google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: galeón
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8 de mayo de 2023

Descubierto un misterioso galeón del siglo XVII naufragado en Pasajes (Guipúzcoa)

Surcó los océanos hace casi cuatrocientos años y acabó su última singladura en aguas de Pasaia, muy cerca de la angosta bocana que da acceso a este puerto en cuyo fondo marino un grupo de investigadores dirigido por la Diputación de Gipuzkoa ha localizado los restos de un misterioso galeón del siglo XVII del que poco más se sabe.
Trabajos de excavación arqueológica del galeón hundido hallado en aguas de Pasaia / Diputación Foral de Gipuzkoa/Ander Arrese

Surcó los océanos hace casi cuatrocientos años y acabó su última singladura en aguas de Pasaia, muy cerca de la angosta bocana que da acceso a este puerto en cuyo fondo marino un grupo de investigadores dirigido por la Diputación de Gipuzkoa ha localizado los restos de un misterioso galeón del siglo XVII del que poco más se sabe.

¿Cómo naufragó? ¿Cuál era su origen? ¿Qué transportaba? ¿Quiénes eran sus tripulantes? Un océano de cuestiones aún sin respuesta rodea el pecio de esta histórica nave de la que, por el momento, sólo existe una certeza: fue construida después de 1621.

El dato ha podido ser conocido gracias al estudio de algunas de las cuadernas de sus cubiertas, elaboradas con árboles cuyo último anillo de crecimiento nos retrotrae cuatro siglos atrás, como recientemente ha revelado el minucioso análisis dendrocronológico de la madera.

La embarcación se encuentra tumbada sobre un costado y a los investigadores les resulta difícil alcanzar el casco, que constituye el mejor elemento para hacer una datación de este tipo, por lo que no se descarta que en un futuro la fecha de construcción del navío pueda llegar a ser todavía más concreta.

Acorazado
El casco, aparentemente acorazado con planchas de plomo, es otra de las mayores singularidades del enigmático navío pues, según han explicado a EFE fuentes de la Dirección del Departamento de Cultura de Gipuzkoa, desvela que probablemente estemos hablando "una embarcación de guerra".

A partir de ahí, cualquier conjetura podría ser válida o por el contrario no serla en absoluto porque la investigación sólo ha revelado la existencia de la estructura del buque, del que únicamente son visibles unos doce metros. El resto permanece oculto bajo una escollera, mientras que un tercer segmento fue involuntariamente destruido tiempo atrás por las labores de drenado del acceso portuario.

Las tres campañas de excavaciones subacuáticas, desarrolladas en el pecio desde 2021 por los arqueólogos Ander Arrese, María Intxaustegi y José Manuel Matés bajo la dirección del Servicio de Patrimonio Histórico Artístico de la Diputación y con la colaboración del Centro Integrado de Formación Profesional Blas de Lezo de Pasaia, también han permitido recuperar de las profundidades algunos objetos significativos.

Entre ellos, varios elementos de "motonería" (poleas para el manejo de los cabos del velamen), calzado y alguna jarra de cerámica que "nos sitúan en el siglo XVII" pero sin llegar a resultar "nada concluyentes", explican las citadas fuentes cuyas esperanzas se centran ahora en el estudio del sello grabado en una cuchara metálica que "se está intentando identificar" porque podría arrojar algo más de luz sobre el origen del buque, del que hasta el momento no han aparecido cañones ni munición alguna.

Incógnitas
Un cúmulo de incógnitas a las que, lejos de hallar respuestas, no dejan de sumarse nuevos interrogantes, después de que recientemente los investigadores descubrieran que los restos que en un principio habían sido identificados como un pecio, en realidad son dos.

"El segundo corresponde a una nave cargada con mineral de hierro -probablemente destinado a las ferrerías guipuzcoanas- que parece situarse encima del galeón, con lo que estimamos que sería una embarcación más moderna", aclaran los responsables de la investigación, quienes no ocultan que los trabajos arqueológicos realizados en la zona han resultado "muy, muy complicados".

No sólo por el hecho de llevarse a cabo bajo el agua, sino porque han tenido lugar en un contexto en el que "los mercantes continuaban pasando" por las proximidades de la bocana de la bahía, además de haber tenido que ser autorizados por distintos organismos con competencias en la materia como la Autoridad Portuaria de Pasaia y la Capitanía Marítima, entre otros.

