google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

14 de julio de 2017

Aparece un tramo de la muralla romana de Zaragoza en un sótano particular

Se trata de una parte del muro norte que se corresponde al arranque sur de la torre. Mide 4.75 metros lineales de lienzo y alcanza 2,3 metros de altura, que se distribuye en cuatro hiladas. Forma parte del torreón exterior de los siglos III-IV y se encuentra en buen estado de conservación.
Los restos han permanecido sin documentar pese a estar a la vista. FOTO: FABIÁN SIMÓN / ABC
El Ayuntamiento de Zaragoza presentó el jueves los restos de un muro de sillares descubierto en los sótanos del inmueble número 147 del Coso, esquina con la plaza de la Magdalena y cercano a la derribada puerta o arco de Valencia. Forma parte del Torreón Exterior, datado en la segunda mitad del siglo III o comienzos del IV. Sin embargo, el hallazgo más novedoso corresponde al número 151, un sótano que en estos momentos es un local comercial de titularidad particular utilizado como zona de almacén.

Su extensión es prácticamente la de la totalidad de la planta rectangular: 62 metros cuadrados. Se trata de una gran parte del muro norte, y corresponde al arranque sur de la torre: 4.75 metros lineales de lienzo. Cubre 2,3 metros de altura, que se distribuye en cuatro hiladas. Entre las hiladas inferiores de las torres se perciben también tres escalonamientos. Hay varios sillares que muestran abombamiento en buena parte de la cara expuesta.

SIN CATALOGAR
En el sótano del antiguo inmueble del número 153 se ha confirmado la existencia de la parte interior de este hallazgo, de la que se tenía constancia por parte de algunos expertos, pero que estaba sin catalogar ni documentar. Ahora se sabe que ocupa una superficie de construcción de unos 61 metros cuadrados. El estado de conservación de la parte interior de este torreón es bueno también pero ahora mismo necesitará una importante labor de limpieza porque parte está cubierto de algún tabique y estructura accesoria ya que ocupa el almacén de un bar.

En el contexto del Plan Director de Vestigios Romanos de Caesaraugusta que los responsables de Arqueología querían hacer, el Ayuntamiento dio luz verde a un proyecto de investigación para intentar encontrar más vestigios de las murallas romanas de Caesaraugusta. Y en este contexto, fue cuando se encontró la posibilidad de que en estos sótanos tenía que haber algo.

ACCESO INDEPENDIENTE
Ahora, el objetivo es lograr ponerlo a disposición del público para que sea visitable. "Habría que encontrar el modo de lograr un acceso independiente del bar y de la tienda para unir los sótanos por debajo", según ha puesto de manifiesto el consejero municipal de Cultura, Fernando Rivarés, de manera que pueda ser visitado por zaragozanos y turistas porque "es un valor patrimonial muy importante porque es lo que era el límite de la ciudad".

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha visitado este tramo, que suponen un descubrimiento "bien interesante" para "ir cerrando el círculo del conocimiento de la ciudad romana a través de la Muralla". También permite comprobar cómo la Muralla se iba conformando a lo largo de una serie de torreones con una gran puerta como esta.

TORRE SUR
Paco Escudero, experto en la materia, ha explicado que hasta la fecha sólo se contaba con una parte de la puerta y ahora "se ha encontrado una parte de la Torre Sur". Allí se ha encontrado la parte inferior de la torre, pero quizá si se limpiara se encontraría incluso más". "Hasta ahora hay seis alturas de sillares muy bien conservados y tenemos una torre especial porque es de puerta", ha agregado Escudero.

La Zaragoza romana tenía cuatro puertas y hasta el momento se conoce "algo" de dos de ellas, ha dicho Escudero. Sin embargo, esta es la de más altura porque "hasta hace poco lo que teníamos de la puerta de Valencia era una fotografía de 1867, pero no había más, pero esto es estrictamente la jamba de la puerta". Históricamente se sabe poco de este torreón, ha reconocido, pero también ha dejado claro que a partir de ahora se seguirá investigando. Se trata de unos sótanos particulares, por lo que todo lo que se haga desde este momento "siempre sería mediante convenio con ellos".

MUY BUEN ESTADO 
Por su parte, el gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Abadía, ha apuntado que, en una primera inspección realizada, el torreón se encuentra en un estado de seguridad "muy bueno", por lo que no hay que hacer ninguna actuación de apuntalamiento. Desde arqueología quieren hacer acciones para averiguar cuál es el resto y o que puede haber escondido y, en función de esos requerimientos, se tendrá que iniciar un proceso de aseguramiento de edificación para poder avanzar en su estudio.

En cuanto al futuro de la edificación y la muralla, también se actuará en función de lo que digan los servicios de Arqueología. Desde el punto de vista jurídico, a través del Plan General, "articularemos lo necesario para recoger este elemento de nueva aparición y darle la protección jurídica adecuada", ha indicado Abadía.

Begoña Bolea es la propietaria de la tienda en cuyo sótano se ha encontrado la parte más grande. Se ha mostrado "contenta y sorprendida" de todo el interés del Ayuntamiento. "Cuando compré el establecimiento en 2001 ya estaba visible el torreón, pero no sabía el valor ni el interés que tiene", ha explicado.

13 de julio de 2017

La primera motilla en altura podría estar en Cerro Bilanero (Ciudad Real)

Los arqueólogos datan el poblado entre los años 1900 y 2000 antes de Cristo, en el Bronce Medio, contemporáneo de la Motilla del Azuer y señalan que es “bastante más grande de los estudiados hasta la fecha"
Cerámica y punzón, algunos de los restos más relevantes hallados en la motilla del cerro Bilanero. El equipo también utiliza drones para escanear el subsuelo.
El cerro Bilanero de Alhambra podría albergar la primera motilla en altura localizada en La Mancha de hace tres mil quinientos años. Hasta ahora se presuponía que este tipo de poblados de la Edad del Bronce sólo se daban en llano, como la Motilla del Azuer de Daimiel con la que la comparan sus descubridores.

