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26 de enero de 2024

Las excavaciones sacan a la luz la "fossa bestiaria" del anfiteatro de Cartagena


Las excavaciones del Anfiteatro Romano sacan a la luz la fosa donde las fieras y los gladiadores esperaban su turno para saltar a la arena en la antigua Cartago Nova.
La recuperación del Anfiteatro se incluirá en las rutas turísticas por la ciudad a partir del verano.
El anfiteatro romano de Cartagena será visitable en breve.

Las excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la ciudad de Cartagena no dejan de sorprender y sacar a la luz importantes hallazgos de la antigua Cartago Nova.

Si el Teatro Romano se ha convertido en un hito monumental, ahora el Anfiteatro Romano lleva camino de alcanzar grandes avances en la recuperación y conocimiento del patrimonio romano de Cartagena.

Los trabajos han permitido descubrir la terrorífica "fossa bestiaria", una estructura situada bajo la arena que, cubierta por tablones de madera, servía para mantener enjauladas a las fieras que debían participar en los espectáculos, y también era el lugar desde donde, los gladiadores saltaban a la arena para hacer una aparición espectacular.

Las actuales excavaciones del anfiteatro, financiadas por el Ayuntamiento de Cartagena, las está llevando a cabo un equipo multidisciplinar dirigido por José Miguel Noguera, catedrático de Arqueología de la Universidad de Murcia, y el arquitecto Andrés Cánovas.

De momento, los trabajos han sacado a la luz un tramo de las escaleras que daba acceso a la "fossa bestiaria" así como parte del emplazamiento donde se colocaban los tablones que cubrían aquel temible lugar.

Además del valor material de los restos, el hallazgo permite conocer el tipo de espectáculo que se realizaba ya en la antigua Cartago Nova hace dos mil años, destaca el director de la excavación, José Miguel Noguera.

Los arqueólogos están trabajando en la reconstrucción de uno de los tramos de las gradas perimetrales del anfiteatro, las cuales estaban protegidas por un muro de entre dos y tres metros de altura y por unas rejas que impedían que las fieras pudieran saltar a las gradas.

La incorporación al espacio de unos sillares permitirá a los futuros visitantes comprender mejor cuáles fueron las dimensiones de esta parte que se ha recuperado del anfiteatro.

Las excavaciones también han sacado a la luz hasta once capas de pintura, lo que demuestra el uso prolongado en el tiempo de este espacio.

ANFITEATRO DE CARTAGENA
Se trata de uno de los anfiteatros romanos más imponentes perteneciente a la antigua Cartago Nova, que fue una de las ciudades más importantes del Imperio. Con capacidad para unas 10.000 personas, las gradas del anfiteatro de Cartago Nova vibraron con aquellos espectáculos.

Con el paso de los siglos sus piedras se emplearon en diversas obras de construcción, como una necrópolis en la Edad Media, o para levantar la plaza de toros de la ciudad en el año 1854 y cuyo anillo exterior aún se conserva.

En cuanto a los trabajos que se están llevando a cabo en el anfiteatro, el arquitecto Andrés Cánovas cree que "no solo es una obra exclusivamente de arqueología, sino que se trata de una tarea eminentemente cultural, porque habla de la diversidad de épocas, de la variedad de estilos arquitectónicos y de la convivencia entre todos ellos a lo largo de la historia".

18 de abril de 2023

Los arqueólogos retoman el trabajo en el yacimiento de San Esteban (Murcia)

Además del trabajo de investigación y excavación, se realizarán simultáneamente labores de consolidación de los restos y restauración de daños.
Vista de los restos arqueológicos tras las acciones de conservación en 2010.

La Universidad de Murcia y el Ayuntamiento han suscrito un nuevo convenio para reanudar la actividad en el yacimiento, aunque en el laboratorio nunca se ha interrumpido, tal como confirmaba su director, Jorge Eiroa.

Las actuaciones en el yacimiento arqueológico de San Esteban, en Murcia, se reiniciarán la semana próxima para continuar el trabajo de campo de investigación y excavación y, por otra parte, renovar los geotextiles que cubren los restos e intervenir en aquellos que puedan estar dañados por los elementos.

El director del yacimiento, el arqueólogo y profesor de la UMU, Jorge Eiroa, dice que, tras el paréntesis impuesto por la pandemia, se vuelve al trabajo de campo, aunque la de laboratorio nunca se ha interrumpido, tras haber firmado la Universidad y el Ayuntamiento un nuevo convenio y haber licitado el gobierno municipal la concesión de los trabajos auxiliares y simultáneos de renovación de geotextiles, retirada de tierras, etc. Eiroa dice que estas actuaciones son diferentes de las anteriores.

