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29 de noviembre de 2022

Descubren una gran mina de oro subterránea en Las Médulas

Un grupo de investigadores del Instituto de Estudios Cabreireses ha localizado una explotación aurífera de 30 metros cuadros en Puente de Domingo Flórez, dentro del espacio arqueológico
"La gente que no se piense que va a encontrar ahí dentro oro y cascos romanos. Lo que hay es canto rodado incrustado en arcilla".

Un descubrimiento que consolida las fortalezas del municipio de Puente de Domingo Flórez en el contexto del paraje Patrimonio de la Humanidad de Las Médulas. Este es el nuevo mérito de los investigadores del Instituto de Estudios Cabreireses (IEC) Jorge Arias, Balbino Núñez y Miguel Merayo, que este domingo hallaron en el denominado paraje de Las Ferreiruscas, muy próximo al núcleo urbano de la localidad de Puente y en el espacio arqueológico de Las Médulas, lo que "parece ser una de las mayores explotaciones de oro romanas subterráneas de la zona", aseguran. Una mina que hasta ahora había pasado desapercibida pese a los estudios e investigaciones llevados a cabo "porque se encuentra bastante oculta entre la vegetación", explicó uno de sus descubridores.

"Llevaba muchos años buscándola, sabía que tenía que estar, pero la espesa vegetación dificultaba su visión. Ha sido gracias a un vecino que un día me comentó que sabía que en ese punto había unas oquedades en la tierra. Y la insistencia ha dado sus frutos, ya que todo ese terreno existen muchos amontonamientos de estériles", relató el presidente del IEC, Jorge Arias.

La explotación localizada en el subsuelo tiene unos 30 metros cuadrados y es de fácil acceso, aunque será necesaria una intensa labor de desbroce de la maleza, los árboles y arbustos que la mantuvieron en secreto hasta el domingo.

El ingeniero Roberto Matías, uno de los mayores conocedores y principales investigadores del espacio arqueológico y cultural de Las Médulas, será el primero en examinar el hallazgo. Tiene previsto hacerlo la próxima semana. De momento, por las imágenes y la información a la que ha tenido acceso, Matías constata que el descubrimiento es inaudito y que no hay en la zona otra explotación de iguales características. Sí se puede comparar con una que hay del otro lado del río, ya en la provincia de Orense, la mina de Melgotos. "Geológicamente son semejantes", afirma y adelanta la posibilidad de que la de Puente de Domingo Flórez sea mayor. Aunque habrá que esperar a que estudie el caso sobre el territorio para confirmarlo.

"Estamos hablando de la mina de oro subterránea más grande de las que conocemos hasta ahora. Es un caso excepcional y está justo encima de Puente de Domingo Flórez", subrayó Roberto Matías. La particularidad de esta explotación de interior es que "está alejada del cauce actual del río, corresponde con un antiguo nivel de terrazas de lo que hoy es el río Sil", añadió. Los romanos abrieron y explotaron esta oquedad porque su riqueza era "notable". "Tenía mucho material", ha dicho el ingeniero.

No es primera vez que este grupo vinculado al Instituto de Estudios Cabreireses, que se dedica a esta labor de búsqueda por hobby, encuentra vestigios de la actividad extractiva aurífera romana. Ha habido otros hallazgos anteriores como Santalavilla (Benuza) o Quereño (Valdeorras), pero "no hemos dicho nada públicamente porque hemos querido que se supiera", explicó Arias. La propiedad privada de los terrenos en los que están ubicadas o la falta de seguridad son las razones fundamentales de esa decisión de mantenerlas ocultas a la sociedad, que no a los expertos.

En la visita del arqueólogo encargado de la investigación en Las Médulas, Sánchez Palencia, realizó a finales de los años 80, ya dejó certificado uno de esos amontonamientos más bajos y cercanos al núcleo del pueblo en un canal de lavabo de estériles romano. "La mina es una concentración de conglomerados, con una gran sala de unos 30 metros cuadrados y con continuidad de tres galerías hacia la derecha. En breve, se hará una prospección por Roberto Matías, cabeza de este grupo de investigación, y seguidamente su certificación a Patrimonio con la intención de que entre a formar parte del patrimonio arqueológico de Las Médulas y del propio patrimonio del Puente de Domingo Flórez", subrayó el grupo de investigadores, que incidieron en que este descubrimiento "viene a certificar de nuevo que lo que vivió el Imperio Romano con el noroeste de la Península Ibérica fue una verdadera 'fiebre del oro' que habría condicionado la estrategia sociopolítica de la Roma de entonces".

