google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: catalogación
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4 de marzo de 2015

El MAN publica en internet el archivo de Siret, clave para el estudio de yacimientos prehistóricos del sureste peninsular

Este archivo, digitalizado y catalogado por el Museo Arqueológico Nacional (MAN) tras un trabajo de ocho años, alberga manuscritos y textos con notas, estudios y dosieres; cuadernos de campo y de dibujos y notas; fotografías realizadas por el propio Louis Siret y posteriores a su fallecimiento y su biblioteca personal, entre otros.
Fotografía tomada por Siret de un esqueleto perteneciente a los hallazgos de la Edad del Hierro, fenicios, púnicos y romanos encontrados en Herrerías (Almería). Museo Arqueológico Nacional.
El Museo Arqueológico Nacional muestra en red más de 31.000 documentos esenciales para el estudio de los yacimientos prehistóricos y protohistóricos en el sureste de la Península Ibérica. 

OCHO AÑOS DE CATALOGACIÓN Y DIGITALIZACIÓN
El archivo personal del arqueólogo belga Louis Siret (1860-1934), considerado uno de los fondos documentales más importantes para el estudio de los yacimientos prehistóricos y protohistóricos en el sureste de la Península Ibérica, sale a la luz después de ocho años de trabajo de catalogación y digitalización.

Desde el pasado lunes están en red y a disposición del público más de 31.000 documentos, conservados en el Archivo del Museo Arqueológico Nacional, que comprenden el archivo personal de Siret y de toda su actividad investigadora junto a su hermano Henri y al capataz de obra Pedro Flores, de gran importancia para el estudio de yacimientos como Villaricos, Almizaraque y Los Millares, en Almería.


Este fondo está compuesto por más de 150 de cuadernos de excavación, información sobre cada uno de los yacimientos intervenidos, manuscritos, correspondencia entre Siret y su capataz Flores en la que recoge el día a día de hallazgos y excavaciones, y una enorme cantidad de dibujos, fotografías y textos en forma de notas, informes y estudios sobre arqueología.

Junto a esta documentación de carácter arqueológico, el museo guarda la correspondencia de Henri y Louis Siret con personalidades científicas de la época e instituciones interesadas en sus trabajos; recortes de prensa recogidos desde fines del XIX a los años 30 del siglo XX; informes con documentación preparatoria para su participación en homenajes y congresos; y extractos y resúmenes realizados por Siret a partir de sus lectura de artículos y libros.

Desde la donación hecha por Siret al MAN de sus colecciones en 1928, el museo generó un archivo paralelo formado por los documentos que se derivaron del trabajo de inventario y organización de las piezas realizado entre los años 50 y 90 del siglo XX. Incluye también las transcripciones mecanografiadas de los cuadernos de Flores y la formación un conjunto de fotografías que completa el estudio de los fondos donados.


MÁS DE 2.800 REGISTROS DE CONSULTA

Para facilitar el acceso a la información, se han identificado más de 2.800 registros de consulta estructurados en cuatro grupos documentales. El más numeroso corresponde a su archivo personal -adquirido por el Estado el 31 de agosto de 1956- que incluye correspondencia, cuadernos de excavaciones, recortes de prensa, cuadernos de notas, dibujos y planos. 

El segundo grupo hace referencia al fondo gráfico realizado en vida de Siret, en su mayor parte fotografías hechas por él mismo. Un tercer apartado incluye documentación vinculada a su figura, pero no procedente de su trabajo, como toda la información generada por el traslado de su colección de piezas a Madrid o los trabajos necesarios para su identificación. Por último, el fondo documental correspondiente a las fotografías posteriores al fallecimiento de Siret.

El estudio ha englobado también la evaluación, por parte de expertos, del estado de conservación de los documentos, calificado en su mayor parte de bueno, y se han establecido pautas de conservación preventiva. En algunos casos fue necesaria la intervención directa para su restauración, que se llevó a cabo en el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE).

(Fuente: Revista de Arte)

29 de mayo de 2013

Un estudio sitúa cientos de túmulos funerarios íberos en la Comarca del Matarraña (Teruel)

Algunas de las tumbas localizadas son de tipo “monumental”, pues se han encontrado varias que llegan a tener hasta siete u ocho metros de diámetro y que presentan cistas (cámara sepulcral) que llegan al metro y medio de altura.
Varias personas visitan los túmulos funerarios íberos
que recientemente han sido limpiados de vegetación.
Foto: J.A. BENAVENTE
Los arqueólogos José Antonio Benavente y Salvador Melguizo han terminado un estudio, por encargo de la Comarca del Matarraña, de las decenas de tumbas ibéricas que están repartidas por distintos términos municipales. 