Plan de investigación
Unas circunstancias ante las que las autoridades correspondientes han decidido aplazar sin fecha la realización de nuevas excavaciones submarinas, "hasta que se confeccione un plan de investigación serio" que además precisará de "unos medios extraordinarios", ya que habrá que llevar a cabo "una investigación de mucho peso que supondrá cambiar de escala" y abordar "un proyecto de meses de trabajo con una gran infraestructura".

"Harían falta globos para sacar los restos a la superficie -aclaran- y según salen llevarlos a piscinas para preservarlos" y sería necesario contar también con "infraestructura en tierra" porque todo el material orgánico que se recupere está saturado de agua, por lo que deberá ser conservado en unas condiciones correctas "para que no se degrade" y además después deberá ser "tratado" para conservarlo.

Por estos motivos, de momento los arqueólogos han vuelto a tapar "de manera muy profesional" ambos naufragios, han dejado el yacimiento "protegido" sin desvelar su ubicación exacta, y han cursado las advertencias oportunas a las autoridades correspondientes para evitar episodios de "furtivismo".

Fuentes de la Dirección del Departamento Foral de Cultura han puesto de relieve la importancia de este hallazgo para la arqueología submarina del territorio, ya que se trata de un ámbito en el que ya "no sólo hay conocimiento sino también experiencia".

"Es muy importante tener equipos" y ahora contamos ya con profesionales que pueden llevar a cabo "cualquier operación subacuática" cuando se presente la ocasión, algo que en definitiva resulta "casi más relevante que el propio descubrimiento", han concluido.

31 de agosto de 2018

Nace un Observatorio que denunciará el expolio de los galeones

Un nuevo Observatorio vigilará con el respaldo de grandes especialistas de toda Iberoamérica el futuro de los galeones acosados en muchos mares del mundo, en ocasiones con el permiso de algunos gobiernos, por empresas cazatesoros. La página web es observatoriogaleones.com y en ella se darán a conocer denuncias de malas prácticas que ponen en peligro el patrimonio común que suponen los restos de las naves que hicieron posible la primera globalización.
Ponentes del seminario internacional "El verdadero tesoro de Indias: galeones y arqueología", celebrado en julio en el Museo Arqueológico Nacional. FOTO: MAYA BALANYA
Arqueólogos, historiadores, juristas y divulgadores decidieron en un simposio celebrado en julio en el Museo Arqueológico Nacional, poner en marcha esta iniciativa para señalar los proyectos como el del galeón San José, hundido en 1708 en Cartagena de Indias, que el gobierno Colombiano ha querido realizar con empresas de cazatesoros para vender la mitad de la carga y sin respetar los restos de 600 marinos españoles. Llamado oficialmente «Observatorio del Patrimonio Cultural Subacuático Común y Compartido» comienza denunciando que todo rescate «que prime los resultados económicos sobre la conservación del patrimonio arqueológico no es científica, cultural ni éticamente asumible» y a las empresas que participen se les negará el calificativo de «industria cultural».

El pasado 11 de julio, ABC y Espejo de Navegantes reunieron en el Museo Arqueológico Nacional a especialistas de cinco países: Colombia, México, Portugal, Estados Unidos y España, en un seminario en defensa del galeón San José. Los participantes firmaron un manifiesto que ahora se extiende como iniciativa a todos los que quieran suscribirlo. En la web del observatorio puede dar su apoyo a la iniciativa.

El texto completo al que se dio lectura en el seminario “El verdadero tesoro de Indias: galeones y arqueología” el pasado 11 de julio en el Museo Arqueológico Nacional dice así:


MANIFIESTO PARA LA DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL SUBACUÁTICO COMÚN Y COMPARTIDO
1.- Desde hace algunas décadas, los mares y océanos del planeta ya no son los guardianes invulnerables de nuestra historia sumergida. Vivimos una catástrofe cultural sin precedentes por la destrucción de un registro histórico importantísimo con fines comerciales desde que algunas empresas se han dotado de una tecnología capaz de alcanzar los yacimientos arqueológicos subacuáticos a casi cualquier profundidad para explotarlos.

2.- Organizadas esas empresas en diferentes configuraciones internacionales los académicos y las instituciones científicas denuncian desde hace años operaciones de rescate comercial que han impedido el estudio o la excavación arqueológica, con los más altos estándares, de importantes yacimientos de nuestro pasado común. Defendemos lo que representa el patrimonio. Queremos contribuir a que se escriba la historia a través del patrimonio material de los pecios.

