google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Victoria Gutiérrez
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14 de agosto de 2020

Recuperan el sendero medieval de acceso al cerro de Santa Catalina de Jaén

La Universidad de Jaén y el Instituto Municipal de Empleo y Formación Empresarial (IMEFE) del Ayuntamiento de Jaén han documentado el trazado y las estructuras que conforman el sendero medieval que asciende hasta el Castillo de Santa Catalina, recuperando el primer tramo del mismo. Una senda que, pese haber sido trazada en época medieval, estuvo en uso hasta el siglo XIX.
Las tareas incluyeron la limpieza y desbroce de depósitos de tierra y maleza. (UJA)
Los trabajos fueron ejecutados de noviembre de 2019 a marzo de 2020 por la Escuela Taller del módulo de Jardinería, dirigida por Manuela Moral e impartida por los monitores José Requena y Manuel Barneo, bajo la dirección arqueológica de los investigadores del Departamento de Patrimonio Histórico de la Universidad de Jaén María Victoria Gutiérrez y Juan Carlos Castillo, contando además con la colaboración de un amplio equipo técnico de arqueólogos y topógrafos pertenecientes al Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA.

PUERTA Y PAVIMENTO ORIGINAL

En concreto, las tareas desarrolladas desde noviembre del pasado año han consistido en la limpieza y desbroce de los depósitos de tierra vegetal y maleza que cubrían y ocultaban el primer tramo del camino medieval. Entre los resultados obtenidos destaca, por un lado, la localización de la puerta que abría el principal acceso al camino, de la que se han registrado dos grandes pilares cuadrangulares de mampostería. Por otro lado, la localización de la base geológica totalmente pulida y alisada, “lo cual nos indica que ésta conformaría el pavimento original del sendero, que estuvo deslindado por un lado por los propios afloramientos rocosos del terreno, recortados y trabajados para encajar la senda, mientras que por su lado opuesto, estaría delimitado por una serie de paratas de mampostería irregular, de las que en algunos tramos tan solo se conserva su cimentación”, explica la arqueóloga María Victoria Gutiérrez.

El estudio, limpieza y recuperación de estas paratas ha sido el objetivo de esta primera fase de actuación, identificándose su técnica constructiva y su aparejo, además de dejar patente su estado de conservación y patologías. “Con estos trabajos hemos logrado obtener una documentación trascendental y numerosas evidencias que van a resultar imprescindibles para la proyección de futuras fases de trabajo, que conducirán a la recuperación de todos los elementos, para lo cual se seguirán las directrices marcadas en el proyecto de obras de rehabilitación y puesta en valor del sendero, redactado por el arquitecto Manuel de Toro Codes”, declaran los investigadores de la UJA.

Según las primeras interpretaciones, este sendero, que discurría ascendiendo por el interior de un amplio recinto amurallado, presentaba en su inicio una evidente bifurcación que deja constancia de la existencia de un riguroso control, al separar aquellos transeúntes que ascendían a pie, de aquellas otras personas que lo hacían con carretas u otros medios de transporte, confluyendo ambas vías en un punto estratégico del interior, a partir del cual el camino se unificaba. 

TRANSFORMACIONES DEL S.XIX
Paralelamente, esta actuación ha permitido conocer y verificar no solo el origen medieval de sus estructuras, sino que también ha puesto de manifiesto las profundas transformaciones a las que fue sometido en la primera mitad del siglo XIX, tras la ocupación de la ciudad por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia. “Nos referimos a los elementos defensivos creados entre 1809 y 1811, con el fin de consolidar y reforzar las defensas de la primitiva alcazaba medieval, aislándola de manera significativa del núcleo urbano. Son todas ellas estructuras que quedaron perfectamente reflejadas en la cartografía histórica de la época elaborada tanto por ingenieros militares franceses como españoles”, asegura Juan Carlos Castillo, catedrático de Historia Medieval de la UJA.

“Desgraciadamente son muchos los interrogantes y estructuras que aún están soterradas en toda la ladera norte del cerro, las cuales deberán recuperarse e integrarse en un amplio proyecto que tenga como cometido principal la revitalización de este amplio espacio periurbano de la ciudad de Jaén, un sector que cuenta con unos importantes valores patrimoniales tanto a nivel histórico como natural”, declara Juan Carlos Castillo. En este sentido, los investigadores de la UJA apuntan que aunque los resultados obtenidos han sido “bastante significativos y elocuentes de la riqueza arqueológica de este enclave”, esta actuación supone solo el inicio “debido al empaque y la complejidad de las estructuras allí existentes, lo que por otro lado, ha evidenciado la inviabilidad de que su absoluta recuperación pudiera lograrse en un marco temporal tan corto, cuatro meses, que es el periodo de duración de la formación del alumnado de la Escuela Taller del IMEFE”.

26 de mayo de 2017

Comienzan los trabajos para recuperar la muralla medieval de Sabiote (Jaén)

Arqueólogos de la Universidad de Jaén han iniciado los trabajos de recuperación y puesta en valor de la muralla Oeste de Sabiote (Jaén), que incluyen una actuación de urgencia por derrumbe.
Cara exterior de la muralla de Sabiote en la zona donde se produjo el derrumbe. 
El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Diputación Provincial y el Ayuntamiento, contempla la realización de  sondeos arqueológicos en los lienzos de la muralla, que hasta ahora permanecía totalmente enmascarada por viviendas adosadas. Con objeto de facilitar su recuperación, el Ayuntamiento de Sabiote adquirió con anterioridad la propiedad de algunas de estas viviendas.

