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27 de septiembre de 2022

Los arqueólogos revelan el intenso flujo comercial entre Regina Turdolorum y el sur de Hispania

Los trabajos de las Universidades de Marburg, Viena y Cantabria revelan el intenso flujo comercial que existió entre la ciudad pacense de Regina Turdolorum y el sur de Hispania
Apareció un importante conjunto de ánforas de salazones de pescado en el edificio excavado en los límites de la trama urbana de Regina.

A principios de septiembre arqueólogos de las universidades de Viena y Marburg volvieron al yacimiento de Regina Turdolorum para continuar con el proyecto internacional que, en colaboración con la Universidad de Cantabria, pretende conocer detalles en relación al perímetro de la ciudad y al territorio que controlaba la antigua urbe romana.

Buscando los límites de la trama urbana por la zona sureste, los arqueólogos llevaron a cabo un sondeo de 4 por 7 metros tras detectar la pasada campaña interesantes anomalías en el terreno por medio de la resistividad eléctrica. Dada la ubicación y los resultados de intervenciones arqueológicas precedentes, se esperaba localizar estructuras de delimitación perimetral como una muralla o un foso defensivo. Sin embargo, conforme avanzaban las excavaciones fueron aflorando muros de notables dimensiones que pertenecieron a una edificación de naturaleza aún desconocida. Con el paso de los días y el avance de los trabajos se fueron encontrando respuestas muchas de las dudas que generaban dichas estructuras.

“Ha sido un descubrimiento sorprendente” apunta Felix Teichner, profesor de la Universidad de Marburg (Alemania). “Ha aparecido un importante conjunto de ánforas de salazones de pescado que se podrían datar en el siglo II dC. Procederían del sur de Hispania, en concreto de la zona gaditana. Estos hallazgos desvelan la importante relación comercial de una ciudad de interior como es Regina con las zonas costeras del sur. Ahora toca analizar los restos encontrados, cronología exacta y tipología de las ánforas y demás restos que se han exhumado, para saber si estamos ante un almacén o una taberna situada en los límites de la ciudad. Una vez tengamos las conclusiones plantearemos una hipótesis más definida sobre la naturaleza del edificio”.

El pasado sábado, dicha edificación, con muros de más 2 metros de altura, fue cubierta de nuevo para su protección a la espera de futuras intervenciones.

Paralelamente se realizó otro sondeo de menores dimensiones cuyos resultados han sido también positivos. Se localizaron estructuras cubiertas con pavimento hidráulico pertenecientes a una casa romana situada junto al decumano máximo, la calle principal de la ciudad. “Podría ser una especie de impluvium o una pileta. Sorprende su profundidad y también la calidad de la obra y los materiales utilizados” comenta Teichner. Los restos exhumados se encuentran en muy buen estado de conservación.

En las tres semanas de trabajo se han llevado a cabo también prospecciones en superficie en distintas localizaciones del territorio que controlaba Regina. En esta fase del proyecto y bajo la dirección de Günther Schörner, catedrático de Arqueología en el Instituto de Arqueología Clásica de la Universidad de Viena, los trabajos se han extendido a zonas aledañas a Regina como la cercana sierra de San Miguel donde se han detectado nuevos yacimientos relacionados con la minería en tiempos de la ocupación romana. Los trabajos en superficie se han realizado también en multitud de parcelas en el término municipal de Casas de Reina y otras localidades próximas. Se han encontrado una decena de nuevos yacimientos que no estaban catalogados. Además, se ha conseguido afinar la cronología y funcionalidad de los yacimientos ya conocidos. Schörner destaca que Regina “tuvo una intensa actividad agrícola en época prerromana y romana, los restos así lo evidencian. Es un lugar ideal para investigar. Hay mucho por descubrir y mucho por estudiar”.

Asimismo se han realizado prospecciones geofísicas en zonas próximas al yacimiento con el fin de determinar las posibles edificaciones de tipo agropecuario desde las que se controlaba el trabajo de las tierras. Estas prospecciones junto con las superficiales son las bases fundamentales de este proyecto que cuenta también con el apoyo fundamental de la Universidad e Cantabria de la mano del arqueólogo Jesús Ignacio Jiménez Chaparro. . El proceso se inicia con la localización superficial de materiales. Una vez localizado el yacimiento se procede a la la prospección geofísica y como último paso se puede proceder a unas excavaciones puntuales para confirmar datos.

Como novedad en esta fase del proyecto se han realizado pruebas paleobotánicas con el fin de conocer qué se cultivaba en Regina. Dos paloebotánicas de la Universidad de la Emilia Romana se han encargado de recoger muestras de polen de distintas épocas en distintas zonas del yacimiento.

La cooperación entre universidades es otra de las bases de este proyecto. Según Víctor Martínez Hahnmüller, uno de los directores del proyecto, “se han cumplido todos los objetivos científicos en esta fase del proyecto. Ahora toca analizar y estudiar todos los datos recopilados”. Cabe destacar que el proyecto ha tenido también un carácter didáctico. En las excavaciones han participado estudiantes de las Universidades de Viena y Marburg que han tenido en Regina su primera experiencia en lo que a trabajos de campo se refiere. En total, 32 personas han participado en los trabajos que concluyeron el pasado sábado y que han contado con un importante apoyo logístico por parte del Ayuntamiento de Casas de Reina. En el proyecto colaboran además la Fundación de Estudios romanos y el Museo Nacional de Arte Romano. En la próxima primavera se pondrá en marcha una nueva fase de este proyecto que se alargará hasta 2024 y que busca desvelar como se articulaba la ciudad de Regina con el territorio que controlaba.

