google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Peñón de Raíces
Mostrando entradas con la etiqueta Peñón de Raíces. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Peñón de Raíces. Mostrar todas las entradas

28 de septiembre de 2015

Los arqueólogos hallan el aljibe que abastecía de agua al Castillo de Gauzón (Asturias)

Con apariencia de pozo casi circular, algo más de dos metros de profundidad y uno de anchura, sus paredes están perfectamente forradas de piedra y mortero de cal y en su parte inferior se conservan retazos de lo que, según explican García y Muñiz, «fue un tipo de revestimiento de mortero que garantizaba su impermeabilidad».
Iván Muñiz y Alejandro García, tercero y cuarto por la derecha, muestran el aljibe. / FOTO: MARIETA
El equipo arqueológico que desde hace nueve años desentierra los secretos que esconde el castillo de Gauzón, en lo alto del Peñón de Raíces, ha recuperado un aljibe que según sus directores, Alejandro García e Iván Muñiz, abastecía de agua a la guarnición y a sus moradores, entre los que se encontraban los condes y reyes que en la Alta Edad Media residieron en distintos momentos en la fortaleza, el lugar en el que se forjó la Cruz de la Victoria. Sus orígenes se remontan a finales del siglo V, antes de la Batalla de Covadonga, en el 722, fecha en la que hasta ahora se han situado los orígenes del reino astur.

El hallazgo del aljibe es el más importante conocido hasta ahora de los realizados a lo largo de la novena temporada de excavaciones, ya en su recta final. Con apariencia de pozo casi circular, algo más de dos metros de profundidad y uno de anchura, sus paredes están perfectamente forradas de piedra y mortero de cal y en su parte inferior se conservan retazos de lo que, según explican García y Muñiz, «fue un tipo de revestimiento de mortero que garantizaba su impermeabilidad».

SELLADO CON LOSETAS CERÁMICAS
En el fondo de este aljibe «sus constructores se enfrentaron al problema que suscitaba el tipo de arcillas del Peñón de Raíces, rojizas y muy plásticas, que podían provocar el enfangado del agua. Por ello, en un alarde de técnica constructiva, sellaron estas arcillas mediante una capa de losetas cerámicas recubiertas de mortero muy resistente que se ha conservado a la perfección», añaden los directores del equipo de arqueólogos.

Los primeros datos revelan que su objeto era acopiar agua de lluvia y la que la propia guarnición transportase desde manantiales cercanos o desde el propio río Raíces, situado a los pies de la fortaleza. La presencia de espacios de almacenamiento de agua «es habitual en las fortificaciones de la época, pues la guarnición debía disponer de los recursos necesarios no sólo para el suministro diario, sino para contingencias como los asedios, que podían cortar toda posibilidad de comunicación con el exterior». En el caso de Gauzón, la existencia de un solo punto de acceso a la plataforma superior en la que se concentran las grandes estructuras militares del castillo «facilitaba el aislamiento de los soldados en caso de ataque».

GESTIÓN PLANIFICADA DEL AGUA
Muñiz y García destacan que a diferencia de otros aljibes de la época, «que se limitan a aprovechar oquedades practicadas en la roca o en la arcilla natural si resultan suficientemente impermeable», el del castillo de Gauzón «evidencia una obra más cuidada y refinada, en consonancia con el nivel de las construcciones militares y residenciales que han ido apareciendo». En esta dirección aluden «al baño de las habitaciones reales y a diversos materiales cerámicos en estudio que hablan de la importancia que la gestión planificada del agua tuvo en esta gran fortaleza real».

El hallazgo del aljibe «supone un paso más hacia el conocimiento de una Edad Media que encuentra en este sorprendente yacimiento una imagen perfecta y un recurso patrimonial de enorme proyección», concluyen Iván Muñiz y Alejandro García.

(Fuente: El Comercio / J.F. Galán)

9 de mayo de 2014

Investigan en el castillo de Gauzón (Avilés) restos cerámicos anteriores al Reino de Asturias

El equipo de arqueólogos que trabaja en la recuperación de los vestigios del castillo de Gauzón, en Raíces (Castrillón, Avilés) se centra en la investigación de varios restos cerámicos hallados en ese enclave, pertenecientes a los siglos VI, VII y principios del VIII, anteriores al reino de Asturias.
De pie Iván Muñiz y Alejandro García con miembros del equipo de excavación. Foto: "Amigos de Castrillin"
"Son las cerámicas que se hacían aquí antes de tuviéramos el reino de Asturias y eso es básico porque son muy difíciles de encontrar, y nos van a servir para explicar cómo vivía la población en esos siglos, lo que puede traer muchísimas novedades", ha explicado a Efe el codirector de la campaña Iván Muñiz.

