google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: poblado ibérico
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15 de enero de 2019

Una expropiación dejará al descubierto un gran poblado ibérico en Bañeras del Penedés (Tarragona)

Una vez que se resuelva el conflicto la intención es que se puedan iniciar las tareas de excavación en el yacimiento después que el pasado 31 de diciembre venciera el plazo para llegar a un acuerdo sin que se haya encontrado con los dos legítimos propietarios de las tierra
Los terrenos de Bañeras del Penedés que esconden un poblado ibérico de gran importancia.
El inicio del 2019 será también el comienzo de las acciones legales que el Ayuntamiento de Bañeras del Penedés (Tarragona) emprenderá para iniciar la expropiación forzosa de los terrenos que albergan los restos de un gran poblado ibérico en esta población. Según explica el alcalde de la localidad, Amadeu Benach, el Consistorio se ve obligado a optar por esta medida después que el pasado 31 de diciembre venciera el plazo para llegar a un acuerdo sin que se haya encontrado con los dos legítimos propietarios de las tierras.

El principal escollo es el desacuerdo entre los dos hermanos que ostentan la titularidad de las tierras para negociar la cesión municipal. Uno de ellos, según el edil de la localidad, “quiere renegociar los términos del acuerdo de cesión, cuando el acuerdo ya estaba cerrado después de mucho tiempo negociando”. El máximo responsable del gobierno local apunta que el Consistorio siempre ha mantenido el mismo importe y que tiene fondos para costearlo. Añade que el acuerdo con los propietarios se basaba en la adquisición de sólo una parte de todos los terrenos, gracias a una segregación autorizada por la Generalitat, con el objetivo de excluir de la compra final parte de los terrenos de una extensión de 10.000 metros cuadrados. De este modo, el Consistorio tenía previsto adquirir los 27.000 metros cuadrados restantes de la zona por un importe de 80.000 euros, según confirma el alcalde.

“Hasta el último momento hemos tenido la esperanza de poder resolver está situación por otro camino”, apuntaba Benach que prefiere no revelar quienes son los propietarios para preservar su anonimato. El 31 de diciembre finalizaba el plazo de tiempo que el Ayuntamiento había puesto sobre la mesa para cerrar el acuerdo, mientras añadía que las negociaciones con los propietarios de los terrenos “han implicado hasta tres ayuntamientos distintos para intentar llegar a un acuerdo”.

Ante esta situación, el Consistorio local está dispuesto a iniciar proceso para expropiar los terrenos, una gestión que debe comenzar con el trámite de solicitud de los permisos correspondientes a la Generalitat de Catalunya. Según el responsable del gobierno municipal, el próximo 18 de enero está previsto un encuentro con responsables de la Generalitat para iniciar los trámites que concluirán con del proceso tasación conjunta de los terrenos en los que se ubica el poblado, un protocolo de trabajo que, según Benach, puede alargarse “durante 11 o 12 meses”.

El alcalde de Banyeres reitera que la voluntad municipal siempre ha sido la de resolver el conflicto “de la manera más civilizada posible”. Avanza que el próximo martes se ha programado una reunión del Consistorio con los representantes legales de los dos propietarios de los terrenos. “Siempre esperamos poder llegar a un acuerdo que pueda facilitar los trámites por ambas partes”, añade.


LA ZONA ESPERA SU MOMENTO PARA DIGNIFICARSE
Para poder iniciar las actuaciones de expropiación, el Consistorio de Banyeres se apoya en el hecho de que el poblado íbero conocido como Les Masies de Sant Miquel fue catalogado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) y se incluye en el catálogo del Patrimoni Cultural Català. Esto supone que la Generalitat tiene la responsabilidad de proteger la zona, ya sea de titularidad pública o privada.

“Se sabe desde hace más de 30 años que estos terrenos albergan una zona de gran interés histórico y creemos que no debemos tardar más para poder mostrar la importancia de estos restos”, apunta Amadeu Benach, que destaca que el poblado íbero supondrá “una aportación cultural y turística para el territorio”.

Asimismo, el edil pone de manifiesto que prolongar el período de conversaciones sin llegar a un acuerdo equivale a aumentar el riesgo de que “se pierdan ayudas y subvenciones que pueden ser muy importantes, como la aportación del 1% Cultural destinada a Patrimonio Histórico o los Fondos FEDER”.

