tímidamente" la existencia de prácticas rituales. 
Necrópolis medieval en la capilla de L.Linares, en Vigaña. 
El equipo de arqueología agraria que dirige la profesora de la Universidad de León (ULE) e investigadora principal del proyecto, Margarita Fernández, y el arqueólogo César Martínez, ha localizado en la excavación en el entorno de la capilla de Llinares en Vigaña (Asturias) restos en relación a tumbas que indican "tímidamente" la existencia de prácticas rituales sobre las que ya se anuncia que se profundizará en próximas campañas arqueológicas, si bien en esta ocasión se ha confirmado la ocupación pleno-medieval.

LAS TUMBAS NO HAN SIDO ALTERADAS
En estas excavaciones, la última de las cuales finalizó hace aproximadamente un mes, se han sacado a la luz en los últimos años una extensa necrópolis de tumbas de lajas de las que se han documentado hasta ahora un total de 24. Según este equipo, en el que participan alumnos de la ULE y de la Universidad de Oviedo, el abandono de la necrópolis en la época medieval facilitó la conservación de la disposición de las tumbas que "en ningún casi han sido alteradas".

Todo ello ha permitido reconstruir la disposición en forma de terrazas en la ladera sobre la que se encuentra la capilla actual que acogía en época pleno-medieval los espacios de enterramiento que "parecen estructurarse en función de una edificación localizada en las inmediaciones de la actual capilla".

PRÓXIMAS EXCAVACIONES
De cara a la campaña de excavaciones del próximo año, se tiene previsto acometer el estudio del periodo altomedieval y abordar la localización del poblado de Fontevigaña. Además, desde un punto de vista metodológico la comparación con los datos obtenidos en campañas anteriores en la aldea de Vigaña permiten avanzar en el tipo de registros que se obtienen de la intervención en un despoblado y en una aldea que todavía se mantiene ocupada y permite avanzar en el conocimiento del campesinado medieval, que es el principal objeto de este grupo de investigación.

Como en anteriores ocasiones, la excavación se ha desarrollado en el marco de un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad titulado 'Poder central y poderes locales entre la antigüedad tardía y la Alta Edad Media, 400-1.000 d.C. en el norte de Hispania y su contexto europeo', que este año ha contado además con la colaboración del Ayuntamiento de Belmonte de Miranda, tanto desde el punto de vista logístico como económico.

(Fuente: iLeon.com)

7 de abril de 2015

Arqueólogos asturianos lamentan que el nuevo reglamento de Patrimonio no regule las ayudas a las excavaciones

APIAA considera que el texto está incompleto y repleto de contradicciones y lagunas fruto de las prisas para «aprobarlo antes del fin de la legislatura»
Excavaciones en el castillo de Gauzón. Foto: Sergio López.
«El recién aprobado reglamento de la Ley de Patrimonio Cultural del Principado presenta contradicciones y lagunas». Eso es lo que denuncia la Asociación Profesional de Arqueólogos de Asturias (APIAA), que ya ha remitido un escrito a la Consejería de Cultura solicitando un informe jurídico que aclare la legalidad de uno de los puntos y pedirá en la Comisión de Arqueología explicaciones sobre las razones por las que no entra a detallar los criterios que han de regir en el futuro la concesión de ayudas públicas a las excavaciones arqueológicas de investigación.

El presidente de APIAA, Juan Muñiz, lo tiene muy claro: «Al final tuvieron que dar marcha atrás, atender el informe del Consejo Consultivo y asumir muchas de las alegaciones y el resultado es un reglamento que no es general, que no cubre todo el patrimonio histórico, como ellos mismos dicen, porque la etnología no la recogen», subraya. Dicho de otra forma, «el trabajo quedó a medias y se hizo un arreglo de última hora para poder acabar la legislatura con un texto aprobado».

