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13 de octubre de 2022

Trece lugares del Calcolítico de Bélmez, en busca de su puesta en valor

Por el momento, solo está en condiciones de ser visitado el yacimiento arqueológico de Casas de Don Pedro. Hay más de cincuenta construcciones megalíticas en la zona del Guadiato.

Bélmez es el municipio de la provincia de Córdoba que más lugares y enterramientos del Calcolítico tiene, 13 según el Sistema de Gestión e Información de los Bienes Culturales de Andalucía, "un legado importantísimo", en opinión de su alcalde, José Porras (PSOE), que apuesta por su puesta en valor.

Porras afirma que "tenemos la suerte de tener más de 50 construcciones megalíticas en toda la comarca del Guadiato y, precisamente en Belmez tenemos trece dólmenes catalogados, uno puesto en valor y otro a medio acabar su puesta en valor".

El regidor municipal ha señalado que "hemos intentado por todos los medios, a través de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía que nos puedan ayudar de alguna manera para poder seguir excavando, ya que pues un legado importantísimo", pero que, por el momento, solo está en condiciones de ser visitado el yacimiento arqueológico de Casas de Don Pedro.

Este fue el primero conocido y excavado de la cultura megalítica del Norte de la provincia de Córdoba y tiene como singularidad que posee los dos únicos menhires no funerarios de Andalucía, datados 3.951 años antes de nuestra era mediante un estudio realizado con carbono 14 calibrado.

Para el alcalde, "toda la comarca de Guadiato tiene muchísimos recursos y uno es el del turismo y tendríamos que ponerlo en valor, ya que esta zona era una zona minera y al cerrarse las minas tenemos que aprovechar los pocos recursos que tenemos, como son la ganadería, la agricultura y, sobre todo, el turismo".

Por eso, cree que la puesta en valor de los sepulcros prehistóricos de su municipio "sería un gran atractivo turístico para Belmez, pero también para la comarca", que "esconde un enorme y rico patrimonio de construcciones megalíticas", como señalan los profesores de la Universidad de Huelva Juan Carlos Vera y María José Martínez en un trabajo publicado en la revista PH90 Bienes, Paisajes e Itinerarios.

"Este legado lo componen varias decenas de dólmenes de corredor, galerías cubiertas y sepulcros de falsa cúpula, menhires y estelas-menhir que fueron erigidos por las sociedades de los primeros agricultores y ganaderos y los primeros metalúrgicos que habitaron en el valle entre el quinto y el tercer milenio antes de nuestra era", escriben los docentes en el artículo publicado en 2016.

Para el desarrollo de las expectativas, desde la Mancomunidad de Municipios se ha encargado a una empresa un plan turístico donde cada municipio "ha dado a conocer los valores y recursos que tiene y los recursos", en los que Belmez apuesta por sus túmulos.

De todas formas, José Porras asume que esta expansión turística, "por supuesto, requiere su tiempo y es a largo plazo, pero en ese plan turístico se contemplan todos estos monumentos megalíticos que hay y la idea de la Mancomunidad y del propio municipio de Belmez es ponerlos en valor".

Los profesores Vera y Martínez sitúan ocho de las estructuras megalíticas en la zona meridional del término de Belmez, entre el núcleo urbano principal del municipio y la pedanía de El Entredicho, "en su mayor parte muy cercanos a los poblados prehistóricos de Sierra Palacios".

Sierra Palacios es una elevación con tres picos, de unos cien metros de altura, donde se ha localizado una cueva que fue utilizada como sepulcro en el Calcolítico y ocupada en el Neolítico. De hecho, la arqueóloga Araceli Cristo Ropero, dentro del Proyecto Ager Mellariensis-UCO, vincula el poblado con el dolmen de Casas de Don Pedro.

La Guía Digital del Patrimonio Digital de Andalucía, integrada en el Sistema de Gestión e Información de los Bienes Culturales de Andalucía, del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, además de este dolmen, Sierra Palacios y de la cueva Agustín, recoge otros diez sepulcros en el término del Belmez.

Doña Rama I, II y III son sepulcros megalíticos, los dos primeros del tipo galería y el tercero soterrado bajo una vivienda, los de estructura tumular de Vega del Fresno, Cabeza de Vaca, Cortijo Viejo y Agudelo I y II, el de Fuentes del Corcho, estructurado a partir de una gran losa de cabecera, y el de La Retuerta, en el interior de una pequeña grieta natural abierta en unos afloramientos rocosos.

Las ubicaciones de "los principales monumentos y necrópolis" del Guadiato, argumentan los profesores Vera y Martínez, se relacionan "con los cursos de agua, lugares de paso ancestrales y los recursos económicos que se encuentran a lo largo y ancho del extenso valle que conforma este paisaje andaluz”.

29 de agosto de 2022

La sequía permite una nueva investigación arqueológica en el yacimiento íbero de Sierra Boyera (Córdoba)

El Ayuntamiento de Belmez y los responsables de la excavación ofrecen visitas explicativas a unos restos del siglo VII a.C.
Excavaciones arqueológicas en el yacimiento íbero de Sierra Boyera / Cadena SER 

Los años de sequía prolongada que arrastra la cuenca hidrográfica del río Guadalquivir muestran ahora su peor cara con los embalses de la provincia en una situación de escasez no vista desde los años noventa. Son estos bajos niveles de agua los que están haciendo aflorar parte de la historia de territorios antes inundados, sea de forma natural o por acción del hombre.