(Fuente: La Vanguardia)

25 de febrero de 2016

Inician trabajos de limpieza previos a la excavación del poblado ibérico de Vinaróz (Castellón)

En campañas anteriores se ha excavado el sistema defensivo exterior de la fortificación y ahora falta el interior, donde los pobladores residían, lo que permitirá conocer la forma de vida de las personas que habitaban el poblado en el S. VI a.C..
Trabajos en el poblado del Puig de Vinzroz durante la campaña de 2014. FOTO: CASTELLÓN CONFIDENCIAL.
Vinaróz sigue con paso firme para poner en valor su poblado ibérico. Los operarios del taller de la ermita, enmarcado en el plan de empleo conjunto de las administraciones públicas, iniciaron ayer los trabajos de limpieza de la parte alta de este yacimiento del Puig, bajo la supervisión del departamento de Arqueología de la Diputación de Castellón.

El fin de estas labores es dejar la zona preparada para la próxima campaña de excavación, prevista para el verano. El concejal de Medio Ambiente, Jordi Moliner, explicó que las actuaciones ahora en marcha consisten en quitar la tierra de la parte alta, donde antes estaba ubicada la cruz y señaló que ésta será aprovechada para adecentar el camino que envuelve el conjunto de los restos.

“El objetivo es que cuando en estío se inicie la nueva campaña de recuperación del emplazamiento, las actuaciones previas ya esté finalizadas y que los participantes realicen durante sus jornadas en la localidad la labor de arqueología pura y dura”, la que es más agradecida, señaló.

El poblado ibérico del Puig de la Misericordia se corresponde con el siglo VI a.C. Se trata de una estructura que, según los arqueólogos, tan solo podía haber sido realizada por la aristocracia de ese momento, que se basaba principalmente en cuestiones militares y guerreras, como demuestran los hallazgos encontrados hasta la fecha.

POR DESCUBRIR
De momento, se ha excavado el sistema defensivo exterior de la fortificación y ahora falta el interior, donde los pobladores residían. Se trata quizá de la parte más interesante porque permitirá conocer la forma de vida de las personas que habitaban el poblado. De esta ardua labor se encargarán jóvenes arqueólogos en los próximos meses.

(Fuente: El Periódico Mediterráneo / Javier Flores)

28 de enero de 2015

Descubren un gran foso defensivo ibérico en El Vilar de Valls (Tarragona)

Alumnos en prácticas del grado de Arqueología de la Universidad de Barcelona (UB) han descubierto un gran foso ibérico de más de 2.200 años de antigüedad que defendía la antigua ciudad de El Vilar de Valls, bajo el actual municipio de Valls (Tarragona). El foso tiene una anchura de 14 metros,  5 metros de profundidad, y una longitud superior a los 400 metros.
Estudiantes en el antiguo poblado ibérico de Valls, donde han localizado el foso de más de 2200 años de antigüedad.
FOTO: UNIVERSIDAD DE BARCELONA.
Según ha informado la Universidad de Barcelona, los estudiantes han encontrado los restos de una construcción ibérica durante las prácticas de la asignatura Metodología Arqueológica I, que llevaron a cabo los días 28 y 29 de octubre.

Los directores de la excavación, Jaume Noguera, del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la UB, y Jordi López, del Instituto Catalán de Arqueología Clásica, han explicado que este asentamiento podría haber sido destruido por los romanos durante la Segunda Guerra Púnica (218-202 a. C.), que enfrentó a Roma y Cartago por la hegemonía del Mediterráneo.

En las prácticas del grado, un centenar de estudiantes llevaron a cabo prospecciones a pie, con detectores de metales, fotografías aéreas y prospecciones geofísicas en la zona del Vilar de Valls.

Los resultados de una de las técnicas de prospección, las tomografías eléctricas, que detectan cambios de resistencia en los materiales del subsuelo, reveló alguna anomalía.

SONDEOS
A partir de estos resultados, a finales de diciembre hicieron un sondeo que ha confirmado que se trata de un enorme foso que defendía por el norte la ciudad ibérica del Vilar de Valls.

El foso podría tener una anchura de 14 metros y casi 5 metros de profundidad, y una longitud superior a los 400 metros.