Además del trabajo de investigación y excavación, se realizarán simultáneamente labores de consolidación de los restos y restauración de daños.

Como novedad especialmente interesante está la posibilidad de confirmar con la excavación la existencia en el yacimiento de tres tiendas al por menor, un hallazgo muy poco frecuente en Al-Andalus.

6 de febrero de 2023

Descubren en Cieza una cueva "que abre una nueva puerta a la prehistoria"

Las labores de excavación en la Cueva del Arco han sido dirigidas por Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia y por Didac Román, de la Universitat Jaume I de Castellón, junto a un grupo de espeleólogos del Grupo Geca de Cieza.
El profesor Ignacio Martín Lerma, en la cueva. UNIVERSIDAD DE MURCIA

Los investigadores de la Cueva del Arco de Cieza (Murcia) han descubierto una gran cavidad "que abre una nueva puerta a la prehistoria", según informaron fuentes de la institución docente en un comunicado.

Cuando el profesor de la Universidad de Murcia (UMU) Ignacio Martín Lerma logró introducir la cabeza tras meses de excavación y enfocó con una linterna para comprobar qué había tras aquellas rocas en el interior de la cueva del Arco confirmó sus sospechas y las de su equipo: frente a él se encontraba la esperada cavidad.

Pero lo que creían que tendría una extensión de unos metros multiplicó por centenares aquella cifra. Tantas veces que, a día de hoy, y apenas sin explorar en toda su extensión, se ha convertido ya, sobrepasando los 1.500 metros, en una de las cinco cavidades de mayor longitud de la Región de Murcia. El profesor Martín Lerma ha afirmado durante la presentación del hallazgo que esta cavidad descubierta "abre una nueva puerta a la prehistoria".

Su primera campaña arrancó en 2015, y desde el comienzo ha suscitado un gran interés científico y obtenido un enorme impacto social. De hecho, le valió el calificativo de 'La catedral del paleolítico'.

La cueva del Arco es un conjunto de cavidades concentradas en un gran arco de roca natural en el Cañón de Almadenes, situado en la localidad de Cieza. Desde aquel año 2015 se ha confirmado la existencia de ocupaciones pertenecientes al Neolítico antiguo (7000 años), Solutrense (21.000 años), Gravetiense (30.000) y Musteriense (50.000), constituyendo uno de los escasos yacimientos del Mediterráneo peninsular en los que se puede documentar la transición entre los neandertales y los humanos modernos.

Las labores de excavación han sido dirigidas por Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia y por Didac Román, de la Universitat Jaume I de Castellón, junto a un grupo de espeleólogos del Grupo Geca de Cieza.

Sospechas de una cueva mayor
Fue durante la campaña del año 2018 cuando el grupo comenzó a sospechar que se encontraban ante una cavidad colmatada por unos sedimentos que podían esconder el paso a una cueva de mayores dimensiones.

Diversos hallazgos, que el profesor Martín Lerma describe de modo meticuloso, hacían pensar que así era. Los trabajos eran pesados y lentos, pero todo se trocaba ligero con la esperanza de encontrar algo más importante. Finalmente, la eliminación de unos bloques mostró un claro orificio en el que se podía percibir cierta salida de aire.

Los indicios de que podrían encontrar algo mucho mayor se fueron acrecentando, pero había que realizar todas las obras con cautela. Lo más importante era lograr la seguridad del posible hallazgo. Había, pues, que cerrar todo el perímetro de la cueva del Arco para asegurar las obras, el contenido y el continente de este insólito lugar que aún no se sabía hasta qué punto lo sería y conservar toda la superficie lo más intacta posible.

Una circunstancia inesperada que sorprendió al mundo en aquellos momentos: la pandemia del Covid, algo que retrasaría sobremanera unas actuaciones que estaban a punto de realizarse.

Vista la importancia de todo lo que se estaba conociendo, el equipo decidió contactar con el doctor J. M. Calaforra, de la Universidad de Almería, uno de los mayores expertos internacionales del mundo subterráneo. Se trataba de que se integrara en el proyecto y diera su opinión autorizada. Ésta no se hizo esperar: nos encontrábamos ante un descubrimiento de nivel mundial.

Sus enormes medidas, con ser uno de los aspectos más relevantes no era lo más sorprendente: la enorme altura de sus salas, algunas de hasta 20 metros de altura la sitúan como la cueva con las bóvedas más altas de la región.