La bajada de la cota de agua ya deja ver en el Danubio, uno de los ríos más grandes de Europa, restos de buques alemanes hundidos durante la II Guerra Mundial. Y algo parecido ha ocurrido en el término municipal de Belmez (Córdoba), bañado por el embalse de Sierra Boyera, que a día de hoy se encuentra apenas al 12 % de su capacidad.

El nivel del agua se ha reducido de forma tan considerable que ha permitido ampliar una investigación arqueológica que iniciaron en el año 2018 científicos de la Universidad de Granada. Entonces, salió a la luz un yacimiento íbero que data de finales del siglo VII a.C. que fue descubierto por los propios vecinos del municipio cordobés.

Ahora, en un pantano con aspecto casi desértico, los arqueólogos siguen investigando sobre el hallazgo e incluso se están organizando visitas guiadas cada jueves, "que por el momento están siendo un éxito rotundo", según ha manifestado a La SER el responsable de la excavación, Pablo González.

El investigador concreta que "es el momento perfecto para realizar catas en este yacimiento, pues debido a los elementos de erosión, que van eliminando capas de tierra, nos encontrábamos en un 'punto de no retorno' respecto a la posible pérdida de información". "En pocos años, el yacimiento lo formarán objetos principalmente cerámicos que no nos dirán nada, porque en arqueología, el objeto sin el sustrato solo tiene valor como elemento de colección", sentencia.

Corte geológico tras corte geológico, las pesquisas han logrado reconstruir parte de una historia hasta ahora soterrada por el agua que abastece al Norte de la provincia. De hecho, se cree que el asentamiento tiene un híbrido de influencias del mundo íbero y el tartesio, pues se ha localizado un objeto de oro similar a los encontrados en el Tesoro de El Carambolo, localizado en Camas (Sevilla).

Los restos incluyen también un horno cerámico de tradición fenicia, figuras de bronce o un molino rotatorio de más de cuatrocientos kilogramos de peso. Aunque Pablo González matiza que "todavía falta mucho trabajo de laboratorio para encajar todas las piezas del puzle", las investigaciones han podido acreditar incluso un abandono temporal del asentamiento, gracias a capas de ceniza analizadas y una ocupación temporal posterior coincidente con las segundas Guerras Púnicas.

15 de diciembre de 2017

La sequía deja al descubierto restos íberos en Belmez (Córdoba)

Los arqueólogos identifican un sitio túrdulo datado entre los siglos XI y V a.C, el más antiguo y mejor conservado de toda la comarca
Muros de piedra aflorados al bajar el nivel del agua. FOTO: E.MAURIZ
Los pantanos bajan como consecuencia de la sequía y dejan al descubierto tesoros de otra época. Ocurrió en Iznájar y ha vuelto a suceder de nuevo, esta vez en el Norte de la provincia. En Sierra Boyera, en el término municipal de Belmez, ha emergido un asentamiento ibérico, en concreto un poblado por los antiguos túrdulos y que los arqueólogos ya consideran el mejor conservado en la comarca del Alto Guadiato hasta el momento, según informó el arqueólogo Antonio Monterroso.

El agua lo ha limpiado y dejado en disposición para investigarlo. Mientras perdure la sequía y hasta que las precipitaciones sumerjan los restos, la Universidad de Córdoba llevará a cabo una labor de urgencia, autorizada por la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, para salvaguardar los valores históricos de este yacimiento. Monterroso informó de que se encuentran en la fase de labores preparativas antes de iniciar la excavación, unos trabajos de excavación que podrían iniciarse antes de que termine el año y, en todo caso, no más allá del mes de enero.

  • DESTACA UN ZÓCALO DE PIEDRA CON UN ESPESOR QUE ALCANZA LOS 60 CENTÍMETROS
En cuanto a la datación de este poblado prerromano, Monterroso indicó que a tenor de los restos cerámicos hallados se puede fechar entre el los siglos XI y V antes de Cristo, lo que lo convierte en el poblado visible más antiguo de toda la comarca.

Respecto a su función, Monterroso se mostró cauteloso y señaló que hasta que no inicien la fase investigativa no podrán demostrar si se trata de un área doméstica, industrial o sacra. Dentro de los restos que han visualizado, no obstante, destaca un zócalo de piedra con un espesor de 60 centímetros.

"El Alto Guadiato siempre fue vanguardia industrial cuando tuvo las condiciones", dijo Monterroso, quien añadió que esta excavación va a permitir seguir avanzando en el descubrimiento de la fase prerromana de Beturia Túrdula. La excavación será dirigida por Araceli Cristo.

Los túrdulos fueron un pueblo prerromano asentado entre los valles del río Guadiana y el Guadalquivir, desde La Serena hasta la vega del Genil en Granada, cuya capital fue el antiguo oppidum de Ibolca, conocida como Obulco en tiempos de los romanos, y que se corresponde actualmente con la ciudad de Porcuna (Jaén). Entre otras particularidades, se cree que se diferenciaban de los demás pueblos ibéricos en el idioma, supuestamente de origen tartesio. Su frontera natural al Sur era la cordillera Penibética.