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14 de enero de 2020

Hallan en Ateca nuevos restos arqueológicos relacionados con El Cid

Encuentran piezas de cerámica y muros del enigmático poblado zaragozano de Alcocer, descrito en el Cantar de Mío Cid
Restos de construcciones de lo que fue el poblado de Alcocer, conquistado por El Cid a los musulmanes, según el poema del Cantar . FOTO: DIPUTACIÓN DE ZARAGOZA.
Los arqueólogos han hallado en Ateca (Zaragoza) nuevos restos de enseres domésticos ligados a un antiguo poblado medieval descrito en el Cantar de Mío Cid. Se trata de fragmentos de piezas de cerámica como ollas y cazuelas, así como los vestigios de dos muros que no estaban documentados hasta la fecha.

Este yacimiento de Ateca, en el paraje de La Mora Encantada, se ha identificado con el desaparecido poblado de Alcocer, un enigmático enclave del que no hubo ni rastro durante siglos, solo su descripción en el Cantar de Mío Cid.

Hace treinta años, los investigadores concluyeron que todo apuntaba a que estaba en las inmediaciones de Ateca, y hace 15 años las excavaciones arqueológicas dieron con los restos de un antiguo poblado medieval que se ha identificado con el Alcocer descrito en el poema de El Cid.

ENCLAVE MUSULMÁN
Según el Cantar, Alcocer fue un enclave musulmán que las huestes de El Cid conquistaron a los musulmanes en estas tierras del estratégico valle del Jalón, eje natural de comunicación entre el Valle del Ebro y la Meseta.

Los enseres que se han encontrado ahora han sido datados en el siglo XI, de época taifal, cuando este territorio del valle del Jalón seguía bajo dominación musulmana.

Estos hallazgos han tenido lugar durante la última campaña de excavaciones que se ha realizado en el paraje de La Mora Encantada, que desde hace años es objeto de investigaciones arqueológicas. Según ha explicado el historiador Francisco Martínez, los restos que han aparecido refuerzan la idea de que este poblado era Alcocer, el enclave descrito en el Cantar de Mío Cid.

Estas últimas prospecciones se realizaron el pasado mes de noviembre, financiadas un año más por la Diputación de Zaragoza (DPZ). Los resultados de estos trabajos se dieron a conocer este lunes.

«Las excavaciones han permitido resolver una incógnita que duró décadas», destacó Francisco Martínez: «Alcocer existió, y está en Ateca», subrayó a partir de los hallazgos que se han producido durante los últimos años.

Este historiador afirmó que «la confirmación de que Alcocer está en el paraje de La Mora Encantada abre la puerta a la posibilidad de que El Campeador, una vez desterrado en el año 1081, siguiese la ruta del Jalón para llegar a Barcelona y buscar cobijo en la corte de los condes Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II».

ABANDONO EN EL SIGLO XI
Las excavaciones no solo han permitido identificar dónde estuvo Alcocer sino también el fin que tuvo este poblado. Los hallazgos «refuerzan la idea del abandono definitivo del asentamiento tras su destrucción y quema, a finales del siglo XI».
Quinta campaña de excavaciones

El yacimiento se encuentra a escasa distancia del casco urbano de Ateca, dentro de su término municipal. Ocupa una zona alta y abarrancada, característica de los emplazamientos hispanomusulmanes.

Esta es la quinta excavación arqueológica que se realiza en este enclave. La primera se llevó a cabo en 2004, promovida por el Ayuntamiento de Ateca. Las otras cuatro se han realizado en los años 2016, 2017, 2018 y 2019, bajo los auspicios de la Diputación de Zaragoza y en el marco del programa de actividades ligadas al Camino del Cid, ruta gestionada por un consorcio interprovincial del que forma parte la DPZ.