Sus salas de estalactitas constituyen algo de difícil parangón en el mundo, con ejemplares que alcanzan los tres metros de longitud y un centímetro de diámetro, que se han originado y crecido en condiciones de una estabilidad que no tiene prácticamente rival, gracias al aislamiento de la cavidad durante muchos milenios.

A todo ello habrá que sumársele lo que pueda ofrecer este espacio a nivel arqueológico, cuyo alcance continúa siendo una incógnita, pero con un enorme potencial, dado que se han documentado marcas de zarpazos de osos de más de tres metros cuya especie se creía que no había descendido de la zona donde se sitúa hoy Madrid.

Preservar el lugar a salvo de visitas
Para el profesor Martín Lerma no hay duda: "Se trata de una cavidad con un gran interés geológico y arqueológico, tanto por las formaciones como por la perfecta conservación de todo lo que contiene, que se ha mantenido gracias al estricto protocolo que hemos seguido en su exploración".

Para ello es preciso impedir las visitas hasta que todos los estudios científicos estén finalizados: "Hay que tener en cuenta que tenemos entre las manos un tesoro natural intacto, y así es como debería seguir estando".
(Fuente: 20 Minutos)


10 de noviembre de 2022

El yacimiento de Las Paleras recreará una casa del siglo VIII

El yacimiento arqueológico del cerro de Las Paleras, en el cerro del castillo de Alhama de Murcia, será objeto de una inversión que suma 180.000 euros y que incluye la construcción de un escenario de 200 metros cuadrados, con una superficie de unos 500 metros en el terreno que se eleva hasta la alcazaba de la fortaleza y la recreación de una vivienda como las que se encontraban en este poblado, del siglo VIII
Equipo de excavación que participó en la campaña del pasado verano.

El yacimiento arqueológico del cerro de Las Paleras, en el cerro del castillo de Alhama de Murcia, tras la inversión realizada con fondos del Plan de Sostenibilidad de la Mancomunidad Turística de Sierra Espuña, ha experimentado una serie de mejoras en los accesos e infraestructuras para su destino final, el del uso turístico y cultural. 

La inversión, que suma 180.000 euros, implica la construcción de un escenario de 200 metros cuadrados, con una superficie de unos 500 metros en el terreno que se eleva hasta la alcazaba de la fortaleza, donde se ubicará a los futuros espectadores. Desde allí, estos podrán disfrutar de vistas panorámicas de la sierra, La Muela, el Valle del Guadalentín y Carrascoy. En ese lugar, desde Cultura habilitarán asientos realizados con esparto, «como serían las sillas de aquel tiempo», apuntaba el arqueólogo José Baños. 

Otro de los elementos destacables es la recreación de una vivienda como las que se encontraban en este poblado, del siglo VIII. 

En lo que se refiere a los trabajos arqueológicos e históricos, Baños destacó que las secuencias documentadas han llevado a la recreación de una casa de época emiral, con su techumbre de madera de pino, el taray y brezo, pedrizas para evitar la humedad, poyos de piedra, patios y habitaciones.

Este año, además de hallar piezas semi-completas de candiles y molinos, las actuaciones son de ámbito urbanístico en Las Paleras, donde se están limpiando las calles para hacerlas más transitables y visitables, y poder comunicar los barrios existentes a través de las vías originales que había en ese período. 

El Murtal
En el yacimiento de El Murtal, que se encuentra ubicado en la rambla de Algeciras, se ha han continuado las tareas tanto en el sector de la fortificación como en el noreste, donde se está trabajado en ambos lados y vienen a cerrar la línea de investigación que se inició en 2018. Como novedad, este año el equipo de voluntarios han empezado las excavaciones en otro yacimiento arqueológico, el Cabecico Redondo de La Muela, donde se han hallado nueve pesas de telar "que se relaciona con la existencia de una comunidad de la zona escarpada y que nos anima a continuar trabajando en este sector", ha explicado Benjamín Cutillas, investigador de la Universidad de Murcia.

22 de octubre de 2021

Documentan un santuario íbero en el yacimiento arqueológico de Santomera (Murcia)

La excavación que realiza la Universidad de Murcia extrae los restos de un poblado ibérico que se originó en el siglo V a. C. y que estuvo habitado hasta su declive en la Segunda Guerra Púnica
Equipo de trabajo en la excavación del yacimiento de Balumba, en Santomera.


El yacimiento de Balumba, en Santomera, esconde muchas incógnitas. Si hace unos meses la Universidad de Murcia se hacía eco del descubrimiento de una torre ibérica de grandes dimensiones por parte del grupo de investigación del doctor en Historia José Ángel Ocharán, esta vez los arqueólogos, entre los que participan alumnos de la UMU, han hallado un santuario con varios utensilios reseñables.