NUEVA CAMPAÑA ENTRE JUNIO Y SEPTIEMBRE

El equipo de arqueólogos llevará a cabo una octava campaña entre los meses de junio y septiembre, que se centrará en la recuperación de las estancias donde vivieron los reyes de Asturias.

Se va a mantener la tónica de las últimas campañas en el sentido de dar más importancia a la musealización y restauración, incidiendo en la parte noble del castillo, en la zona donde residían los reyes y la aristocracia, ha indicado el arqueólogo Iván Muñiz.

HABITACIONES DE ALFONSO III

Las pruebas del carbono 14 apuntan a finales del siglo IX, por lo que todo indica que el complejo de habitaciones hallado en la campaña anterior fue utilizado por el Rey Alfonso III.

A tenor de los vestigios materiales que van apareciendo y la riqueza de las estancias que tuvo en su época, el equipo de arqueólogos cree que el castillo estaba destinado a personajes de altísima altura social y teniendo en cuenta que Alfonso III fue uno de los máximos impulsores de las reformas de la fortaleza hay que pensar que sí residió allí.

Las campañas anteriores desvelaron el carácter innovador y de anticipación del proceso constructivo del castillo de Gauzón, cuya visualización parcial ya es posible gracias a los trabajos de reconstrucción.

La próxima campaña, que dará comienzo en junio, continuará con los trabajos de recuperación y consolidación de los restos de la fortaleza, y la recopilación de todo el material que nutrirá el futuro centro de interpretación del Peñón de Raíces.

(Fuente: La Nueva España / EFE)

5 de junio de 2013

Comienza la séptima campaña de excavaciones en el castillo de Gauzón (Asturias)

Las pruebas del carbono 14 datan los vestigios a finales del siglo IX, por lo que todo indica que el complejo de habitaciones hallado en la campaña anterior fue utilizado por el Rey Alfonso III.
Miembros del equipo de arqueólogos en plena faena durante
la campaña del pasado año. Foto. A.C.
El equipo de arqueólogos que trabaja en la recuperación de los vestigios del castillo de Gauzón, en Raíces (Castrillón), considerado como residencia estacional del rey Alfonso III, ha iniciado los trabajos preliminares de la que será la séptima campaña de excavaciones.

Las pruebas del carbono 14 apuntan a finales del siglo IX, por lo que todo indica que el complejo de habitaciones hallado en la campaña anterior fue utilizado por el Rey Alfonso III.

"No podemos poner sobre la mesa un documento que nos indique que durante tal temporada de tal año ha estado residiendo en Gauzón", ha reconocido hoy el codirector de la campaña, el arqueólogo Iván Muñiz, en declaraciones a Efe.

Sin embargo, Muñiz sí ha puesto de manifiesto, que las características que se están descubriendo de esta fortaleza así lo indican.

"Lo que está claro es que, a tenor de los vestigios materiales que van apareciendo y la riqueza de las estancias que tuvo en su época, el castillo estaba destinado a personajes de altísima altura social y teniendo en cuenta que Alfonso III fue uno de los máximos impulsores de las reformas de la fortaleza hay que pensar que sí residió allí", ha indicado.

Presupuesto de 120.000 euros
La nueva campaña arqueológica está sufragada, por primera vez íntegramente, por el Principado, que destina un presupuesto de 120.000 euros, según ha explicado la concejala de Patrimonio de Castrillón, Yasmina Triguero.

Según ha explicado Iván Muñiz, además del equipo base de excavación habitual de años pasados, se incorporará una treintena de estudiantes procedentes de diversas universidades como Oviedo, Madrid o Valencia, entre otras.

La anterior campaña arqueológica desveló el carácter innovador y de anticipación del proceso constructivo del castillo de Gauzón, cuya visualización parcial ya es posible gracias a los trabajos de reconstrucción.

La presente campaña tiene el doble objetivo de que continuar con los trabajos de recuperación y consolidación de los restos de la fortaleza, y la recopilación de todo el material que nutrirá el futuro centro de interpretación del Peñón de Raíces.

Miles de piezas halladas
El equipo de arqueólogos lleva hallados varios miles de piezas, fundamentalmente de naturaleza cerámica y metálica, que corresponden a utensilios de la vida cotidiana del castillo.

Todas las piezas son inventariadas, algunas de ellas ya están expuestas en el Museo Arqueológico de Asturias, y otras entrarán a formar parte de la muestra que se exhibirá en el futuro centro de interpretación del castillo de Gauzón.