(Fuente: ABC

3 de agosto de 2017

En búsqueda de la casa de El Cid, en Burgos

La excavación iniciada en el Solar del Cid trata de dar respuesta a la pregunta sobre si Rodrigo Díaz de Vivar tuvo una vivienda en ese espacio. Ya se han extraído numerosos restos de cerámica, hierro y monedas.
Excavaciones iniciadas en el Solar del Cid, en la calle Fernán González. FOTO: LA TRIBUNA DE SALAMANCA
La tradición oral establece un vínculo de Rodrigo Díaz de Vivar, 'el Cid', con la iglesia de San Martín, que estuvo ubicada cerca del Arco de San Martín, al final de calle Fernán González y donde se levanta lo que hoy se conoce como "el Solar del Cid". Un espacio en el que se están llevando a cabo unas excavaciones arqueológicas dirigidas por Fabiola Monzón, arqueóloga responsable también de los trabajos que se están realizando en la iglesia deSan Román, para encontrar restos que puedan acreditar la existencia de las llamadas ‘Casas del Cid’.

Los primeros hallazgos de las excavaciones, en las que están participando la asociación Ego Ruderico, que puso en conocimiento del Ayuntamiento la investigación que estaba realizando sobre este espacio, el Consistorio y la Junta, no se han hecho esperar, aunque, como advierte Monzón, no hay todavía resultados concluyentes. Se han sacado numerosos restos de cerámica, hierros, «algunas monedas, que están en proceso de limpieza, un hacha pulimentada», muchos objetos que se van a a analizar, aunque adelantó que pueden pertenecer a la Edad Media.

La arqueóloga destacó que el objetivo es «comprobar la estratigrafía y el estado de los restos arqueológicos». Monzón recordó que las primeras noticias documentadas del Solar del Cid y de las ‘Casas del Cid’ están vinculadas al Monasterio de San Pedro de Cardeña y se remontan al siglo XV. Es entonces cuando queda constancia del deseo de los monjes de arrendar unas casas que fueron del Cid. Con el paso de los años, estas viviendas están prácticamente en ruinas y en 1593 «el Ayuntamiento decide obtener a censo perpetuo lo que habían sido supuestamente las casas del Cid», apunta la arqueóloga. Lo hace a cambio de pagar 500 maravedíes anuales y levantar un arco. No hay constancia de que se levantara ese monumento. No será hasta el año 1784 cuando se erige el actual, con el escudo delCid en el centro, flanqueado por los de Burgos y Cardeña.

La pregunta es inevitable: ¿Tuvo el Cid una casa aquí? La responsable de la excavación recuerda que «siempre ha habido una tradición vinculada con esa iglesia, pero realmente no hay una documentación escrita que nos lo aporte». A ello añade el hecho de que «es Fernando VI el que potencia esta zona con el Camino de Santiago, el hospital del emperador SanJuan,... y ¿por qué no? si él no tuvo casa le pudo donar algún solar o casas, cabe esa posibilidad, que por el momento desconocemos».

Lo que sí se sabe es que el Solar del Cid ha permanecido prácticamente inalterado con el paso de los años. Aunque sí ha cambiado mucho el entorno. Monzón mostró u grabado y una fotografía para reflejar esa transformación. Enseñó un grabado publicado en 1820, pero que «estaría hecho antes, ya que este barrio se derriba con la iglesia de San Román en la Guerra de la Independencia», por lo que sería de 1808.

Respecto a lo que los investigadores se han encontrado en las primeras prospecciones que se han realizado, Monzón indicó que «hemos visto distintas fases constructivas dentro de este sondeo, que a pesar de ser pequeño ha sido muy fructífero». Así, se han encontrado una serie de fosas y silos, dedicados a almacenar el grano, que «se asocian a periodos altomedievales». Por otro lado, se ha preparado una zanja en el terreno natural para ejecutar una serie de construcciones subterráneas. Hacia la zona este han encontrado unas estructuras relacionadas con una actividad artesanal.De todas formas,Monzón recordó que en su día la calle donde se ubica el Solar del Cid se llamaba Tenebregosa, y estuvo ocupada por gremios. Las estructuras son muros de tapial con revestimientos de yeso y cal.