Por ejemplo, pequeñas figuras fabricadas en metal que se utilizaban como ofrendas para las divinidades, una de ellas se trata de un sello que tiene grabado el símbolo esvástico o también llamado tetraskel levógiro, que representaba al sol. Este elemento constata que el lugar era un espacio de culto, ya que se asocia a santuarios y necrópolis desde la prehistoria.

Este objeto se encontró dentro de un agujero en el suelo, tapado con una piedra de molino a modo de tapadera, y junto con otros elementos como accesorios personales, monedas y reproducciones de armas en miniatura, además de un cuenco de entre 15 y 20 cm con hasta 10 cm de profundidad, aplastado pero en buen estado de conservación. Todo esto indica que se trata de una 'favissa' o ofrenda oculta que se llevaban a cabo entre los siglos IV y III antes de Cristo.

También se han encontrado vasos cerámicos con forma de cáliz que serían utilizados para realizar libaciones o lo que es lo mismo, derramar un líquido como ofrenda a una deidad. Con ellos también había cerámica de lujo importada desde Ática, en Grecia y un kylix de imitación ibérica, que consiste en una especie de cáliz más aplanado que se usaba también en las ceremonias rituales.

Este yacimiento de la sierra de Santomera también cumple otra de las características necesarias para ser un espacio de culto y es que tiene orientación oeste, en dirección a la puesta de sol y dispone de un nacimiento de agua.

La cueva, que en un primer momento se catalogó como un taller de metalurgia, dio un giro cuando en las siguientes capas comenzaron a aparecer restos del santuario, lo cual plantea a los expertos el reto de aclarar la vinculación entre el taller y los ritos que también se llevaban a cabo en la cueva. Ya existe un precedente en la Región de Murcia, en el Santuario Rupestre Ibérico de La Nariz, en Moratalla, donde se vincularon las labores plúmbeas a espacios sagrados.
(Fuente: Universidad de Murcia)

28 de septiembre de 2020

Documentan un almacén romano en la Isla del Fraile de Águilas (Murcia)

Las primeras excavaciones de los últimos setenta años superan "las expectativas" al encontrar ánforas que demuestran la antigua actividad comercial de la zona
Los resultados de la primera fase de excavaciones en la Isla del Fraile han superado «todas las expectativas», según el arqueólogo municipal de Águilas, Juan de Dios Hernández.

«Se ha documentado un almacén de época tardía formado por ánforas procedentes del Norte de África, algunas de las cuales contenían restos de pescado», adelanta Hernández, quien afirma que «el descubrimiento parece confirmar la hipótesis de que en la isla se produjeron y comercializaron productos derivados de la pesca, siendo un activo punto de intercambio con el resto del Mediterráneo», poniendo de manifiesto la importancia de este yacimiento, único en el Sureste peninsular.

CURSO DE ARQUEOLOGÍA
Durante las dos últimas semanas se han realizado en la Isla del Fraile las primeras excavaciones de los últimos setenta años, dentro del Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile, al amparo del Área de Arqueología de la Universidad de Murcia, con la participación de la propia la Universidad de Murcia, el Ayuntamiento de Águilas a través de la concejalía de Cultura y el Museo Arqueológico Municipal de Águilas, bajo la dirección del profesor de la UMU Alejandro Quevedo y de Juan de Dios Hernández. Un proyecto que se ha presentado como un curso de arqueología y en el que han participado diez estudiantes con diferentes grados de las Universidades de Murcia, Barcelona, Sevilla, Jaén y Granada.

El arqueólogo ha destacado que «lo primero que hicimos fue trabajar cerca de la entrada de lo que suponemos que es una fábrica de salazones». Un lugar en el que, asegura, hay mucho trabajo por hacer. «Hay que excavar muchos metros cúbicos de tierra, hemos localizado varias fases de ocupación, que confirma también ocupación de época medieval islámica en la isla, pero fundamentalmente por los restos de la época tardo-romana, donde hemos excavado con estructuras con más de dos metros de altura», explica Juan de Dios Hernández, quien detalla algunos de los hallazgos encontrados: «Un almacén, lo que abre las expectativas de un enclave comercial».

Universidades de Valencia y Cádiz están esperando los resultados de las excavaciones de la Isla del Fraile. «Ya ha entrado en debate científico, en el sureste no hay yacimientos como este», indica el arqueólogo.