Su trabajo ha consistido en realizar una catalogación de estos túmulos, la mayor parte de ellos mencionados en documentos escritos por otros arqueólogos a principios del siglo XX y muchos de ellos expoliados con anterioridad.

Algunas de las tumbas localizadas son de tipo “monumental”, pues se han encontrado varias que llegan a tener hasta siete u ocho metros de diámetro y que presentan cistas (cámara sepulcral) que llegan al metro y medio de altura.

Además de realizar un inventariado de estas pequeñas necrópolis ibéricas, los dos arqueólogos han realizado una propuesta para fijar una única denominación para cada uno de ellos. No en vano, según el arqueólogo José Antonio Benavente, “existen túmulos que en unos documentos se denominan de una manera y en otros aparecen de otra”, algo que lleva a confusión.

La localidad de Cretas, uno de los municipios beneficiados por el descubrimiento de los túmulos acogió el pasado año la IV Edición de las Jornadas Ïberas de la Comarca del Matarraña. 

13 de julio de 2011

Arqueología: La UPV desarrolla un nuevo sistema para la catalogación de cerámicas por ultrasonidos

El nuevo sistema, que es inocuo para las piezas, puede trabajar con muestras no preparadas, el procesado de señal es rápido en la obtención de resultados y es portátil, lo cual facilita su desplazamiento para hacer análisis in situ.
 Investigadores del Grupo de Tratamiento de Señal (GTS) del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) han desarrollado un sistema de clasificación de cerámicas arqueológicas basado en el procesamiento de señal ultrasónica y que proporciona información sobre el período cronológico y el origen de los fragmentos arqueológicos de cerámica, a partir de una evaluación no destructiva por ultrasonidos, ha informado la institución académica en un comunicado.
 Según explican los investigadores del iTEAM de la UPV, en el campo de la arqueología, la tecnología de ultrasonidos se ha utilizado hasta el momento en aplicaciones como la exploración del océano para detectar restos de naufragios, el registro de imágenes de sitios arqueológicos y la limpieza de los objetos, "pero nunca para realizar la clasificación arqueológica".

 "Por medio de señales ultrasónicas, algunos parámetros relacionados con propiedades físicas del material que dependen del periodo cronológico y el lugar de origen pueden ser medidos y analizados con el fin de clasificar las piezas arqueológicas", apunta Addisson Salazar, investigador del iTEAM de la Politécnica de Valencia.

   La ventaja más importante de este sistema de clasificación, en comparación con otras técnicas, reside en que como las mediciones se llevan a cabo por medio de señales ultrasónicas, es inocuo para las piezas de cerámica. Además, puede trabajar con muestras no preparadas, el procesado de señal es rápido en la obtención de resultados y es portátil, lo cual facilita su desplazamiento para hacer análisis in situ.

   "Otros métodos existentes, tales como análisis químicos o termo-luminiscentes han demostrado que pueden medir la edad de la cerámica con exactitud, pero son costosos, difíciles de implementar, intensivos en tiempo e implican un cierto grado de destrucción de las piezas analizadas", añade Luis Vergara, profesor responsable del GTS.
   La tecnología desarrollada desde los laboratorios del iTEAM permite analizar más de 400 piezas de cerámica en 5 horas, y es  capaz de proporcionar una predicción de la fecha de origen de las piezas que no tienen claro marcadores cronológicos.

YACIMIENTOS
   Los experimentos de clasificación cronológica se hicieron en colaboración con el Instituto de Restauración del Patrimonio (IRP) de la UPV. Para ello, trabajaron con diferentes fragmentos de cerámica arqueológica correspondientes a los períodos Edad de Bronce, Ibérico, Romano y Edad Media, procedentes de diferentes yacimientos de la Comunidad Valenciana localizados en Lliria, Requena y Enguera.

   "Los resultados muestran que el porcentaje de acierto obtenido en la catalogación de los fragmentos superó el 90%, lo cual puede considerarse un buen resultado dada la dificultad del problema. La estimación del período cronológico de un fragmento arqueológico no es un trabajo fácil, especialmente si consideramos que el fragmento puede haber sido movido de su contexto original debido a migraciones, guerras, intercambios comerciales, etc. Además, algunas características externas usadas para clasificación de objetos arqueológicos, tales como formas particulares y decoraciones, podrían no ser evidentes en los fragmentos, y por lo tanto estos aspectos no darían información útil para su correcta clasificación", amplía Salazar.