"Puente de Domingo Flórez es una gran explotación aurífera romana. Todo el pueblo y los alrededores fueron trabajados por los romanos. Ahora, lo que hace falta es demostrarlo", afirmó el presidente del IEC y miembro del grupo que ha descubierto la mina. Una explotación que está "a poco más de dos kilómetros en línea recta de Las Médulas" y próxima también a un canal de lavado de oro hecho con canto rodado al que se llevaban las piedras que se sacaban de esta explotación subterránea para lavarlas y partirlas o machacarlas. Así se sacaba el polvo de oro.

"La gente que no se piense que va a encontrar ahí dentro oro y cascos romanos. Lo que hay es canto rodado incrustado en arcilla, que hacen un conglomerado como si fuera cemento", dejó claro Arias. De hecho, prefieren no detallar la ubicación exacta ni dar pistas para evitar que los curiosos se adelante a los investigadores o que se pueda generar cualquier situación de peligro.

Descubrimientos previos
El hallazgo de la mina de oro de Puente de Domingo Flórez se suma a los otros importantes que se han producido en los últimos años en el entorno de Las Médulas, muchos propiciados por acciones arqueológicas al margen de los cauces oficiales. En 2002, fue la ya citada mina de Llamas de La Cabrera; en 2008, 20 kilómetros del canal CN-1bis en la vertiente norte de los Aquilianos; y en 2017, los 43 kilómetros del canal C-4 en Corporales.

«La localización de esta mina es el resultado del reconocimiento directo de campo durante días, persiguiendo la información oral de personas que las han conocido y que, incluso, han olvidado su ubicación o no les dieron importancia», explicó Roberto Matías, haciendo hincapié en el valor de las personas que, de manera voluntaria, dedican sus horas libres a tratar de armar la historia. Lo hace el Instituto de Estudios Cabreireses y lo han hecho también Promonumenta y la Asociación Cultural Paradela de Muces, por ejemplo.

La postura oficial
Una vez descubierto el bien, habrá que comunicarlo a Patrimonio (Consejería de Cultura y Turismo) para que este emprenda las acciones que le competen en este tipo de situaciones. Su inclusión en el patrimonio arqueológico de Las Médulas es el destino final, pero para ello hay que constatar oficialmente «el rigor científico» del hallazgo, explicó la gerente de la Fundación Las Médulas, Marian Revuelta, que no dudó en celebrar la noticia, siempre con la precaución que exigen los tiempos.

«Sería fantástico poder integrarla como parte de la oferta de Las Médulas, pero primero habrá que ratificar su valor», ha dicho Revuelta. No hay que pasar por alto que Puente tiene sobre la mesa más de dos millones de euros de fondos europeos para el desarrollo de un proyecto turístico del que se encargará la Fundación Las Médulas. La nueva mina podría ser uno de los recursos de este plan. El acceso es fácil, reconocen sus halladores. Basta con limpieza y desbrozar la zona para hacerlo visible.

30 de agosto de 2016

Las excavaciones sacan a la luz el yacimiento prerromano de La Peña del Hombre (León)

Las investigaciones se centrarán en una fase posterior en analizar los posibles vínculos con Las Médulas. El asentamiento prerromano será visitable en 2018. 
La excavación aportará nuevos datos sobre el contexto social, histórico y político de la explotación aurífera de las Médulas.
FOTO: ANA F. BARREDO.
A simple vista era un montículo de piedras desordenadas, fechadas en el paleozoico, situadas a 1.240 metros de altitud y atrapadas por unas matas de roble desde las que se divisa la llanura central berciana y el círculo que conforma la cadena montañosa que rodea la comarca. Hoy, aquel desorden aparente de escombrera —causado por el paso de más de 2.200 años de antigüedad— empieza a desaparecer y el trabajo de excavación de este verano de un grupo de 24 arqueólogos de 10 universidades ha sacado a la luz parte del asentamiento castreño prerromano de la Peña del Hombre.