7 de septiembre de 2020

Las excavaciones regresan a la Isla del Fraile (Murcia)

El proyecto, coordinado por la Universidad de Murcia, el Museo Arqueológico de Águilas y el Consistorio de la ciudad, pretende poner en valor el yacimiento después de la última intervención hace más de setenta años.
Arranca el Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile, un plan que nace de la mano del Área de Arqueología de la Universidad de Murcia (UMU), bajo la dirección del profesor, Alejandro Quevedo y del arqueólogo municipal de Águilas, Juan de Dios Hernández. Además, el proyecto cuenta con la participación del Ayuntamiento de Águilas a través de la Concejalía de Cultura y la el Museo Arqueológico Municipal de la ciudad.

Los trabajos comienzan hoy y está previsto que se lleven a cabo en un periodo de dos semanas. Además, en el plan también participan diez estudiantes de diferentes puntos de España y que en estos momentos llevan a cabo sus estudios en distintas materias en universidades de Murcia, Barcelona, Sevilla, Jaén y Granada. Hace ya casi setenta años que no se realizan excavaciones en la Isla del Fraile, por ello, el equipo de arqueólogos se encuentra «muy emocionado» de poder llevar a cabo este trabajo de campo casi siete décadas después. «Por fin vamos a comenzar, este entorno es un paraíso a nivel medioambiental y arqueológico» explica Juan de Dios Hernández, añadiendo que «la Isla del Fraile tiene mucho potencial». El arqueólogo municipal asegura que «toda la isla es un yacimiento en sí, por lo que esta primera intervención nos servirá para conocer a qué nos enfrentamos». Asimismo, el especialista explica que «las estructuras son imponentes, algunas se conservan emergentes, ya que tienen más de un metro y medio de potencia. También encontramos pavimentos y otros materiales a raudales». Además, «queremos acercarnos a esa factoría de salazón para ver qué nos encontramos de cara a las siguientes intervenciones», apunta.

UN BIC BAJO EL AGUA
La Isla del Fraile, la Punta del Cigarro y su entorno subacuático, fueron declarados como Bien de Interés Cultural en el año 2013. Este fue el primer yacimiento de la Región de Murcia que contó con la protección de una localización que se encontrase bajo el agua y que tuvo una declaración por la categoría de 'lugar histórico'. Esto se debió a «los valores arqueológicos, históricos, etnográficos, técnicos, industriales y ambientales de la zona, cuyas características hacen este lugar único», asevera Juan de Dios Hernández. Además, el arqueólogo apunta que «como yacimiento arqueológico tiene unas expectativas tremendas, aún sin excavar». Según revelan diferentes estudios, «la factoría de salazón que se encuentra ubicada en la Isla del Fraile es de las más representativas de la provincia de Tarraconensis», asegura el especialista. En estos antiguos salazones destacaban productos como el Garum, muy conocido en la antigua Cartago Nova -actualmente Cartagena- para la cual los romanos usaban la Caballa Scomber, a la que el valle de Escombreras debe su nombre.

INTERÉS A NIVEL NACIONAL
De este primer trabajo de campo que se llevará a cabo durante las próximas semanas en la zona están «muy atentos» varios investigadores de otras zonas de España, como Cádiz o Sevilla: «El tema de los salazones despierta la atención en otras Universidades» dice el arqueólogo. Además, se espera que el Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile sea solo el primer paso, y que pueda dar lugar a otros proyectos nacionales de mayor envergadura e incluso a proyectos que se desarrollen a nivel europeo.

9 de julio de 2018

La UMU saca a la luz el Martyrium de La Alberca

Arqueólogos, investigadores del Cepoat y alumnos de la Facultad de Historia de la Universidad de Murcia participan en la limpieza de este monumento tardorromano de la primera mitad del siglo IV
Es uno de los monumentos tardo romanos más importantes de la península.
Durante años fue saqueado en busca de tesoros, pero ahora los investigadores de la Universidad de Murcia (UMU) quieren recuperar y dar a conocer la historia del Martyrium de La Alberca. Muchos de los vecinos de esta pedanía de Murcia no son conscientes del valor que tiene este monumento tardorromano de la primera mitad del siglo IV, muchos otros no saben tan siquiera que existe cuando pasan cerca de la calle La Paz, pero esto precisamente es lo que se quiere cambiar gracias a la iniciativa en la que se ha empezado a trabajar. Para ello ya se han desarrollado dos campos de trabajo que se celebraron el pasado mes de junio y en los que participaron arqueólogos, investigadores del Cepoat (Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía) y alumnos de la Facultad de Historia, quienes han limpiado el terreno para sacar a la luz este tesoro.