Estas estructuras están sobre «un gran pavimento, espectacular desde el punto de vista arqueológico, sobre todo, por las dimensiones. Pensamos que podía ser una calle pero lo descartamos porque hay un círculo con un pilar y una urna con una decoración que converge en ese punto». Otro de los descubrimientos es un muro más moderno, del que solo se puede ver una pequeña parte, por lo que no se ha podido determinar todavía su función y características. Debajo del muro «hay una gran piedra caliza con los restos de madera, por lo que se estaría hablando de que existe una puerta».

Estos trabajos se incluyen dentro de las ya iniciados en la iglesia de San Román, que cuentan con un presupuesto de 80.000 euros.

11 de enero de 2017

Los arqueólogos confirman la veracidad de la batalla de Alcocer que narra "El Cantar del Mío Cid"

Las excavaciones en el paraje de La Mora Encantada de Ateca (Zaragoza) confirman la existencia de un asentamiento de época islámica que fue abandonado de forma precipitada antes de la conquista de Calatayud en 1120. 
Excavaciones en Ateca, donde tuvo lugar la batalla de Alcocer. FOTO: DIPUTACIÓN DE ZARAGOZA
La Diputación de Zaragoza ha realizado una segunda campaña de excavación en el paraje del término municipal de Ateca en el que tuvo lugar la famosa batalla de Alcocer que narra el Cantar del Mío Cid.

Los trabajos, incluidos dentro de las actividades del Consorcio Camino del Cid, buscan conocer mejor el asentamiento junto al que se produjo el combate como primer paso para promocionarlo dentro de la ruta cidiana. "El hecho de que la batalla de Alcocer tuviera lugar en Ateca, en el paraje de La Mora Encantada, convierte este municipio en el escenario principal del Cantar del Destierro y en un lugar de visita indispensable para todo aquel que desee seguir las huellas de Rodrigo Díaz de Vivar", ha destacado la diputada delegada de Cultura, Cristina Palacín.

Por ello, la Diputación de Zaragoza, como integrante del Consorcio Camino del Cid, ha decidido financiar esta excavación para seguir estudiando los restos arqueológicos de ese enclave histórico en el que ya se hizo una primera excavación en el año 2004.

La conquista de Alcocer se cuenta en el Cantar del Destierro, los versos en los que el Cantar del Mío Cid narra el exilio del legendario caballero castellano --que en realidad fueron dos: uno en el 1081 y otro en el 1088--. El autor del poema tenía grandes conocimientos de geografía, lo que permite seguir con precisión todo el destierro literario del Cid por tierras de Soria, Guadalajara, Zaragoza y Teruel, ha indicado la institución provincial en una nota de prensa.


RUTA ARAGONESA
En concreto, la ruta aragonesa de Rodrigo Díaz de Vivar comenzó en un lugar situado entre Ariza y Cetina. Después, el guerrero atravesó Alhama y pasó de largo por el núcleo urbano de Ateca para instalarse en un promontorio cercano al río Jalón -actualmente conocido como cerro Torrecid- desde el que se dispuso a conquistar Alcocer.

Lo logró 15 semanas después. Sin embargo, una vez que este asentamiento estuvo en su poder, un ejército valenciano acudió al lugar para recuperarlo. El Cid presentó batalla y venció a los musulmanes de forma "aplastante".

El problema es que, al tratarse de un cantar de gesta, hay que averiguar qué parte del poema se basa en hechos reales y cuál es imaginaria. Por eso, los investigadores tuvieron que recurrir a distintas fuentes documentales y toponímicas para poder determinar la ubicación más probable de Alcocer.