Los trabajos arqueológicos para la recuperación de la muralla de Sabiote comenzaron el pasado 8 de mayo por el equipo dela Área de Historia Medieval de la Universidad de Jaén, que dirige el profesor Juan Castillo Armenteros y que coordina en Sabiote la arqueóloga Victoria Gutiérrez Calderón, siguiendo las directrices arquitectónicas de Apolinar Marín y Manuel Campos.


Victoria Gutiérrez informó  que al proyecto inicial de recuperación de 63,6 metros lineales de la muralla de los siglos XIII-XIV se ha tenido que añadir una actuación de urgencia debido al derrumbe del lienzo en la zona denominada como “Arco Nuevo” y que afecta a 11,5 metros de la muralla situados bajo el arco del siglo XVIII que daba acceso a la ciudad medieval. Esta actuación de urgencia ha requerido de un nuevo proyecto de ejecución redactado por el arquitecto Juan Bautista Villar.

DERRUMBE 
Según Gutiérrez, el derrumbe se ha debido a que la muralla “estaba totalmente descarnada y eliminada casi por completo por la vivienda anexa, cuyos propietarios vaciaron completamente el interior de la misma para introducir el hueco de una escalera”. 

La actuación de urgencia consiste fundamentalmente “en eliminar esos elementos modernos y rehacer completamente el lienzo de manera que se diferencie de la obra original”. Para ello, el equipo de trabajo busca la cimentación de la muralla, de los que en algunos tramos sólo queda la base geológica “ya que se han eliminado todas las piedras”, dice Gutiérrez.  Sin embargo, en otros tramos si ha sido posible recuperar la cimentación bajo el pavimento de las viviendas “en las que además ha aparecido una atarjea sobre la que se apoya, y que aunque es de un momento posterior, creemos que discurre paralela a la muralla”. 

29 de mayo de 2015

Los arqueólogos descubren la puerta original del S. XIII en la torre del castillo de Villardompardo (Jaén)

Se trata de una puerta con arco enjarjado del S. XIII que en la actualidad está cegada por la construcción de un aljibe como consecuencia de los conflictos militares de la segunda mitad del siglo XIV. El hallazgo lo han realizado arqueólogos de la Universidad de Jaén durante la III campaña de excavaciones fruto del Convenio suscrito con el Ayuntamiento de Villardompardo.
Mercedes Navarro, Victoria Gutiérrez e Irene Montilla con parte del equipo de excavación en el interior de la torre. A la izquierda el arco interior de la puerta.
Poco a poco el castillo de Villardompardo va descubriendo sus secretos. Y es que después de dos campañas anteriores los arqueólogos de la Universidad de Jaén siguen sumando importantes logros en los trabajos de excavación del castillo-palacio de Villardompardo.

Según Mercedes Navarro, una de las arqueólogas que trabajan en el castillo bajo la dirección del profesor de Historia Medieval Vicente Salvatierra, "en la primera campaña de excavación realizada en el año 2012 los niveles documentados eran mayoritariamente de escombro pertenecientes a la demolición del edificio". "Después de dos campañas de excavación (2012-2013) que aportaron nuevos datos sobre la historia del castillo, a primeros de mayo se ha iniciado la tercera que está sorprendiéndonos con nuevos hallazgos".

Aspecto exterior de la puerta del S. XIII.

OCULTA HASTA NUESTROS DÍAS
De los descubrimientos que hemos realizado en el castillo -nos cuenta Navarro- el acceso original al torreón es uno de los mas destacados "Se trata de una puerta con arco enjarjado que ha permanecido oculta hasta nuestros días ya que fue cegada con la construcción de un aljibe en el interior de la torre , como consecuencia de los conflictos militares de la segunda mitad del siglo XIV".

La torre del castillo está levantada sobre la base geológica compuesta de margas y alcanza los 20 metros de altura. Por la parte en que la roca no aflora, los constructores dispusieron un zócalo de sillarejo. El resto de la torre es de mampostería en hileras regulares, mientras que las esquinas son de sillarejo más regular, que por la parte alta alterna con núcleos de ladrillo.

DIFERENTES REFORMAS
"La interpretación del castillo no es una tarea sencilla" -nos comenta Navarro- "ya que desde su edificación en el S. XIII en tiempos de Fernando III sobre un hipotético asentamiento islámico del que aún no tenemos ningún dato, el castillo ha pasado por diferentes reformas que lo han ido transformando y adaptando a diferentes usos".

"De todas las reformas realizadas, quizás la más importante es la que se llevó a cabo en el S. XVI, para adaptarlo como residencia palaciega". Según Mercedes Navarro, "en este momento, la torre defensiva queda integrada en el interior del palacio, lo que la hace invisible al exterior". "Se abren en ella nuevas puertas para comunicar diferentes estancias palaciegas y se construyen nuevas escaleras.

Fragmento del pavimento original del palacio. 

 "A esta importante reforma también pertenecería el actual acceso al recinto coronado con una imponente portada renacentista y la construcción de varios edificios en torno al patio central."

"De esta época -nos comenta Navarro- además de restos del pavimento cerámico original también hemos encontrado algunos elementos decorativos en yeso y una figura de plomo." 




DE PALACIO A PLAZA DE TOROS
Sin embargo, éste carácter palatino del castillo deja paso más adelante a su empleo como centro de concentración agrícola, debido a nuevas transformaciones en las naves residenciales que se convierten en zonas de almacenaje.

Posteriormente, ya en el S. XX el recinto del castillo es adaptado como plaza de toros, con lo que se destruyó una buena parte de la planta de los edificios.

Los trabajos en el castillo de Villardompardo son fruto del Convenio suscrito entre el Ayuntamiento de esta localidad gienense con la Universidad de Jaén para la recuperación de este espacio municipal que fué declarado Bien de Interés Cultural en 1985.