Aunque es conocido como Martyrium de La Alberca, es más correcto hablar de mausoleo, ya que en los primeros se rendía culto a un santo y en éste no se han encontrado restos que así lo indiquen. Está considerado uno de los monumentos tardorromanos más relevantes de la Península Ibérica y siempre ha estado relacionado con el cristianismo, aunque existe un malestar generalizado entre los expertos por la escasa atención que se le ha prestado para preservarlo. El edificio tiene una planta rectangular con una cámara subterránea que era utilizada como cripta y en la que se encontraban los sarcófagos, cámara que contaba con unos contrafuertes para levantar la nave y en la que había cinco pilares de refuezo en cada una de las dos paredes exteriores.

MOSAICOS
La entrada está muy destruida y por ahí se baja por unas escaleras hasta la construcción subterránea donde está la cripta con cuatro tumbas y el recinto del ábside, con el que no había comunicación. Esa misma entrada está construida en piedra de sillería y de ella se pasaba a un vestíbulo previo en el que se encontraron restos de mosaico y unas pocas líneas de teselas blancas y negras.

José Antonio Molina, profesor de Historia Antigua de la UMU y miembro del equipo que está liderando el proyecto, explica que este mausoleo formara parte, probablemente, de una villa romana, entornos que se solían amurallar para huir de la represión de los gobernantes de la época y que contaban con sus propias zonas de cultivo. Una teoría que concuerda con la aparición en el mismo espacio de una alberca para almacenar agua, infraestructura hidráulica de grandes dimensiones que era visible a más de un kilómetro de distancia y que quizá fuera el origen del nombre actual de la pedanía.

Bajo el imperio romano (siglos IV y V) se produjo una gran ruralización y los habitantes huían de las ciudades, por ello surgió una época de esplendor de las villas romanas.

Molina, que participa en esta iniciativa junto a Rafael González, José Ángel Castillo y José Javier Martínez, resalta que toda esta zona está protegida, ya que el mausoleo forma parte del catálogo nacional al ser declarado Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional en el año 1931, de ahí que no se pueda construir en el entorno y que hace unos años fuera paralizada la obra de un nuevo edificio cuya estructura ha quedado junto al Martyrium de La Alberca.

En la Península Ibérica hay varios mausoleos romanos, aunque uno de los paralelismos más importantes se encuentra en la Cámara Santa de Oviedo o Cripta de Santa Leocadia al tener el mismo planteamiento que el de esta pedanía murciana.

Sin embargo, este martyrium no fue bien excavado porque tras descubrirse, en el siglo XIX, se creó una asociación para su explotación que casi significó la ruina del yacimiento, ya que su labor principal se centró en la depredación y búsqueda de tesoros que se suponían ocultos en el lugar.

Ahora, los investigadores de la UMU han recibido autorización del Ayuntamiento de Murcia y de la Dirección General de Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma para llevar a cabo en esta zona obras de limpieza y acondicionamiento. «Gracias a ellas queremos que las estructuras sean más visibles y poder hacer estudios de los materiales y consolidar las estructuras si es necesario», indica el profesor José Antonio Molina, quien no pierde la esperanza de que las Administraciones se impliquen y hagan el lugar visitable con una cartelería adecuada que sitúe al ciudadano ante el gran monumento que es este mausoleo.

29 de marzo de 2016

Identifican actividades rituales en el santuario ibérico de La Luz (Murcia)

El estudio también aporta objetos arqueológicos inéditos hasta ahora  y matiza su cronología delimitando un amplio periodo que abarca del siglo IV a.C. hasta el siglo I a.C.
Excavaciones arqueológicas en el santuario ibérico de La Luz. 
Una tesis doctoral realizada en la facultad de Letras de la Universidad de Murcia por Alba Comino Comino aporta nueva información sobre el santuario ibérico de La Luz, en Santo Ángel, además de haber llevado a cabo la digitalización y georreferenciación de los dibujos de campo y de las estructuras arqueológicas documentadas en el mismo lugar para construir una planimetría general del yacimiento.

La tesis doctoral, que ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude, señala que se ha caracterizado el santuario como un lugar de culto de índole territorial y elevado carácter identitario.

La misma aporta, por otra parte, objetos arqueológicos que hasta ahora estaban inéditos, además de constatar diferentes actividades rituales desarrolladas en el santuario y de matizar las cronologías, delimitando un amplio periodo que abarca del siglo IV a.C. hasta el siglo I a.C.

Este trabajo de investigación fue dirigido por el profesor de la UMU Sebastián Ramallo y por Trinidad Tortosa, del Instituto Arqueológico de Mérida (Badajoz), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

HISTORIA
El Santuario de la Luz es un importante yacimiento ibérico, ubicado cercana del eremitorio de Nuestra Señora de la Luz, y conocido desde finales del siglo XVIII. Los primeros trabajos arqueológicos en la zona fueron realizados en los años veinte por Mergelina Luna y continuaron en los años ochenta por P. A. Lillo Carpio.