25 de octubre de 2017

Las excavaciones regresan a Llanes para saber cómo vivían los asturienses

Un equipo de arqueólogos liderados por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, Pablo Arias, trabajará durante dos semanas en el abrigo del Alloru. La costa oriental es «una de las mejores de Europa» para estudiar esta fase del Mesolítico
Los arqueólogos excavan a la entrada del abrigo del Alloru, en la localidad llanisca de Balmori. / FOTO:  N. ACEBAL
El entorno del abrigo del Alloru, ubicado a la entrada de la localidad llanisca de Balmori, vuelve a ser un hervidero de actividad en busca de vestigios que ayuden a saber cómo vivían los antiguos pobladores de la costa Oriental. El equipo liderado por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria Pablo Arias retomaba ayer por la mañana las excavaciones enmarcadas en un proyecto que iniciaron en 2013 y que pretende arrojar luz sobre las costumbres de los últimos cazadores-recolectores que habitaron la zona hace entre 8.000 y 5.000 años, justo antes de la llegada de los primeros agricultores. En los trabajos participan una docena de arqueólogos procedentes de las universidades de Cantabria y La Rioja y se prevé que éstos tengan una duración mínima de dos semanas que se podrían ampliar.

«Sabemos qué animales cazaban y pescaban y qué vegetales recolectaban estos grupos de asturienses, pero es una visión muy parcial. Ésta es una investigación relevante, pues si todo va bien nos permitirá saber de una vez cómo era su día a día, cómo se organizaban sus asentamientos, qué tamaño tenían los grupos, cómo se asignaban las tareas, hasta qué punto eran nómadas y otras muchas preguntas que llevamos décadas haciéndonos», explicaba ayer Arias, mientras supervisaba los primeros momentos de la excavación.

Precisamente en el mismo lugar donde hoy trabajan los arqueólogos ya se hallaron hace cuatro años evidencias del paso del Mesolítico al Neolítico, así como de uno de los asentamientos que habitualmente acompañan a los concheros -nombre con el que los expertos se refieren a las acumulaciones de conchas y otros restos animales que posiblemente correspondan a los basureros de la época-. En el mismo se encontraron incluso un par de agujeros de poste que los investigadores consideran que podrían haber formado parte de una cabaña. Se trata, indicó Arias, de «un yacimiento muy rico» en el que destacan los «indicios de industria lítica, como los picos asturienses, de los que hallamos más de diez en la última ocasión».

Asimismo, el director de la excavación explicó cómo un reciente estudio de micromorfología llevado a cabo por un miembro de su equipo, Carlos Duarte, demostró que algunas de las conchas del Alloru contenían tierra procedente de otros lugares. «Esto demostraría que los desperdicios fueron movidos de un sitio para otro, quizás en un intento de mantener limpio el asentamiento», indicó.


LA BORBOLLA Y PIMIANGO
La actuación no se limitará al entorno del Alloru, sino que se replicará en otras zonas ya conocidas por estos investigadores, como la sierra plana de La Borbolla, donde en su día se hallaron 57 túmulos, así como la zona de Pimiango, donde se excavaría por primera vez. La costa oriental, agregó el director de la excavación, es «una de las mejores de toda Europa» en lo que a vestigios de la vida en esta última etapa del Mesolítico se refiere.

Estos trabajos conforman la última fase del estudio 'Sociedades costeras en un mundo cambiante', en el que trabajan expertos de diferentes instituciones académicas y cuya finalización está prevista para diciembre de 2017.

3 de octubre de 2012

La Universidad de Cantabria busca nuevos datos sobre la ciudad romana de Segisamo

Vista aérea del trazado urbano de la ciudad romana de Segisamo,
en Sasamón, Burgos.
El Grupo de Investigación en Historia y Arqueología del Mundo Antiguo y Medieval del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Cantabria (UC) desarrolla, desde el 1 hasta el 21 de octubre, una nueva campaña de prospección arqueológica en el noroeste de la provincia de Burgos, en los municipios de Villadiego y Sasamón.

La campaña, cuyo título oficial es "Prospección del valle del río Odra: la romanización de la campiña a través de la Arqueología del Paisaje", se desarrolla gracias a un convenio suscrito entre la asociación sin ánimo de lucro Adeco-Camino.

El proyecto está liderado por Miguel Cisneros Cunchillos, profesor titular de Arqueología de la UC y por Jesús García Sánchez, que recientemente ha presentado su tesis doctoral sobre la misma zona y que ha desarrollado numerosas prospecciones en la campiña burgalesa, Beocia (Grecia) y el valle del Potenza (Italia).

El principal objetivo de la campaña es el estudio de varios yacimientos de época romana mediante una metodología no destructiva: la prospección arqueológica de superficie, informa la UC en nota de prensa.

Con esta técnica se espera recuperar información material y espacial para discernir el origen de la ocupación de los yacimientos, áreas funcionales o incluso dinámicas de comercio o exportación de materiales. También se intentará resolver la naturaleza social de los grupos, trabajadores y propietarios de esos asentamientos rurales.

Asimismo, la Obra Social de Caja Burgos colabora financiado el trabajo de documentación de los yacimientos de época romana mediante fotografía área oblicua a través de su programa de Becas para Jóvenes Excelentes.

La fotografía aérea permite la detección de estructuras arqueológicas (muros, zanjas, pozos, suelos) mediante el crecimiento diferencial de los cultivos de secano, abundantes en esta zona del valle del Duero. Así se han conseguido detectar calles, vías, murallas y nuevos yacimientos en el solar de la antigua ciudad romana de Segisamo (Sasamón).
(Fuente: Europa Press)