3.- A pesar de iniciativas concretas de mayor o menor impacto, acuerdos o procesos judiciales, los Gobiernos de nuestro hemisferio iberoamericano han demostrado incapacidad al organizar una respuesta coordinada y eficiente a este desafío global y el resultado ha sido que está en marcha una forma de dominación tecnológica del medio marino por la ambición de estas empresas, que además compromete la seguridad y las relaciones amistosas entre Estados, algo que hemos visto ya en casos recientes como la fragata Mercedes o el galeón San José. Constatamos que, desgraciadamente, faltan ejemplos de buenas prácticas.


4.- Creemos que nuestras sociedades, abiertas y democráticas, tienen a mano herramientas que aún no han sido utilizadas para defenderse de estos hechosen apoyo de la legislación internacional y la cooperación científica. Y que las agresiones contra importantes yacimientos de nuestra historia compartida han permitido que emerja una conciencia capaz de movilizar nuevos ámbitos de respuesta. El referente que proporcionan la Unesco y los principios de la inmunidad soberana, junto con el resto del ordenamiento jurídico de protección del Patrimonio Cultural Subacuático, merecen ser tenidos en cuenta con una nueva visión de conjunto, de patrimonio común y compartido que supere las limitaciones de la gestión activada hasta ahora por las naciones afectadas.

5.- Los que apoyamos este observatorio somos científicos escritores, arqueólogos, abogados, ciudadanos de este tiempo con el deseo de que la investigación arqueológica e histórica tenga la posibilidad de poner en manos de la sociedad el conocimiento del pasado común y las claves para nuestra cultura que permanecen en los pocos yacimientos que permanecen inalterados. Queremos aprovechar las oportunidades para crear vínculos que tendrían los proyectos de investigación sobre este delicado patrimonio y la posibilidad de generar un relato sobre nuestra historia común que ayude a superar las limitaciones e incomprensiones hasta ahora presentes en el marco de las historias nacionales.


6.- El desafío que tenemos ante nosotros es global porque la historia que compartimos las naciones que alguna vez formaron parte de los territorio de la Monarquía Hispánica es la de la primera globalización. Ha llegado la hora de ayudar con acciones concretas a la preservación y el estudio activo de un patrimonio que la mera conservación «in situ» ya no puede proteger. Por eso hemos creado este Observatorio del Patrimonio Cultural Subacuático Común y Compartido.

Por todo ello, afirmamos:

1.- Cualquier planteamiento que prime los resultados económicos sobre la conservación del patrimonio arqueológico no es científica, cultural ni éticamente asumible. Sabemos que este principio no ha sido todavía asumido por la totalidad de los países donde descansa patrimonio subacuático de los barcos de la Época Moderna de origen iberoamericano. Las empresas cazatesoros o rescatadoras que proponen una arqueología con fines comerciales no deben considerarse como parte de la industria cultural. La labor de extracción comercial de restos arqueológicos no tiene nada que ver con la arqueología y carece de prioridades científicas. Observamos que mercado y cultura jamás habían llegado a tan profunda contradicción.

2.- El patrimonio subacuático de origen hispánico ha sido el objetivo principal de la industria cazatesoros internacional por la presencia de cargas preciosas en los yacimientos. Proponemos soluciones específicas que le garanticen la misma protección de que disfruta el patrimonio subacuático de diferentes orígenes culturales. Proponemos la creación de una nueva categoría de bienes que con el título de «patrimonio cultural común subacuático hispánico o iberoamericano» permita el estudio, conocimiento, investigación y preservación para el reencuentro de nuestras sociedades, de estos bienes de los que ostentan la titularidad directa en nombre de la humanidad, sobre las bases de la ciencia, la cooperación y la cultura.

3.- Solicitamos la creación de un capítulo específico regional dentro de la cooperación Americana, Asia Pacífico, África y para toda la Unión Europea dentro de su Política Marítima Integrada relativo a la protección del patrimonio cultural subacuático y a la arqueología subacuática.

4.- Solicitamos que los restos arqueológicos extraídos por medio de metodología no científica y, en cualquier caso contradictoria, a los previstos de forma anexa en la Convención de la UNESCO 2001, sean considerados actos de expoliación con los efectos previstos en derecho para los mismos. Que la expoliación cultural de los fondos marinos sea asimilada a la piratería por causar deliberadamente un resultado irreparable, configurando una actividad claramente enemiga de toda la humanidad.

5.- Solicitamos que la comercialización de bienes culturales extraídos del océano sin acreditación de su origen y legalidad sean considerada tráfico ilegal de bienes culturales. Que, asimismo, los mercados públicos se cierren a las empresas que cooperen conscientemente con compañías cazatesoros.