Lo dicho, en términos generales, porque, tal y como apunta Muñiz, el propio preámbulo del reglamento anuncia la creación de otro dedicado al tratamiento «integral» del patrimonio etnográfico, pero es que en términos concretos, en los de la arqueología que afecta a APIAA, el resultado no es tampoco el esperado. Hay dos aspectos en los que se centran las críticas de los arqueólogos profesionales. Una hace referencia a los trabajos que se realizan de forma preceptiva y previa a determinadas obras, y la otra a las tareas propiamente de investigación. En el primer caso, denuncia Juan Muñiz, se produce una contradicción entre el reglamento y la ley que regula. Entienden que la norma otorga a los arqueólogos la responsabilidad de entregar en el Museo Arqueológico el posible material hallado y en el segundo la deja en mano del promotor de las obras. «Hemos pedido a la Consejería de Cultura que nos mande una evaluación del Servicio Jurídico», señala Muñiz. Quieren aclarar si jurídicamente es asumible lo que ellos consideran contradictorio.

NORMALIZACIÓN
La otra queja hace referencia a una laguna, y es que no aparece en el reglamento ninguna referencia a la manera en la que la Administración regional deberá proceder a la hora de subvencionar excavaciones arqueológicas. No hay ningún artículo que estipule los criterios con los que se han de dar las subvenciones a los investigadores, pero, sin embargo, sí se habla de cómo han de llevarse a cabo las publicaciones de memorias de trabajos realizados con financiación pública. El reglamento ya está aprobado y no hay marcha atrás posible, de modo que la vía que queda abierta es recurrir a la Comisión de Arqueología: «Nosotros vamos a pedir que para las excavaciones haya un plazo normalizado y formalizado para presentar proyectos,que ahora no existe, de modo que es imposible saber ni el criterio ni el importe de las ayudas que Cultura otorga hasta que ya están dadas», concluye Juan Muñiz.

(Fuente: El Comercio / M.F. Antuña)

16 de diciembre de 2014

Sale a la luz la planta original prerrománica de Santo Adriano de Tuñón (Asturias)

En el edificio, fundado por el rey asturiano Alfonso III el Magno y su esposa Jimena el 24 de enero del año 891, se están encontrando también enterramientos del siglo X y monedas, la más antigua de los Reyes Católicos
La antigua capilla norte pre-románica fue arrasada y reconstruida en e S. XI.
La tregua al mal tiempo de estos días ha permitido a los arqueólogos que dirige Sergio Ríos acercarse un poco más a la datación de los restos que se excavan desde hace un mes en el entorno de la iglesia de santo Adriano de Tuñón. “Hemos encontrado restos de la antigua capilla norte prerrománica, que fue arrasada y reconstruida en el siglo XI y el anticuerpo occidental de la iglesia, también de origen prerrománico”, explicó Ríos. Se estudia ahora poder reconstruir la planta y documentar toda la disposición de la misma. Con este hallazgo se confirmaría la creencia de que la capilla norte habría sido desmontada para construir el cementerio.

Estas obras arqueológicas se están llevando a cabo como parte de la reforma del cementerio que está acometiendo el ayuntamiento. Los cinco arqueólogos que están trabajando estos días han hallado también lo habitual en los entornos de las iglesias: enterramientos, en este caso altomedievales. Los restos estaban dentro de lajas (cajas de piedra) y algunas podrían pertenecer a los monjes que en su día vivían en lo que era originalmente una abadía y también a los vecinos de esta parroquia.

Trabajos en la excavación del cementerio. FOTO: LVT
Los más antiguos podrían ser del siglo X. 

MONEDAS DELOS REYES CATÓLICOS
También han sido encontradas algunas monedas, las más antiguas de la época del los Reyes Católicos (s.XVI) y del periodo de los austrias, hasta llegar al siglo XIX. Otros objetos encontrados son restos de cerámica de diferentes épocas.

La abadía de San Adriano de Tuñón o Santo Adriano de Tuñón fue declarado Monumento Nacional el 4 de junio de 1931. 


El edificio pertenece al periodo postramirense del arte asturiano, ya que fue fundado y dotado por orden del rey asturiano Alfonso III el Magno y su esposa Jimena el 24 de enero del año 891 en presencia de los obispos de Coímbra, Iria Flavia, Astorga y Oviedo. Estaba dedicada a los mártires Adriano y a su esposa Natalia, cuyos restos se encontraban en León.