Ayer se clausuraba el campo de trabajo que promueve la Fundación las Médulas, la Junta y el Ayuntamiento de Priaranza del Bierzo. Y como lo que se ha descubierto es de gran relevancia cultural y turística, allí estaba el director general de Patrimonio, Enrique Sáiz, quien confía en que habrá un segundo campo de trabajo el próximo año y todo el hallazgo podría ser ya visitable en el 2018. Sáiz dijo que pretenden convertir estos trabajos, situados en el entorno de Las Médulas, en un «laboratorio arqueológico», junto con el yacimiento de Pedreiras (Lago de Carucedo), el Castrelín (San Juan de Paluezas) y la Corona del Cerco (Borrenes).

El castro de la Peña del Hombre está en el municipio de Priaranza del Bierzo y se accede a él desde el pueblo de Paradela de Muces, siguiendo parte de la pista de tierra que conduce a Ferradillo y desviándose a la izquierda por un empinado cortafuegos, sólo apto para vehículos todoterreno. Al sur, las montañas de Ferradillo, y al norte —montaña abajo— el imponente castillo de Cornatel.

El director de Patrimonio contextualizaba lo que significa este campo de trabajo arqueológico: «Conocemos muy bien lo que es la extracción aurífera de las Médulas, pero falta todavía por avanzar y descubrir el contexto histórico, geográfico de un espacio como el castro de la Peña del Hombre, que puede dar datos muy relevantes acerca de lo que fue ese contexto social, histórico y político de la explotación aurífera de las Médulas».

La ubicación en altitud del castro lo hace único y excepcional, y aunque era conocido, es la primera vez que se excava y se investiga. «Esto nos permite como objetivo de la excavación situar su importancia en relación a lo que fue la ocupación romana de la explotación aurífera y la posible vinculación o no que tuvo con esa explotación», dijo Sáiz.

ORIGEN PRERROMANO
Precisamente una de las conclusiones de estos trabajos arqueológicos es que estamos ante un yacimiento de entre los años 600 y 200 antes de Cristo; aunque este dato deberá ser reafirmado científicamente a través del gabinete de laboratorio. Es un asentamiento previo a las Médulas, pero su creación alude al control del territorio y hay datos que indican que su masa social fue posteriormente utilizada para la obtención del oro.

Esta primera excavación afectó a unos 300 metros cuadrados; 250 de fuera de la muralla, de hasta 3 metros de altura, y unos 100 metros de estructura de vivienda o centro social interior. Jesús Celis, director científico de la excavación, dijo que se trata de un «yacimiento singular», con mucho por descubrir, como una estructura en su zona este desconocida, de enorme porte y de planta ovalada, que algunos creen pueda ser una torre.

26 de enero de 2016

Las minas romanas de Castrocontrigo (León) podrían haber triplicado la producción de oro de Las Médulas

Arqueólogos de la Universidad de Salamanca anunciaron hace poco más de un año el descubrimiento de unas nuevas minas de oro romanas en el valle del Eria gracias al uso de la tecnología Lidar. Ahora se sabe que la producción de estas minas habría triplicado la cantidad de oro extraído en las Las Médulas.
El complejo minero tiene unas estructuras que aún se conservan sobre el terreno pero se aprecian con dificultad por la vegetación que las oculta. FOTO: LA INFORMACIÓN.
El valle de Eria, en León, dió a finales de 2014  uno de los grandes descubrimientos arqueológicos: los secretos de una gran mina de oro del Imperio Romano.

Javier Fernández Lozano es investigador de la Universidad de Salamanca, trabaja para el departamento de Geología y participó en este descubrimiento.


NOVEDOSA COMBINACIÓN 
"Hemos procesado todos los datos que nos han facilitado los láser aerotransportado con los que hemos trabajado y hemos aplicado un extra, los drones".

"Poder distinguir estos yacimientos a simple vista es muy complicado por culpa de la vegetación pero con esta metodología ha resultado mucho más fácil".

"Los drones nos han permitido conocer al detalle la zona y saber si se han explotado con anterioridad. Habitualmente en los trabajos arqueológicos ocurre un problema y es que no siempre hay buenos datos para trabajar".