Las prácticas de los alumnos de Arqueología han aprovechado la infraestructura del proyecto de investigación "Guerra y conflicto en el nordeste de la Península Ibérica en época romano-republicana (siglos III-I a. C.)", dirigido por Jaume Noguera, y financiado por la Fundación Privada Mutua Catalana y el Departamento de Cultura de la Generalitat, con el apoyo del Ayuntamiento de Valls.

"Este proyecto plantea como uno de sus objetivos la prospección sistemática de la zona, ya que los indicios recuperados hasta ahora, monedas cartaginesas y proyectiles de plomo, indican la presencia de contingentes militares punicocartagineses en el marco de la Segunda Guerra Púnica en la Península Ibérica", ha explicado Jaume Noguera.

Según los historiadores, durante aquella guerra, las comarcas meridionales de la actual Cataluña constituyeron uno de los espacios de operaciones más importantes del conflicto.

EN EL MARCO DE LA II GUERRA PÚNICA
El general cartaginés Aníbal Barca había atravesado los Pirineos y los Alpes con un potente ejército y amenazaba Roma, mientras los cartagineses se afanaban para consolidar su dominio en el corredor mediterráneo y poder garantizar una vía de suministro a sus tropas.

Pero Roma cortó esta posibilidad en su contraataque, en el que alcanzó diferentes victorias contra los cartagineses. Finalmente, los romanos asaltaron y capturaron Cartago Nova el año 209 a. C., la principal base cartaginesa en la Península.

Según Noguera, la presencia cartaginesa en la zona de la actual Tarragona y la destrucción violenta del asiento del Vilar de Valls podrían estar relacionados con una de estas batallas descritas en las fuentes antiguas.

Así, tras el desembarco del general romano Gneo Cornelio Escipión, tío del Africano, en Empúries en el verano del 218 a.C., las tropas romanas derrotaron a un contingente de 11.000 cartagineses dejados en la retaguardia por Aníbal Barca, cerca de una población llamada Kissa o Cissis. "Tras la batalla, los legionarios romanos asaltaron y destruyeron el campamento cartaginés y la población ibérica, quizás la que hay situada bajo la actual ciudad de Valls", ha augurado Jaume Noguera.

El proyecto prevé continuar las prospecciones geofísicas con el objetivo de delimitar la antigua ciudad, que podría abarcar entre seis y ocho hectáreas, y seleccionar una zona donde se puedan iniciar las excavaciones arqueológicas.

(Fuente: La Vanguardia / EFE )

12 de enero de 2015

El "guerrero de Turbil" regresa al yacimiento ibérico de Beire (Navarra)

Se trata de una réplica exacta del original encontrado en 2010 que representa la efigie de un guerrero armado con un disco-coraza protector sobre el pecho. Es la estatua humana de tipología ibérica más grande encontrada en la península, fiel réplica del original mide 3,17 m y pesa 1.270 kilos.
El consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales del Gobierno foral, Juan Luis Sánchez de Muniáin, ha asistido al acto de colocación de la escultura, acompañado por el alcalde de Beire, Sergio Fresán Oroz, la directora general de Cultura, Ana Zabalegui, y representantes del Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra.
La Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra ha colocado en el poblado de Turbil, a poco menos de 3 kilómetros de Beire, una réplica exacta de la estela del guerrero de la Edad del Hierro, la más antigua manifestación de escultura de bulto redondo conocida hasta la fecha en Navarra, de más de 2.200 años de antigüedad.

La estatua-estela mide 3,17 m y pesa 1.270 kilos. Los restos recuperados alcanzan los 2,55 metros de longitud y los 870 kilos de peso, pero falta otro trozo, la parte inferior de la estela, que todavía no se ha encontrado.

Representa la efigie de un guerrero armado con un disco-coraza protector sobre el pecho, que porta suspendido de los hombros mediante dos correas. Sus rasgos faciales se hallaron muy alterados, si bien se reconoce el cuello, el pelo, los ojos y las orejas. El cuerpo es un bloque sin detalles anatómicos. Se ha calificado como estela de tipo ibérico, ya que resulta similar a otras descubiertas en el levante peninsular, propias de la cultura ibera.

La pieza es una reproducción fidedigna del original en dimensiones, iconografía, labra de la piedra y materia prima (arenisca local), que ha sido realizada por Cantería Jaurrieta, de Olite. La original permanece en la actualidad en los Fondos de Arqueología del Gobierno de Navarra, ha informado el Ejecutivo en una nota.