Además de piezas de armamento (restos de espada y puntas de flecha, entre otros) y juegos de ocio que se presume utilizaban los guardianes del castillo, se han encontrado en el enclave botones y alfileres procedentes de vestimentas de la nobleza.

(Fuente: EFE / La Nueva España - Foto: El Comercio / A.C.)

25 de septiembre de 2012

Recuperan el foso del castillo de Gauzón, en Avilés

Los arqueólogos que trabajan en el Peñón de Raíces recuperan la trinchera que rodeaba a la fortaleza: tenía 3 metros de profundidad y 2,5 de anchura.
A la izquierda Iván Muñiz y el equipo de arqueólogos que excavan
en la última fase del foso.
Foto: Ricardo Solís
Las novedades en las excavaciones del yacimiento arqueológico del castillo de Gauzón , en Castrillón (Avilés) se acumulan en los últimos días de la sexta campaña. El equipo de arqueólogos que dirigen Iván Muñiz y Alejandro García, han sacado a la luz el foso de la fortaleza medieval. El foso tiene tres metros de profundidad y aproximadamente 2,5 metros de anchura. «Se trata de un foso muy singular que presenta formas insólitas. Cuando se construyó fue excavado con mucho cuidado, con paredes completamente verticales y manteniendo un escalón en la arcilla del Peñón de Raíces que evitaba posibles derrumbes. Si se hubiera producido un deslizamiento de las arcillas habría puesto en peligro la cimentación de la muralla que se encuentra muy cerca», señaló Iván Muñiz.

La importancia del hallazgo está fuera de toda duda, según los expertos. «Las características del foso vuelven a remitir a un proyecto arquitectónico muy refinado puesto que sus formas depuradas, sus escalonamientos y su diseño muy lineal indican el cuidado que se puso en su ejecución. Completaba toda la escenografía de la entrada, el aspecto publicitario del castillo como símbolo del poderío de los reyes asturianos», afirmó el arqueólogo.

El equipo de arqueólogos ha recuperado en las últimas semanas un tramo del foso que permite apreciar la construcción que llevaba muchos siglos oculta. «Las excavaciones nos permiten ver el foso como lo concibieron los primeros ocupantes del castillo. Se encontraba totalmente rellenado por niveles de tierra y piedras caídos desde ambos extremos, aunque en la primera campaña, en el año 2007, ya habíamos intuido la existencia de irregularidades en el terreno, no ha sido hasta este año cuando hemos podido recuperar un tramo del foso. Todos los estratos que fueron rellenando el foso resumen la historia de la fortaleza, desde su periodo de ocupación hasta su abandono y saqueo», manifestó Muñiz.

El foso es uno de los elementos más emblemáticos de una fortaleza. Las grandes fortalezas pueden llegar a tener varios fosos de distinto tamaño que no solo forman parte de los sistemas defensivos sino que contribuyen a su monumentalidad. «En el castillo de Gauzón hemos podido documentar al menos cuatro cárcavas o cortes en el terreno y sabemos que hubo más pues en el siglo XVIII Jovellanos menciona varios fosos en el espacio que hoy atraviesa la carretera general, entre Raíces Nuevo y Salinas. El último foso que habría de salvarse en caso de un ataque fue excavado justo a los pies de la muralla. Cortaba el camino de acceso a la puerta por lo que hemos podido imaginar que en su día hubo de atravesarse por una rampa o pasarela, quizás de madera», explicó Iván Muñiz.

Los arqueólogos ya tienen tareas para la campaña de excavaciones de 2013. «En próximas campañas está previsto excavar la otra mitad del foso por lo que el acceso a la fortaleza recuperará su aspecto original. Los visitantes podrán volver a cruzar, siglos después de los ocupantes iniciales del castillo de Gauzón, la pasarela con el foso a sus pies», afirmó Iván Muñiz.

Asimismo, antes de finales de año, Iván Muñiz y Alejandro García esperan contar con los resultados de la prueba del carbono 14 que se realizan a los restos de madera que hallaron también este verano en la muralla del castillo de Gauzón. Los arqueólogos encontraron en las entrañas de la muralla una serie de orificios circulares de entre 7 y 10 centímetros de diámetro en los que había fragmentos de madera, posiblemente restos de grandes vigas que se utilizaron para anclar la muralla al terreno y evitar que pudiera derrumbarse.

Las excavaciones en el Peñón de Raíces comenzaron en 2007 y han permitido realizar una secuencia de la ocupación del castillo de Gauzón que se inicia entre los siglos VII y VIII, lo que significa que la fortaleza original fue anterior al rey Alfonso III que reinó en Asturias entre los años 866 y 910 y fue el artífice de la ampliación del castillo y de la etapa de esplendor de la fortaleza medieval.