"Mediante esta serie de técnicas hemos mejorado los datos que ya existían de la zona y ahora podemos visualizar cosas que antes era imposible y conocer, por ejemplo, los canales hidráulicos que sirvieron para explotar los yacimientos de oro. Y donde había buenos datos hemos aportado otros mejores".

Estos datos confirman por tanto que los romanos tenían un elaborado método de extracción sistemática que probablemente empleó a un grupo cualificado.

UNO DE LOS MAYORES COMPLEJOS MINEROS DE ORO DEL IMPERIO ROMANO
El valle del Eria es una zona en la que ya se conocía que había oro pero que debido a la cantidad de explotaciones de bosques, campos de cultivo, etc, tenía ocultas gran parte de sus yacimientos.

El Valle se encuentra entre la localidad de Castrocontrigo y la Cumbre de Teleno y en el se extienden más de 13.000 hectáreas de explotación minera.

Los cálculos más recientes han señalado que la suma de oro extraído en estas dos zonas señalan que la suma del oro extraído puede superar las 9 toneladas frente a los 3,5 y 5 toneladas que se habrían logrado en Las Médulas.


¿UN FUTURO GEOPARQUE?
En las comarcas de La Cabrera y Valdería es donde se asienta el yacimiento. Estas zonas se han visto condenadas, con el paso de los años,a la pérdida cada vez más preocupante de sus habitantes.

En 1950 alcazaron su máximo de vecinos pero con la emigración masiva del campo a las ciudades estas comarcas se quedan sin gente y no superan a día de hoy los 2.000 habitantes, nos cuenta Fernández-Lozano.

"Siendo de allí estoy viendo que aquello se muere. Por eso tenemos en mente la creación de un Geoparque, que puede suponer un gran atractivo para el público en general y es una forma de potenciar el turismo gracias a la financiación".

Un Geoparque es una zona protegida y una figura que ofrece la UNESCO a los territorios que tienen un especial interés geológico y cultural.

4 de diciembre de 2014

Localizan nuevas explotaciones de oro romanas en Castrocontrigo (León)

Un vuelo con tecnología láser "LiDAR" pone al descubierto las huellas de los trabajos hidráulicos realizados por los romanos para la extracción de oro en el valle del Eria (León). La investigación ha demostrado que la explotación fue mucho más intensa de lo que se conocía por la arqueología tradicional, que le había dado poca importancia a estos parajes en comparación con otros como Las Médulas.
Mapa 3D con la disposición de canales y embalses romanos del valle del Eria a partir de datos LIDAR.
FOTO: JAVIER FERNÁNDEZ
Investigadores de la Universidad de Salamanca han sido pioneros en la utilización de una tecnología láser denominada LiDAR (Light Detection and Ranging) para cartografiar el terreno desde un avión para un trabajo arqueológico en España. El resultado es que han conseguido identificar nuevas zonas en las que los romanos realizaron trabajos mineros en busca de oro en la zona del valle del río Eria, en la provincia de León.

“Es la primera vez que se utiliza LiDAR para detectar antiguas labores mineras y los canales hidráulicos que sirvieron para explotar yacimientos de oro”, explica el investigador del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca Javier Fernández Lozano en declaraciones a DiCYT, que acaba de publicar este trabajo en la revista Journal of Archaeological Sciencie. A diferencia de la fotografía aérea convencional, esta técnica láser permite estudiar cómo es la superficie por debajo de la cubierta vegetal y así se ha visto que desviaron ríos y construyeron canales y depósitos de agua.

Aunque la zona estudiada, en las proximidades de la localidad leonesa de Castrocontrigo, ya se conocía como zona minera romana, esta investigación ha demostrado que la explotación fue mucho más intensa de lo que se conocía por la arqueología tradicional, que le había dado poca importancia a estos parajes en comparación con parajes mineros como Las Médulas. Las modificaciones realizadas en el terreno llegaron a alterar el terreno de forma extraordinaria, de forma que hay una serie de canales que podrían sumar cientos de kilómetros.

El oro se podía obtener en roca y en sedimentos, pero esta segunda opción era más rentable. En ciertos puntos se puede observar cómo se hicieron las dos cosas, primero extrajeron el oro de los sedimentos y después excavaron las rocas sobre las que se asentaban. Para todos estos trabajos “fueron abriendo canales que se extienden por toda la Sierra de la Cabrera y en algunos casos se han preservado hasta la actualidad”, señala el investigador, que ha realizado este estudio junto a su compañero de departamento Gabriel Gutiérrez Alonso.