De las últimas excavaciones se desprende la existencia en el lugar de un santuario ibérico que mantuvo su actividad hacia los siglos IV y I a. C. y que pervivió a pesar de la llegada de las tropas romanas hacia el siglo III a. de C. De los restos encontrados también se ha podido saber que en el lugar se llevaron a cabo actividades metalúrgicas en hierro y plomo y se han descubierto exvotos ibéricos que probablemente se depositaron en el santuario de forma ritual y que fueron tapados con barro.

(Fuente: La Opinión de Murcia)

29 de septiembre de 2015

Recuperan más de 60 piezas de época fenicia y romana en Mazarrón (Cartagena)

Alumnos de la Universidad de Murcia (UMU) que estos días participan en un curso de Arqueología Subacuática, organizado por la UMU en colaboración con el Consistorio de Mazarrón, han rescatado en la zona donde se hallaron los barcos fenicios más de 60 piezas de esta época y la romana. El hallazgo más valioso es un resto de ánfora del siglo VII antes de Cristo.
Una de las piezas rescatadas en Mazarrón. FOTO: AYTO. DE MAZARRÓN
Un resto de ánfora fenicia tipo R1 es la pieza más antigua hallada por una docena de alumnos de un curso de la Universidad de Murcia (UMU) que estos días se realiza en Mazarrón en colaboración con el Ayuntamiento. 

Llegados de diferentes puntos de España, de Francia y Canadá los estudiantes y graduados de Arqueología participan de un tipo de enseñanza no muy frecuente y valorado en el ámbito académico. Según el catedrático y director del curso, José Miguel Noguera, Mazarrón es uno de los pocos puntos de la geografía nacional que ofrece la posibilidad de realizar un Curso de Prospección de Arqueología Subacuática. "Los alumnos a través de sus inmersiones aprenden las técnicas de prospección y conocen cómo se escruta el fondo del mar con el objeto de desarrollar proyectos de extracción", señala José Miguel Noguera.

TRABAJAR A 10 METROS DE PROFUNDIDAD
Durante cinco días los estudiantes han desarrollado sus ejercicios prácticos en el entorno de la Isla, lugar donde fueron hallados los barcos fenicios. Trabajan en una profundidad de entre 8 y 10 metros, lo que facilita el estudio, según indica Juan Pinedo, uno de los arqueólogos responsables del curso, quien también destaca la excepcionalidad y buena calidad de las aguas de Mazarrón.

MÁS DE 60 PIEZAS DE GRAN VALOR
Los trabajos de prospección han permitido sacar a la luz más de 60 piezas de época romana y fenicia de enorme valor. Según Pinedo, estos restos pasarán a un tratamiento de agua dulce durante dos meses, "para evitar que la sal cristalice y rompa las piezas", y más tarde pasará a disposición del Museo de Mazarrón.

Además de José Miguel Noguera y Juan Pinedo también participan en la organización de este curso los arqueólogos José Lájara, Jose Manuel Martínez y la arqueóloga municipal, María Martínez.
(Fuente: Murcia.com)

11 de agosto de 2015

Hallan restos de la dieta neandertal en la Sima de las Palomas, en Torrepacheco (Murcia)

La XXIV campaña de excavaciones arqueológicas oficiales del yacimiento de la Sima de las Palomas del Cabezo Gordo (Torre Pacheco) ha sacado a la luz más herramientas de sílex, así como caparazones de tortugas y huesos de caballos que formaban parte de la dieta de los neandertales que habitaron la Región.
Dos jóvenes investigadoras durante una de las excavaciones realizadas en la Sima de las Palomas de Torrepacheco. FOTO: LA OPINIÓN DE MURCIA
Las excavaciones, coordinadas por la Asociación Murciana para el Estudio de la Paleoantropología y el Cuaternario y que cuentan con el apoyo de Cultura, se centran desde 2011 en la excavación de una capa que permanecía cubierta de un conglomerado de una dureza similar al hormigón. 

En la actualidad se trabaja en una zona en la que el sedimento es más suelto y que contiene restos mejor conservados, entre los que destacan diversos útiles paleolíticos de tipología musteriense de gran belleza. En esta campaña se han hallado numerosos caparazones de tortugas y huesos de equinos que formaban parte de la alimentación de los neandertales que habitaron en la Región, además de más herramientas. 