EL ENCLAVE Y LAS EXCAVACIONES
Las indagaciones realizadas por el historiador Francisco Martínez desde la década de los 80 le llevaron a concluir que ese emplazamiento de origen musulmán estuvo en el paraje actualmente conocido como La Mora Encantada, un cerro del término municipal de Ateca coronado por un farallón arcilloso en el que se aprecia que fue moldeado por la mano del hombre.

Sin embargo, las pruebas documentales tenían que contrastarse mediante la arqueología. Por eso en el año 2004 se realizó una primera excavación impulsada por el Ayuntamiento de Ateca que confirmó que en ese lugar existió un asentamiento de época islámica situado al abrigo del farallón arcilloso, sobre el cual se emplazaría una torre para vigilar el territorio.

Los restos hallados llevaron a concluir que su abandono fue precipitado y que son de época anterior a la conquista de Calatayud por el rey Alfonso I en el año 1120. Más de una década después, la Diputación de Zaragoza ha impulsado una segunda excavación para seguir descubriendo los restos de Alcocer. Los trabajos, dirigidos por los arqueólogos José Luis Cebolla y Francisco Javier Ruiz, se han llevado a cabo durante el mes de diciembre y se han centrado en el área en la que aparecieron los restos localizados en 2004.

"Primero hemos hecho un levantamiento topográfico y en tres dimensiones del yacimiento y luego hemos procedido a la excavación en sí, que ha sacado a la luz nuevas estructuras y nuevos materiales arqueológicos", ha detallado José Luis Cebolla, para agregar que "una vez realizado el trabajo de campo, ahora procederemos a estudiar y analizar estos hallazgos para ver qué información nos aportan".


EL CAMINO DEL CID
La excavación ha costado 10.000 euros y ha sido financiada por la Diputación de Zaragoza dentro de las actividades del consorcio Camino del Cid. Esta entidad pública, de la que forman parte la DPZ y otras siete diputaciones provinciales, se dedica a impulsar y difundir la ruta cidiana, un itinerario turístico y cultural que atraviesa España de noroeste a sudeste y que sigue las huellas literarias e históricas de Rodrigo Díaz de Vivar utilizando el famoso cantar como guía de viaje.

Debido a su longitud --unos 1.400 kilómetros de senderos y 2.000 kilómetros de carreteras--, el Camino del Cid está dividido en rutas temáticas unidas entre sí para que el viajero pueda acomodar el recurrido a los días de los que dispone. El camino está pensado para realizarlo a pie, en bicicleta de montaña o de carretera o en coche o moto.

25 de octubre de 2012

Investigadores del CSIC hallan en Londres el único original atribuido al conde Fernán González

Los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) encontraron el pergamino del que fue conde de Castilla entre 932 y 970 en la British Library y es un acta notarial fechada en el año 937 y elaborada por el escriba Florencio de Valeránica.
El Acta hallada en Londres es el único original relacionado con Fernán
González que existe. 
La autoría de uno de los grandes de la Edad Media, Fernán González, fue "pirateada" durante los siglos XII y XIII muy a menudo como forma de vincularse a su prestigio. Más de mil años después se ha hallado, en Londres, el único original que se conserva de esta figura comparable a la del Cid Campeador.

Julio Escalona, Isabel Velázquez Soriano y Paloma Juárez Benítez, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Complutense, son los autores del hallazgo, del que hoy da noticia el "Journal of Medieval Iberian Studies".

Los investigadores encontraron el pergamino del que fue conde de Castilla entre 932 y 970 en la British Library y es un acta notarial fechada en el año 937 y elaborada por el escriba Florencio de Valeránica.

La figura de Fernán González, señala Escalona -del Instituto de Historia del CSIC-, fue magnificada y mitificada a partir del siglo XII para reivindicar la identidad castellana frente a León y acabó por convertirse en un protagonista clave de la historia de Castilla, comparable al Cid Campeador.

En esa estela, durante los siglos XII y XIII se falsificaron numerosos documentos atribuidos al conde como medio de vincularse a una figura histórica de gran prestigio.