TECNOLOGÍA LIDAR
La tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging) permite obtener la topografía de un terreno. El sistema emite un pulso de luz que llega hasta el suelo, rebota y es recogido nuevamente por los sensores del avión. Al conocer la velocidad de la luz, se puede calcular la distancia que hay entre la superficie y la aeronave, de manera que al sobrevolar el terreno se va dibujando un mapa con extraordinaria precisión.

Hasta ahora, una técnica muy usada en arqueología es la fotogrametría, pero sus resultados no son tan buenos y requiere de un proceso más lento, porque necesita realizar muchas rectificaciones para obtener una imagen de calidad. “El LiDAR te proporciona una nube de puntos que después hay que filtrar para eliminar señales que no corresponden a la superficie, como árboles, edificios o vegetación”, comenta Javier Fernández-Lozano. Por medio de un software SIG (Sistema de Información Geográfica) se obtiene rápidamente la información que se busca. En esta ocasión, el vuelo y los datos han sido proporcionados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

EN LOS TEXTOS DE PLINIO EL VIEJO
De esta forma, la investigación ha revelado la existencia de canales excavados en roca y estanques para el acopio de agua que formaban parte de las labores mineras. En época prerromana, los pueblos indígenas de la península ibérica ya buscaban oro en los ríos usando bateas, así cuando llegaron los romanos siguieron esa pista pero pasaron a explotarlo a gran escala. Tras aprender las técnicas de almacenamiento y transporte del agua de los egipcios, las aplicaron para obtener hasta 20 toneladas de oro en el Noroeste de Hispania, según relata Plinio el Viejo en su enciclopedia ‘Historia natural’.

Precisamente, uno de los autores de este trabajo multidisciplinar, Miguel Fernández Morán, ha estudiado los textos antiguos y ha obtenido valiosa información que ha permitido identificar mejor las zonas mineras, ya que los datos obtenidos por el LiDAR han sido validados con trabajos arqueológicos sobre el terreno para confirmar que las estructuras observadas mediante láser se corresponden con labores mineras.

Un aspecto muy interesante de esta investigación es que abre la puerta a la posibilidad de conocer con exactitud cómo eran los depósitos de oro originales a partir de los volúmenes de material que se extrajo y los sondeos que se realizan en la actualidad.

En opinión de Javier Fernández Lozano, esta investigación abre nuevas puertas a la arqueología en España, aunque ya se emplea en otros países europeos. Además, este láser puede utilizarse desde drones, lo cual abarataría mucho los costes, ya que un vuelo de este tipo supone una inversión de miles de euros. El único problema de los aviones no tripulados es que la superficie que pueden abarcar es menor.

15 de agosto de 2012

Castilla y León tratará de frenar el expolio de millones de fósiles únicos en el mundo

En los últimos 30 años sólo se han registrado dos denuncias por llenar varias furgonetas con piezas.
León posee el mejor patrimonio paleontológico de Europa
 de la era cámbrica, devónica y carbonífera. 
León es desde hace 30 años un gran supermercado gratuito de fósiles considerados únicos en el mundo, algunos de hace 530 millones de años. Los expoliadores se han llevado sin miramientos camiones completos de piezas valiosísimas que luego han vendido como souvenirs en Europa, en mercadillos y a coleccionistas privados. Y lo han hecho con total impunidad de las administraciones, que han permitido diseminar un patrimonio paleontológico espectacular capaz de dar trabajo a decenas de investigadores y de convertirse en una fuente de riqueza ligada al turismo.

Para plantar cara a un expolio de «millones de piezas», según calcula la investigadora principal del Grupo Geomorfología y Patrimonio Geológico de la Universidad de León, Esperanza Fernández, y otros académicos, como Eladio Liñán, de la Universidad de Zaragoza, la Junta impulsa la aplicación de una normativa que apuesta por la conservación. En el 2007 se publicó la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, que, aunque no contempla importantes sanciones, detenciones o penas de cárcel para este tipo de delitos como sí han hecho en otras autonomías españolas, incide en la catalogación, protección y puesta en valor. Hasta hace cinco años no se había podido frenar la sangría de piezas y existía una desprotección «inusual», según los investigadores, que el Gobierno autonómico intenta ir corrigiendo.