6.- Expresamente respaldamos la toma en consideración del principio de inmunidad soberana de los buques de Estado históricos, priorizando también las contribuciones culturales históricas y artísticas de los países de origen y sus comunidades, siempre que responda a la estrategia de protección de ese patrimonio cultural y que en todo caso se preservará el carácter común de ese patrimonio subacuático de conformidad con los mecanismos de cooperación de derecho internacional en materia de cultura.

7.- Invitamos especialmente a los periodistas e informadores iberoamericanos a que rechacen el lenguaje que proponen las empresas cazatesoros, que supone una importante batalla por la dignidad del patrimonio común. No existen solo tesoros en los yacimientos, hay que poner en primer plano la historia y el contexto de los mismos. Que hablen los arqueólogos: la tecnología, por asombrosa que resulte, no convierte por sí sola un rescate en algo científico. Extendiendo una visión meramente comercial de los yacimientos se llega a favorecer la impunidad del expolio.

8.- Pedimos a los Gobiernos que destinen fondos y medios suficientes para garantizar una respuesta arqueológica al desafío global de la destrucción del registro histórico de las máquinas y bienes que hicieron posible la primera globalización y su importantísimo patrimonio. Creemos que debe preservarse el principio de libre investigación, garantizarse el carácter abierto a la cooperación y a la accesibilidad científica y no discriminatoria de los pecios, siempre bajo la sujeción a los principios anexos de la Convención UNESCO 2001.

9.- Solicitamos que las autoridades responsables de las políticas educativas incorporen en los planes de estudio de la infancia y la juventud los vínculos históricos que el mar representa en la conformación de las sociedades hispánicas e iberoamericanas. Y que las Universidades posibiliten una formación especializada en arqueología subacuática asumiendo el protagonismo que les corresponde en ese ámbito, con un horizonte de cooperación internacional entre instituciones por el que la sociedad civil descubra nuevos caminos a los Gobiernos.

10.- Proponemos que se tomen las decisiones necesarias de cooperación cultural en el ámbito iberoamericano para emprender la excavación conjunta y multinacional de un galeón, primer vehículo de navegación oceánica en al historia. No hay ninguna razón para que se posponga un desafío colectivo como este que ofrezca un ejemplo de cooperación e investigación científica internacional y cierre las posibilidades a los proyectos comerciales en curso en diferentes países.
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30 de septiembre de 2012

Descubren un fresco con motivos navales en el castillo de Jimena (Jaén)

Durante las obras de rehabilitación del Castillo de Jimena en Jaén se ha documentado un fresco que representa una interesante escena naval fechada a finales de la Edad Media. A continuación presentamos un fragmento del estudio histórico realizado por la empresa ARQ13.
La escena se representa en la pared Este de la planta baja de la Torre del Homenaje y se realiza con la técnica del fresco.  Este fresco es polícromo, predominando en él los colores rojo y negro, e incluso ambos mezclados. Hay que decir que se encuentra en muy malas condiciones de conservación, faltándole fragmentos que serán irrecuperables, y que dificultan su interpretación.

Destacan las claras características medievales de la pintura. En primer lugar hay que decir que no tiene proporcionalidad, de ahí la desmesurada diferencia de tamaños que vemos entre el barco y el puerto por ejemplo. En segundo lugar tampoco encontramos perspectiva (algo que para la época en la que se realiza, es algo que se desarrolla en los grandes centros artísticos, pero que en esta zona aún no se ha gestado). La gama de colores es básica, así sólo encontramos el negro, y el rojo como color primario; sin mezclas de ningún tipo ni degradados que consiguen distintas tonalidades. Y por último, el esquematismo presente en todo el dibujo. La escena se organiza en torno a dos polos principales: el barco y el puerto.
Fig.1 Ubicación del fresco en el castillo de Jimena.

Fig. 2: Fotogrametría de la escena naval

El barco es un gran navío que encontramos en la parte derecha y en un primer plano, como protagonista de toda la escena. El barco está situado de lado (viendo nosotros la parte de estribor) y se caracteriza por la horizontalidad: tiene tres plantas y 15 cañones divididos entre las tres plantas (típicos de los galeones españoles del siglo XV-XVI), 3 mástiles el del centro más alto (palo mayor), todos ellos con banderas y velas en colores anaranjados y rojizos. En la popa hay una estructura poligonal de pequeño tamaño a modo de podio con una cristalera que puede ser un farol. El barco está en clara posición defensiva, por tanto está parado en puerto como se puede apreciar por el hecho de que las velas no estén desplegadas.