PARTIDA EN DOS DE MANERA INTENCIONADA
Este excepcional hallazgo apareció partido en dos. La parte de la cabeza fue descubierta en las inmediaciones del castro de Turbil, en 2010, por el vecino de Olite, Julián Algarra. Posteriormente, el arqueólogo especialista en castros de la Edad del Hierro, Javier Armendáriz, encontró la parte inferior de la estatua a siete metros del lugar en el que fue hallada la cabeza.


Los entendidos afirman que el hecho de que la gran estatua-estela estuviera partida no se debe al paso del tiempo o a la acción de agentes atmosféricos, sino a una destrucción intencionada, obra probablemente de atacantes del poblado, posiblemente realizada por los romanos a principios del siglo II a. C. con la primera romanización de la zona.

LA ESTATUA HUMANA IBÉRICA MÁS GRANDE DE LA PENÍNSULA
Según confirmó Armendáriz en un artículo publicado en la revista Trabajos de Arqueología de Navarra (nº 24, 2012), también puede considerarse la estatua humana de tipología ibérica más grande de la Península, dado que la pieza completa llegaría a los tres metros de longitud. Según sostiene el arqueólogo, no se ha encontrado nada parecido al norte del Ebro.

Esta estatua-estela de Turbil es una clara manifestación de que la influencia del mundo ibérico alcanzó a la mitad sur de Navarra, confirmada por el hallazgo de muestras de cerámica celtibérica en el castro.

SÍMBOLO PROTECTOR EN UN SANTUARIO
Esta singular pieza fue colocada fuera del castro de Turbil, en un lugar bien visible. Su función original permanece en el terreno de la hipótesis, pero es probable que se tratara de un símbolo protector e identificativo de la comunidad que la erigió.

También se cree que el lugar donde se encontró pudo ser un lugar sagrado, un santuario o un lugar de reunión importante para los habitantes del castro de Turbil, ya que muy cerca pueden verse varios túmulos de piedra que pudieron estar relacionados con el santuario. Además, 18 metros al este del lugar donde apareció la estela hay una exedra, de planta circular, con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva, excavada artificialmente de 30 metros de diámetro y entre 3 y 5 metros de profundidad. Está orientada hacia el este, hacia la salida del sol, formando una especie de anfiteatro que cuelga sobre el borde del cerro, lo que vendría a confirmar la tesis del santuario.

22 de julio de 2013

Las excavaciones confirman que el poblado del Cabezo de Mariola estuvo habitado entre los siglos IV y I aC

Los resultados preliminares corroboran la existencia de este enclave fortificado que, al parecer, estuvo habitado desde el siglo IX al I a.C.
Los arqueólogos y estudiantes de la UA trabajando 
en la excavación del Cabeçó de Mariola.
Foto: Información
Una excavación realizada por arqueólogos y estudiantes de la Universidad de Alicante (UA) y el Museo Arqueológico de Alcoy confirma la existencia un antiguo poblado en la cima del Cabeçó de Mariola, entre los términos de Alfafara y Bocairent (entre las provincias de Alicante y Valencia).

Los directores de estos trabajos arqueológicos, Ignasi Grau y Josep Maria Segura, han avanzado que los resultados preliminares corroboran la existencia de este enclave fortificado que, al parecer, estuvo habitado desde el siglo IX al I antes de Cristo.

Un equipo formado por expertos y estudiantes de la UA ha estado trabajando durante tres semanas en el yacimiento del Cabeçó de Mariola para investigar sobre el asentamiento ibero-romano. Esta primera intervención arqueológica en este enclave del parque natural ya ha dado sus primeros frutos puesto que los directores han avanzado los resultados preliminares, en los que se confirma «la existencia de un poblado fortificado en la cima del Cabeçó, de larga duración, que se inició a finales de la Edad de Bronce (siglo IX antes de Cristo), y que perduró durante toda la época ibérica, hasta el siglo I antes de Cristo», apuntan fuentes municipales.

Excavación en la parte oriental de la muralla
Buena parte de los trabajos de esta primera campaña se han centrado en la fase que muestra los restos mejor conservados, que pertenecían al tiempo entre la última ocupación ibérica y el inicio de la dominación romana (siglos II-I antes de Cristo), según la información facilitada por Grau y Segura. En concreto, los expertos han excavado un sector de muralla en el extremo oriental del poblado y cinco departamentos adosados a la fortificación.