Se conservan algunas de esas falsificaciones y copias de documentos auténticos, pero el acta hallada en Londres es el único original relacionado con Fernán González que existe.

Es un documento, de 23,7 centímetros de alto por 36,8 de ancho, que certifica que Fernán González y su esposa Sancha donan el monasterio de Santa María de Cárdaba (en la provincia de Segovia) al monasterio de San Pedro de Arlanza (Burgos).

Bajo el texto principal, escrito con letra visigótica libraria (textualis) muy cuidada, se añadieron los monogramas de los donantes y los nombres de los confirmantes y del escriba en una caligrafía más suelta y rápida.

Es muy probable, según los investigadores, que fuera elaborado en el monasterio de Valeránica, en el que trabajaba el escriba e iluminador Florencio, uno de los más relevantes de la Castilla del siglo X por sus obras de lujo, de gran formato y cuidada factura como los Moralia in Job, custodiados en la Biblioteca Nacional.

Tras la firma, el acuerdo se custodió en el archivo de San Pedro de Arlanza donde permaneció hasta 1488, cuando el priorato de Cárdaba pasó a manos del monasterio de Santa María de Sacramenia, del que salió a raíz de la desamortización, en el XIX.

Su pista se pierde hasta 1943, cuando es donado por un coleccionista inglés a la British Library, donde se conserva actualmente.

(Fuente: La Información)

18 de febrero de 2012

Recuperan los tesoros cidianos robados en San Pedro de Cardeña (Burgos)

Ni tres días han tardado los agentes de la Guardia Civil en dar con el paradero de los ladrones del monasterio cisterciense de San Pedro de Cardeña. La Benemérita detuvo ayer al menos a tres ciudadanos como los presuntos autores del expolio de parte de la colección Escolar-Puente cometido en la noche del pasado domingo.
 El prior del convento y otro monje -ceramista- observan las vitrinas vacías
tras el robo del domingo. DB/Luis López Araico 
 

Las investigaciones de la Policía Judicial del Instituto Armado -en colaboración con la Científica- llevaba a la Guardia Civil hasta un piso situado en el número 2 de la calle Infantas, situada en el barrio de Parralillos -encima del local hostelero Campus Tavern. Tras solicitar autorización al Juzgado de Guardia para la entrada y registro de la casa, numerosos agentes acudían hasta el lugar ayer por la mañana para practicar la inspección de la vivienda, donde al menos vivían seis personas de origen rumano. En la búsqueda hallaron el botín de 115 piezas que se llevaron del convento hace cuatro días, según ha podido saber este periódico. Y también hallaron otras obras que hacen pensar que la banda actuó en algún otro templo en el radio de acción de Burgos capital. Uno de los detenidos portaba una pistola.
Según las primeras hipótesis, el robo no tuvo lugar como consecuencia de un encargo. El golpe tenía por objetivo, en principio, hacerse con los metales preciosos -oro y plata- con el propósito de venderlos posteriormente al peso.
La Guardia Civil tomó ayer por la mañana el barrio de Parralillos, al destinar a la calle Infantas varios coches patrulla y furgones -con numerosos agentes-. La intervención en el piso comenzaba a primera hora y se alargaba hasta la hora de comer. Los ciudadanos rumanos llevaban viviendo unos seis meses en esta dirección.