Sin multas
De hecho, el servicio territorial de Medio Ambiente reconoce que no ha tramitado «jamás» multas por robar o dañar fósiles en la provincia, y la Guardia Civil se tiene que remontar a hace tres décadas para rastrear dos únicas denuncias en Aviados a unos alemanes pillados in fraganti, que pagaron 20.000 pesetas, pero se llevaron las bolsas que ya tenían cargadas de piezas en una furgoneta. La Ley del 2007 deja la regulación del patrimonio geológico en manos de los Planes de Ordenación de Recursos Naturales. Así, el PORN de Las Médulas ya prohíbe la recolección de fósiles, al igual que el borrador de Babia y Luna, que incluye un anexo de áreas de interés geológico, donde se reforzará la vigilancia con agentes del Seprona cuando el plan entre en vigor. El jefe del servicio de Medio Ambiente, Mariano Torre, explica que la herramienta «más eficaz» para salvar los yacimientos son los planes urbanísticos, «más flexibles y rápidos que declarar un espacio protegido. Es como construir donde no se puede y dar la oprtunidad a los ayuntamientos de sancionar porque será suelo rústico de protección natural».

Junto al rosario de fósiles que León ha dejado perder hasta ahora, existe una fuerte demanda de museos de todo el mundo para mostrarlos. Fue el caso del Leonodus, el diente de tiburón más antiguo encontrado hasta la fecha, que salió a la luz con las obras de la autopista a Asturias en los ochenta. Se bautizó en honor a la provincia, pero se exhíbe a miles de kilómetros de distancia, en el Museo de Historia Natural de Londres. Otro ejemplo surge en los sótanos del Senckenberg alemán, que poseen 25 armarios de siete metros de altura con colecciones leonesas, al igual que los museos de la Universidad Católica de Lille y Lovaina (Francia), de donde venían expertos que «recogían y se llevaban las piezas a sus países de origen, aunque en la mayoría de los casos, al ser profesionales, ha servido para conservarlos, estudiarlos y mostrarlos al público», matiza Esperanza Fernández.

Espacio expositivo
La falta de un espacio expositivo en la provincia ha impedido dar a conocer al primer escorpión terrestre de la Península, la cucaracha primitiva Omalie y hasta un curioso antepasado de los dinosaurios, el temnospódilo, localizados por el leonés José Vicente Casado. Este aficionado, que posee una tienda de venta de fósiles y meteoritos, firmó un convenio con la Fundación Cultura Minera para ceder su colección de 3.500 piezas. Casado ha alquilado sus ‘trofeos’ a un centenar de museos desde Japón a Austria, EE.UU. o Francia. Otros muchos de los fósiles de especies y animales nuevos que ha recuperado en León los ha depositado en el Instituto Geominero de Madrid, con la condición de que regresen a la provincia cuando exista un museo específico.

León posee el mejor patrimonio paleontológico de Europa de la era cámbrica, devónica y carbonífera. Fósiles que han permitido demostrar cómo eran los mares de la era Paleozoica en los que se formaron las rocas que hoy constituyen las montañas de la provincia. Prueba de ello son los trilobites, cuyos ejemplares más antiguos se hallaron en Barrios de Luna y han permitido demostrar que hace millones de años León y la actual ciudad de Nueva York compartieron una franja costera bañada por un mar llamado Iapetus. El excepcional valor de las concentraciones de trilobites del valle del río Luna y de graptolitos de Salas de la Ribera, en El Bierzo, es lo que ha hecho que ambos yacimientos figuren entre los cinco españoles de relevancia internacional. Igualmente, los corales más primitivos, Adradosia (en homenaje a la localidad de Adrados) o Luciella (Santa Lucía), se localizan en Matallana de Torío. Han estado abandonados secularmente, pese a que León es punto de referencia en todas las universidades que imparten Geología o Paleontología.

Los yacimientos han sido hasta ahora un «hiper» gratuito que la Junta intenta atajar también con acciones de protección desde la Fundación del Patrimonio Natural. La provincia puede enseñar mucho sobre el origen y la historia de la vida animal en el Planeta, pero pocos científicos y aficionados son conscientes del tesoro escrito y olvidado en sus montañas y valles.