Paco Agulló, edil de Cultura y de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Alcoy ha indicado que «sin duda es una gran noticia para el patrimonio histórico de nuestras comarcas el hecho de que museo y universidad colaboren para llevar a cabo una excavación que contribuirá a ampliar información y el conocimiento sobre nuestra historia». «Esperemos -añade- que en los próximos años continúen las campañas para ampliar todavía más el estudio de esta zona y así poder disponer de más datos sobre nuestro pasado».

(Fuente: Información / M. Vicedo)

12 de junio de 2013

Importantes descubrimientos en el yacimiento íbero de Vilars de Arbeca (Lérida)

En un mes, la campaña ha puesto a cuerpo descubierto una fíbula y un brazalete de bronce, fragmentos grandes de madera de unos 2.300 años de antigüedad, cerámica y huesos de animales.
El poblado íbero de Vilars de Arbeca  datado entre
los siglos VIII y IV a.C. era una fortaleza inexpugnable.
Foto: Amics de Vilars
Los investigadores han encontrado en un mes una fíbula y un brazalete de bronce, fragmentos grandes de madera de unos 2.300 años de antigüedad, cerámica y huesos de animales, ha señalado este lunes la Universidad de Lleida (UdL) en un comunicado, y ha destacado que los restos aportarán mucha información sobre la fase de abandono del poblado.

La excavación se centra en el pozo-cisterna ubicado en el centro de yacimiento y construido a inicios del siglo IV antes de Cristo, y el director del Grupo de Investigación Prehistórica (GIP) y catedrático de arqueología de la UdL, Emili Junyent, cree que el yacimiento constituye "un irrepetible archivo sobre la fase ibérica plena".

El abandono del poblado es el periodo peor conocido, puesto que los trabajos agrícolas han destruido sus restos, y tampoco se han hecho muchos hallazgos en el interior de las casas porque "la fortaleza fue desalojada sin sufrir".

El pozo de la fortaleza es una fuente de vasijas de cerámicas, desde vajilla fina hasta grandes contenedores—; materiales metálicos, como herramientas agrícolas de hierro y fíbulas de bronce, así como objetos diversos, incluyendo molinos, materiales constructivos y macro-fauna —huesos de oveja, cabra, cerdo, buey, caballo, perro y ciervo—.

Conservación de restos

El pozo, de siete metros de profundidad, sirvió de vertedero en la etapa final del poblado. Junyent ha explicado que la presencia de agua ha favorecido la conservación de restos orgánicos "que han sido sumergidas en condiciones estables". El estudio de la madera y los carbones determinará qué tipo de especies vegetales había en el entorno del poblado. En cambio, el agua perjudica los objetos de bronce "porque el metal aparece fuertemente mineralizado", ha afirmado el catedrático.
Una de las fíbulas de bronce encontradas durante la excavación.
Foto: UDL

En cuanto a los huesos y cuernos de animales, también dan pistas de la alimentación de los íberos. "El ciervo no era una especie abundante y los cuernos tirados a la basura podrían asociarse a un consumo de la carne de un animal escaso y parcialmente lujoso", según los miembros del GIP. Pero más allá de las pautas alimentarias, los estudios arqueofaunísticos también abren la puerta a las prácticas rituales. En la sociedad ilergeta, cada animal podría llevar implícito un determinado simbolismo relacionado con ritos de protección del hogar, la cosecha o la familia.

El estudio de la madera y los carbones determinará qué tipo de especies vegetales había en el entorno del poblado.

160.000 euros

El GIP dispone este año de 160.000 euros para la excavación a Los Vilars, por las las subvenciones del Estado, la Generalitat, la Diputación de Lleida y el Ayuntamiento de Arbeca, ha precisado la UdL.

Los trabajos, que continuarán hasta el próximo agosto, cuentan con la colaboración de expertos del departamento de Medio ambiente y Ciencias del Suelo de la UdL y el Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas de la Universitat de Barcelona (UB).

8 de noviembre de 2012

Los cráneos perforados hallados en el yacimiento íbero de Ullastret datan del S. III a.C.