Gran despliegue
Los vecinos del barrio observaron con perplejidad el despliegue de la Benemérita. Algunos habitantes de la zona preguntados por DB señalaron que lo primero que pensaron «fue en ETA», porque en la vida habían visto «tantos agentes de la Guardia Civil juntos».
La operación de la Guardia Civil se produce solo tres días después de que los monjes del monasterio presentaran la denuncia  por la sustracción de objetos y dos desde que los investigadores de la Benemérita visitaran el lugar de los hechos y comenzaran las indagaciones. Eso sí, desde el primer momento siguieron la pista de una banda de ciudadanos del Este europeo, aunque tampoco desecharon otras hipótesis.
Accedieron a la capilla del Cid directamente, sin pasar por la iglesia, lo que indica que conocían a la perfección el monasterio y sus medidas de seguridad, ya que en la nave central del templo hay una alarma que detecta la presencia de cualquier movimiento. Llegaron en coche y se dirigieron al ábside que sobresale de  la construcción principal por la parte derecha. Su propósito era trepar hasta un ventanuco al que se accede cruzando una tapia coronada por una malla metálica, romper el cristal y colarse en el oratorio que guarda el fondo artístico. Para llegar a ese vano desde fuera  solo hay dos metros de altura, pero una vez dentro, para deslizarse hasta el suelo de la capilla, tuvieron que descolgarse por unos seis metros de desnivel.
Para el descenso les fue de gran ayuda el retablo de San Sisebuto situado justo debajo de la vidriera que partieron para poder entrar al templo.  Apoyaron los pies en la parte alta y fueron bajando poco a poco ayudados por una cuerda. Una vez finalizada la bajada, tenían las cosas muy claras. Fueron directos a tres de las vitrinas que flanquean los sepulcros del Cid y Doña Jimena.
(Fuente: Diario de Burgos / I. Elices)

15 de febrero de 2012

El Cid se revuelve en su tumba

La Guardia Civil investiga el robo de más de un centenar de piezas de la colección donada por el artista Segundo Escolar al Monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos) y que estaban expuestas al público en la sala cidiana de la abadía. 
Todo parece indicar que se trata de un robo por encargo realizado por profesionales que se llevaron tres esculturas, dos arquetas y varios juegos de arras y medallas cidianas, entre otras cosas.
El prior Vidal junto a las urnas. desvalijadas.
El prior del Monasterio de San Pedro de Cardeña, José María Vidal, considera que el robo pudo producirse en la noche del domingo, aunque la presencia de los ladrones no activó el sistema de alarma con que cuenta el templo, por lo que los hechos no se descubrieron hasta el domingo.
Al parecer, los cacos entraron por un rosetón que da justo al lugar donde se encontraba la colección donada por Segundo Escolar, la sala cidiana de la abadía donde se encuentran, además, los sarcófagos del Cid y doña Jimena. Se da la circunstancia de que desde el exterior, esta entrada se encuentra a sólo unos dos metros del suelo y, una vez dentro, los intrusos se descolgaron por un retablo para llegar hasta el suelo del templo desde una altura interior de unos cinco metros.
Se da la circunstancia de que ese ojo de buey es el único acceso al templo que no está conectado al sistema de alarma, por lo que se considera que los ladrones habían estudiado previamente el lugar y preparado minuciosamente el golpe, que llevaron a cabo sin causar grandes daños ni en las vitrinas ni en el resto de piezas de la sala cidiana del monasterio. .

Asalto específico

El prior de esta abadía conocida por ser el lugar en el que se inició el destierro del Cid, explicó ayer que los intrusos asaltaron específicamente tres de las doce vitrinas de la sala de donde se llevaron más de un centenar de monedas y medallas de oro, plata y bronce diseñadas por Segundo Escolar sobre la historia del Cid, con motivo del milenario del «Cantar de mio Cid«, que se celebró en 2010. El precio del metal de estas piezas rondaría los 10.000 euros, aunque su valor artístico es «incalculable».
El propio artista Segundo Escolar lamentó los hechos y, a la espera de los resultados de la investigación abierta, mostró su esperanza de que, al menos, las piezas que han sido robadas «no sufran» y se conserven, «aunque sea en colecciones privadas».
El subdelegado del Gobierno en Burgos, José María Arribas, declaró a Ical que ya se mantuvieron contactos con responsables de Patrimonio de la Junta de Castilla y León y del Arzobispado de Burgos.
(Fuente: ABC / Mar González