También los estudios que se realizan de forma paralela con investigadores del todo el mundo muestran distintos vegetales que formaban parte de su alimentación. Asimismo, el objetivo principal para la campaña de 2015 en continuar con la excavación de esta última capa y comprobar hasta que profundidad el sedimento de la Sima de las Palomas continúa siendo fértil. 
Los primeros restos se hallaron casualmente en 1991.
FOTO: UNIVERSIDAD DE MURCIA.

HISTORIA DEL YACIMIENTO
La Sima de las Palomas es el yacimiento del hombre de Neanderthal más importante del arco mediterráneo español. Más de diez años de excavaciones (comenzaron en 1992) han sacado a la luz la presencia de, al menos, diez individuos del hombre de Neanderthal representados por centenares de huesos y dientes. Tres de los esqueletos, pertenecientes a dos adultos y un joven y de una antigüedad de unos 50.000 años, fueron hallados casi completos y en conexión anatómica, un hecho excepcional en el panorama mundial. 

Sobre uno de los adultos, bautizado 'Paloma', se publicó en 2011 un artículo en la prestigiosa revista científica estadounidense 'Proceedings of the Nacional Academy of Sciences', ya que se trata del esqueleto neandertal más completo en todo el litoral mediterráneo europeo y tiene la pelvis femenina neandertal más completa del mundo.

El número total de los huesos fragmentados y dientes neandertales recuperados en las diferentes campañas de excavación corresponde a más de 300 elementos clasificados. Dichos restos incluyen los elementos pertenecientes a los tres esqueletos articulados, además de otros que demuestran la presencia de otros siete individuos, tanto adultos como niños y bebés. 

Los primeros restos de la Sima de las Palomas fueron hallados casualmente en 1991. La investigación científica comenzó un año después, en 1992, bajo la dirección de los profesores doctores Michael Walker, de la Universidad de Murcia, y José Gibert Clols, del Instituto Paleontológico de la Diputación de Barcelona en Sabadell, fallecido en 2007. Actualmente dirigen la investigación el profesor Walker, el arqueólogo Mariano López Martínez y la doctora de la Universidad de Murcia, María Haber Uriarte.
(Fuente: 20 Minutos)

11 de julio de 2014

Descubren la almazara romana más grande de la Península en la villa romana de Los Villaricos, en Mula (Murcia)

El edificio principal tiene 39 metros de largo por 17 metros de ancho, y ocupa 663 metros cuadrados. Los restos confirman la gran producción y comercialización de aceite de oliva en esta villa romana durante los siglos III y IV.   
Un momento de la excavación en la villa romana, en la que han participado 25 alumnos universitarios.
Las excavaciones arqueológicas en la villa romana de Los Villaricos, en el término municipal de Mula, han descubierto un gran 'torcularium' (almazara) para producir aceite, que, según el profesor de la Universidad de Murcia Rafael González, es la más grande de la Hispania Romana, provincia del imperio en la Península. El lugar en el que ha aparecido es en la zona sureste donde se encuentran los restos. 

El edificio principal acoge la almazara más grande documentada de la época. Tiene unas dimensiones de 39 metros de largo por 17 metros de ancho, y ocupa 663 metros cuadrados.

TRES GRANDES NAVES DE PRENSADO
Hasta ayer mismo, los arqueólogos han hallado tres grandes naves dedicadas al prensado de la aceituna, con cinco elementos de viga, el área de accionamiento de las prensas, con cinco contrapesos y la zona de decantación del aceite, con seis piletas y tinajas. También se han registrado dos estancias más: la zona de molienda -con dos grandes molas olearias-, así como el 'tabulatum' o zona de recepción de la aceituna.

El hallazgo de esta nueva área productiva pone de manifiesto la gran producción y comercialización de aceite a la que se dedicaban los habitantes de la villa romana durante los siglos III y IV.

El Ayuntamiento de Mula, en colaboración con la Universidad de Murcia y la Fundación Cajamurcia, organizan y subvencionan esta nueva campaña de excavación arqueológica en Los Villaricos.

25 UNIVERSITARIOS
Durante las dos últimas semanas, un total de 25 alumnos de diferentes universidades españolas y extranjeras han sido dirigidos y coordinados en la excavación arqueológica por los profesores Rafael González Fernández y Francisco Fernández Matallana, ambos de la Universidad de Murcia, y por José Antonio Zapata Parra, arqueólogo municipal.

La campaña de este año ha servido también para la formación de alumnos de Arqueología, pues se ha organizado un curso de introducción en colaboración con el Cepoat (Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía).

(Fuente: La Verdad / José Luis Piñero)