Los dos cráneos perforados con clavos, que se han descubierto junto a cinco más, se exhibían como trofeos de guerra en una de las calles principales de la antigua ciudad íbera. Ahora los arqueólogos aspiran a reconstruir sus rostros con tecnología 3-D.Los arqueólogos datan en el siglo III aC los dos cráneos enclavados que se han descubierto en el yacimiento de Ullastret (Baix Empordà -Gerona-) y esperan poder reconstruir su rostro con tecnología 3D. Se cree que los restos correspondían a dos hombres de entre 20 y 40 años, que eran enemigos de los antiguos íberos que habitaban en el Puig de Sant Andreu.
Los dos cráneos enclavados aparecidos en el yacimiento gerundés de Ullastret.
Foto: La Vanguardia
Los dos cráneos perforados con clavos, que se han descubierto junto a cinco más, se exhibían como trofeos de guerra en una de las calles principales de la antigua ciudad. El director del MAC-Ullastret, Gabriel de Pardo, destaca que es un hallazgo "excepcional" en Europa. Hasta ahora todo el continente sólo se han encontrado cinco más, de los cuales dos de ellos en este yacimiento del Baix Empordà.

Los dos cráneos perforados se han encontrado durante la última campaña de excavaciones realizada este verano en el yacimiento del Puig de Sant Andreu. En esta ocasión, los arqueólogos excavaron el lado este del antiguo poblado, la única vertiente de la colina donde todavía no se ha documentado la muralla que cerraba las casas.

Hallazgos excepcionales en Europa
No obstante, a la hora de excavar los arqueólogos no iban a ciegas. Y es que en el año 2006, en este lugar, se hizo una prospección geofísica -como una especie de radiografía- que permitió ver los restos de construcciones que se escondían en el subsuelo. Sin embargo, como ha concretado el director del MAC-Ullastret, el hallazgo de los cráneos ha sido "del todo inesperado", porque este sistema no permite detectarlos.

Los arqueólogos los encontraron mientras excavaban un área de aproximadamente nueve metros cuadrados, donde esperaban encontrar una de las calles principales del yacimiento. Además de confirmar sus hipótesis, sobre el pavimento de pequeños guijarros que formaban la calle, los arqueólogos encontraron restos humanos.

Se trata de siete cráneos, de los cuales sólo dos -los que han aparecido perforados por un clavo- estaban enteros. Según concreta Gabriel de Pardo, los dos cráneos datan del siglo III aC y se cree que pertenecían a iberos de entre 20 y 40 años. El director del MAC-Ullastret precisa que, muy probablemente, eran enemigos de los habitantes del poblado muertos en combate, y de los que se expuso la cabeza en público como trofeo de guerra.

Íberos contra íberos
"Esto demuestra que los iberos de aquí estaban influenciados por la práctica celta de las cabezas cortadas ", indica de Pardo. Aunque fueran enemigos del poblado de Ullastret, el director del museo también cuenta que con toda seguridad los muertos eran íberos, y no hombres de otra civilización. "En aquella época, más que guerras, lo que solía haber estaban batallas de supervivencia y razzias entre poblados vecinos", concreta.

El descubrimiento de estos dos cráneos hace que Ullastret se convierta en un yacimiento único en Europa. Y es que, hasta ahora, sólo se habían localizado cinco cráneos enclavados enteros en todo el continente. Y de éstos, dos de ellos -que estaban perforados por una espada- se desenterraron en 1969 en este mismo yacimiento. En cuanto a los tres restantes, uno de ellos también se encontró en Catalunya (en concreto al poblado de Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet). Los otros dos, en Francia y Alemania.

Hasta ahora, las diferentes campañas de excavaciones que se han hecho en el yacimiento ibérico de Ullastret han permitido desenterrar entre 40 y 50 cráneos (entre los cuales, los cuatro perforados). Sin embargo, casi nunca se ha encontrado el resto del cuerpo (excepto casos puntuales de individuos del siglo II aC lanzados dentro de silos). Esto se debe al hecho, como concreta de Pardo, que la práctica habitual de los íberos era la incineración. Por eso, más allá de los cráneos que se exponían en público, "no hay restos que nos permitan saber cómo era la constitución de los hombres y mujeres de la época", indica el director del MAC-Ullastret.