   El sistema ideado por los investigadores de la UPV se puede aplicar también en la clasificación de piezas según su procedencia. El objetivo en este caso es discernir entre piezas del mismo período cronológico, pero provenientes de diferentes hornos de fabricación. "La apariencia externa de las piezas es similar, por lo que su clasificación se basa en diferencias en propiedades de los materiales y/o métodos empleados en su fabricación que serían registrados mediante señales ultrasónicas", apunta Luis Vergara.

   En este sentido, los expertos de la UPV hicieron dos experimentos en colaboración con el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Valencia: el primero de ellos consistió en clasificar piezas de cerámica romana del tipo "Terra Sigillata" de dos regiones diferentes, en concreto Arezzo -en Italia- y en el sur de Francia. El segundo experimento fue catalogar piezas medievales de Oliva y Paterna, en la Comunidad Valenciana. "Al igual que en la clasificación cronológica, los resultados de acierto en la clasificación por procedencia superaron el 90%", añade Addisson Salazar.

   El sistema de catalogación de cerámicas arqueológicas está integrado, entre otros componentes, por dos transductores de ultrasonidos, mecanismos de control de presión, un dispositivo para medir el espesor de la pieza, un dispositivo emisor/receptor de ultrasonidos, medios de digitalización y un procesador de adquisición y procesado digital de señales ultrasónicas.

PROCEDIMIENTO
   Según explican los investigadores del ITEAM, el procedimiento de catalogación de cerámicas arqueológicas está dividido en dos fases: entrenamiento y catalogación. En la primera de ellas, se construye una base de datos de referencia y un modelo a partir de los parámetros extraídos de las señales ultrasónicas medidas en piezas de período o procedencia conocida.

   "El modelo define unas regiones de clasificación que se utilizan en la fase de catalogación para asignar el período o la procedencia a un conjunto de nuevas piezas de clase desconocida con una probabilidad de acierto", explica Luis Vergara. Los algoritmos de procesado de señal y reconocimiento de patrones implementados en el sistema consisten en técnicas originales desarrolladas en el Grupo de Tratamiento de Señal de la UPV.

   Los resultados del sistema fueron publicados en el artículo 'ICA Mixtures Applied to Ultrasonic Non-destructive Classification of Archaeological Ceramics' en la revista Journal on Advances in Signal Processing de Eurasip, han concluido desde la UPV.
(Fuente: Europa Press)

20 de enero de 2011

La Universidad Autónoma de Barcelona desarrolla una nueva catalogación arqueológica digital


Un equipo de investigación del Centro de Estudios del Patrimonio Arqueológico de la Prehistoria de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha desarrollado un nuevo sistema de catalogación del material arqueológico que permite reducir el margen de errores al 1 por ciento.
Según un comunicado de la universidad, este sistema sustituye el tradicional etiquetado de piezas a mano por un código identificador aplicado directamente sobre cada pieza mediante el uso de códigos bidimensionales Datamatrix, que permiten incluir secuencias alfanuméricas formando series de hasta 20 dígitos adaptadas al tamaño de la pieza.
Este sistema se imprime sobre etiquetas de polipropileno, y los códigos se fijan a la pieza entre dos capas de Polaroid B72, una resina acrílica ampliamente usada en la restauración de materiales arqueológicos, que protege la etiqueta del paso del tiempo y de las condiciones de conservación adversas.
Este sistema sustituye el tradicional etiquetado de piezas .
El código –con información sobre el yacimiento, la unidad arqueológica y el número secuencial– puede leerse mediante lectores estándar, como cámaras de vídeo y foto y teléfonos móviles.
Esta aplicación supone importantes ventajas respecto al sistema tradicional en cuanto a rapidez y fiabilidad, además de adaptarse al tamaño del material arqueológico –que a veces es demasiado pequeño para albergar etiquetas con códigos manuales–.
Además, el etiquetado manual es un proceso rutinario que requiere una importante inversión de tiempo y trabajo en el que es habitual que se produzcan errores –se han contabilizado hasta un 40 por ciento– y que se degrada con el paso del tiempo haciéndose difícil a la lectura.
Los doctores Rafael Mora, Paloma González y Jorge Martínez ya han probado durante dos años el sistema Datamatrix en las excavaciones africanas de Olduvai George en Tanzania y Mieso en Etiopía y en las leridanas Roca dels Bous y Cova Gran.
De hecho, los investigadores han animado al resto de colegas de la profesión a usar este sistema  para homogeneizar la catalogación de registros arqueológicos y fomentar el desarrollo de aplicaciones digitales que permitan la posterior consulta de datos por Intrenet y la apertura de fondos museísticos en el ciberespacio.
(Fuente: Europa Press)