Justo encima del farol hay una gran bandera roja con una cruz negra que está deteriorada, pero se ve claramente que se corresponde con la Cruz de Jerusalén.

Como podemos ver es una cruz grande central con cuatro cruces griegas, una entre cada brazo de la mayor. Un total de cinco cruces. Se representa “de oro“, amarillo heráldico, sobre fondo “de plata“, blanco o gris heráldico, aunque es frecuente emplear otros esmaltes. Por eso en esta escena lo vemos en colores rojo y negro que son los únicos empleados en todo el dibujo. La Cruz de Jerusalén surgió como escudo de armas del reino de Jerusalén cuando la primera cruzada capturó a Jerusalén y eligió a Godofredo de Bouillon, duque de Lower-Lorraine, como rey de Jerusalén.


Foto 3: Detalle de la bandera del galeón.

Foto 4: Cruz de Jerusalén, o de la Orden
 de los Caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén.

El puerto es una bahía y en él tenemos varias escenas a destacar. La primera de ellas es la más importante y es la gran torre del Homenaje, es una torre cuadrada de grandes dimensiones construida de piedra con un color rojizo (que podemos ver por los restos que aún conserva). A su lado izquierdo encontramos unas construcciones que parecen casas y un sistema defensivo (muralla), aunque esta parte de la escena está muy deteriorada. A su lado derecho tenemos una estructura circular que tiene una polea en su parte superior y, más a la derecha, tenemos una puerta realizada de piedra roja también y con una campana en la parte superior. En la puerta tenemos una figura humana, que por el sombrero y el arma parece un soldado.

La segunda escena del puerto y que también nos aporta mucha información es la muralla que encontramos más abajo de la Torre del Homenaje. Siguiendo el camino del puerto (con forma de bahía) tenemos otra figura humana con otra figura a su lado, que por las dimensiones parece un caballo. Y justo después está la muralla, ésta tiene una torre a la que se le une una torre albarrana que se sitúa a pie de mar. Ambas torres y la muralla parecen están realizados en el mismo material que el resto de construcciones, es decir, de piedras de color rojo. El puerto es claramente defensivo, con todas sus estructuras preparadas para tal fin y con la presencia de soldados.

Interpretación e hipótesis:
La escena pensamos que es una representación de finales del siglo XV o principios del XVI. Encontramos en ella un galeón español característico de los siglos XV-XVI, además la cruz de Jerusalén representativa del cristianismo, con lo cual concuerda con la época en la que Castilla defiende sus costas de las incursiones musulmanas y de piratas turcos. Por otra parte, el soldado tiene un arcabuz en sus manos, un arma que surge en el siglo XV y se utiliza de ahí en adelante hasta el siglo XVIII.


Foto 5: Detalle del soldado.


Foto 6: Fotografía de la escena naval.

El porqué de la situación de una escena naval en un Castillo en plena Sierra Mágina tiene su explicación en la propia historia de éste. En el año 1434 el rey Juan II la entregó a la Orden de Calatrava, que constituyó la encomienda de Torres, Canena, Jimena y el heredamiento de Recena. Fue entregada a la Orden de Calatrava a cambio de dar un cierto número de soldados para defender las costas del mediterráneo en poder de Castilla. La escena puede estar representada en la Torre del Homenaje para ensalzar la posición de los Calatravos como soldados que ayudan a la Corona de Castilla a favor del cristianismo o, también, para recordar el porqué les fue dadas esas posesiones, entre las que se incluye el Castillo de Jimena.

En cuanto al puerto, como hipótesis podemos apuntar que podría tratarse del puerto de Almería, dado que el puerto de Almería es el más cercano para aquellos soldados calatravos que, desde sus posesiones en Sierra Mágina, prestaban sus servicios a Castilla.

Las características que nos llevan directamente a esta hipótesis son, en primer lugar, que el puerto de Almería es una bahía, y en este fresco también lo es. En segundo lugar, que tras las campañas cristianas de 1488 y 1489, el territorio almeriense pasó a la soberanía castellana. A lo largo de esta época, a parte del peligro musulmán, la bahía de Almería sufrió constantes ataques de piratas turcos, lo que repercutió negativamente en el tráfico marítimo dada la inseguridad en la navegación por estas costas, ello motivó el levantamiento de torres de vigilancia (como la torre albarrana que comentábamos anteriormente) además de la necesidad de tener soldados y barcos preparados para cualquier ataque.


(Fuente: ARQ 13