Aparte de los dos cráneos perforados , los arqueólogos también estudiarán ahora los restos de los otros cinco cráneos. Gabriel de Pardo también indica que, de hecho, no todos los cráneos que se exponían en público se perforaban. Sólo los de los enemigos. Aunque falta estudiar si esto también se daba en Ullastret, algunos íberos exponían las cabezas de ancestros y caudillos en plena calle para mostrar el poder de la comunidad.

(Fuente: La Vanguardia )

29 de octubre de 2012

Localizan en Valencia el poblado íbero de Carmoxen

En la última fase de excavaciones se han localizado tres ánforas, probablemente fenicias, de los siglos IV y V a. de C. Junto con su cementerio (necrópolis) inmediato, en el Corral de Saus, el yacimiento de Moixent constituye uno de los conjuntos más completos y espectaculares del mundo ibérico.
El Dr. Aparicio Pérez con parte de su equipo examinan una de las piezas
halladas en la excavación. Foto: 
Las excavaciones arqueológicas que el Servicio de Arqueología de la Diputación Provincial de Valencia (SEAV) está realizando en la ciudad ibérica de Carmoxen, situada en término municipal de Moixent (Valencia), están dando sus frutos e iniciada la campaña de 2012, se han encontrado las primeras muestras de su trama urbana.

La ciudad, que se extiende por la ladera meridional de la Sierra de Engue elra en el Valle del Cáñoles, paraje conocido como Garmoixent o Gramogente en la actualidad, en la partida de La Solana, ocupa una superficie superior a los cien mil metros cuadrados. Junto con su cementerio (necrópolis) inmediato, en el Corral de Saus, constituye uno de los conjuntos más completos y espectaculares del mundo ibérico.

Situada en la cabecera del Río Cáñoles, valle que se extiende de oeste a este desde Albacete hasta la Ribera Alta, el paso más idóneo desde el Mediterráneo al centro peninsular y a Andalucía, de ahí que por aquí se trazara la Vía Augusta, forma conjunto con otras dos ciudades inmediatas, la Mola Torró o Sto. Domingo y el Frare. Cerca, la Bastida de les Alcusses, durante los siglos V y VI antes de Cristo, visible desde el Castellaret, compartió tiempo y debió mantener relaciones.

Paraje conocido desde principios de siglo
Desde principios de siglo es conocido este paraje por haberse encontrado en él uno de los más famosos tesoros de plata de época bárquida y, desde principios de los años setenta por las esculturas en piedra de época orientalizante, siglos VI y V antes de Cristo, que realizó la dirección del SEAV de la Diputación Provincial.

En esta necrópolis se enterraron los más pudientes habitantes del Castellaret, de ahí el interés de la Diputación Provincial por adquirir el poblado y la necrópolis por ser uno de los conjuntos más importantes del mundo ibérico.

El Castellaret ha sufrido graves alteraciones tras dos mil años de abandono y transformación en terrazas de cultivo, por ello las excavaciones ofrecen muchos inconvenientes a la hora de identificar lo que corresponde a hormas de los campos o a muros ibéricos, siendo las excavaciones labor imprescindible para su delimitación.

Su trama urbana, de asentamiento en ladera, debe ofrecer vestigios desde el siglo VI a la Romanización cuanto menos y los trabajos han ido en su busca.

Hasta el momento no había sido posible su localización. La excavación en profundidad y en extensión había permitido recoger ingentes cantidades de cerámica ibérica y de importación griega desde el siglo VI al I antes de Cristo, pero entre tierras probablemente deslizadas por la ladera.

El primer recinto amurallado
En esta campaña se ha encontrado, ya, el primer recinto murado, con tres lienzos de piedra en seco en el primer nivel, uno de los cuales forma medianera con un segundo recinto.

Con más de un metro de alzada el zócalo, el resto se levantaba hasta la techumbre con adobes, con restos claros de los mismos. Se ha datado en el siglo III-II antes de Cristo.

Un tercer nivel contiene una nueva trama urbana, bajo la primera naturalmente, datada provisionalmente en los siglos IV y V. Dos ánforas de adscripción greco-púnicas, más cerámicas ática de figuras rojas y negras nos remiten a los siglos IV y V.

La investigación, ya en curso, permitirá mayores precisiones, para la cual el Dr. Aparicio Pérez cuenta con la colaboración de Clara Zanón Pastor, Miquel Herrero Cortell, Nemesio Jiménez Jiménez, Laura Egido Alcaide y Paola Zincone.