“Hemos hallado un asentamiento mucho más grande que los estudiados hasta la fecha en estos enclaves, las morras. Aquí tenemos una torre central a modo de almacén, anillos de muralla alrededor, con las casas o diferentes edificios en el exterior en los que se produciría la transformación de los alimentos”, explica el arqueólogo Alfonso Monsalve.

“No hemos encontrado pozo con agua, como en el Azuer, quizá eso pueda indicar que no era un recurso tan necesario para que se tuviera que proteger en esta zona, tal vez por la mayor accesibilidad al agua en ese momento en el Campo de Montiel y La Mancha, nos queda mucha investigación”.

Monsalve y su compañera de la Universidad de Granada Alexia Serrano forman parte de un equipo mutidisciplinar en el que también está Gonzalo de Pedro Andrés, de la Universidad de Burgos, que llevan tres años consecutivos excavando en este cerro de Alhambra, a 150 metros de altura.


BASTANTE MÁS GRANDE DE LO ESPERADO
Datan el poblado entre los años 1900 y 2000 antes de Cristo (faltan los resultados del carbono catorce), contemporáneo de la Motilla del Azuer y “bastante más grande de los estudiados hasta la fecha”, aseguran.

En estos años años de excavación creen además haber conseguido establecer una relación entre este tipo de poblados: “Pensamos que eran algo más frecuentes y que estas formas redondeadas de las torres podría obedecer a un patrón cultural común. Es posible que estas motillas pertenezcan a una cultura concreta, con un ente territorial que se regiría por unas leyes o unos patrones comunes”, asegura Monsalve.

Entre los hallazgos destacan restos de cerámicas (en proceso de restauración para que puedan ser expuestas), un diminuto brazal de arquero o adorno, un punzón, restos de marfil y de conchas marinas (comerciaban con pueblos del mar), de animales y cuatro individuos humanos, dos de ellos niños, pero no sus tumbas -en ese periodo los enterramientos humanos se hacían debajo de las casas- y sin signos de violencia.
El mayor compendio de metales de la península

Otro hallazgo importante es “un gran compendio de metales que generalmente se suelen encontrar en las tumbas. Está en una área de unos 250 metros cuadrados y creémos que es una de las colecciones de objetos de metal más importante de la península Ibérica para este época”.

SIN APOYO MUNICIPAL
Y todo eso lo están haciendo a título particular, con sus correspondientes permisos, “y sin ningún tipo de apoyo del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento, que prefiere apoyar el yacimiento romano de Laminium”, recalcan, lo que está convirtiendo en más titánica si cabe su labor.

El trabajo de este equipo, del que saldrán varias tesis doctorales y proyecto de máster que se presentarán próximamente, también han concurrido a financiación de fundaciones, al ‘crowdfunding’, y a la venta de camisetas.

“Estamos pendientes de todas las ayudas que puede haber pero la situación de la arqueología es difícil. Hay muy pocos fondos para un buen número de investigadores y hay que pelear mucho por ellas”, relata. Por ejemplo la campaña arqueológica del Gobierno regional para este año no ha salido, depende de los presupuestos de 2017 que no están aprobados.

Pese a todo, pretenden iniciar una nueva campaña de excavaciones a finales de este año e ir entregando al Museo Provincial los hallazgos más relevantes para que se puedan exponer.

Desde que empezaron han sacado del cerro “entre 15 y 20.000 restos arqueológicos: fauna, industria lítica. Lo cribamos todo y lo interesante lo pasamos a la fase de estudio en el laboratorio”. Según explica ya han entregado a las autoridades competentes en patrimonio 6.000 restos, fundamentalmente cerámica.

EL CLIMA DE HACE 3.500 AÑOS
Su investigación, que incluye escaner del subsuelo también está centrada incluso el clima de la época, para eso cuentan con restos de barro del material con el que se construían las casas. En ellos han localizado paja y restos vegetales, “intentaremos reconstruir el clima de la zona de hace tres mil quinientos años”.

El equipo arqueológico del cerro Bilanero tiene la costumbre de hacer una jornada de puertas abiertas para los vecinos de Alhambra y público en general todos los sábados, durante sus periodos de excavación. El resto del año el yacimiento tiene que estar cerrado y protegido.

12 de julio de 2017

Buscan el campamento militar que dio origen a la ciudad romana de Pollentia (Mallorca)

El descubrimiento de una fosa de un campamento militar confirmaría que la ciudad romana es posterior al 123 a.C. Un centenar de arqueólogos y voluntarios se afana en desvelar los secretos de esta ciudad romana.
Un centenar de arqueólogos y voluntarios trabajan en las excavaciones de Pollentia. FOTO: MAR PÉREZ.
Los investigadores del yacimiento de Pollentia están cada vez más cerca de confirmar la verdadera edad de la ciudad romana. Sospechan que la metrópolis situada en Alcúdia data del 70 a.C. y no del 123 a.C. como recogen las fuentes escritas. Los arqueólogos, que siempre han sospechado de esta discordancia entre las fuentes arqueológicas y las documentales, basan esta hipótesis en el hallazgo de una fosa de un campamento militar"Siempre pensamos que quizás en el primer momento de conquista romana crearon un campamento y que, en generaciones posteriores, se levantó la ciudad que conocemos ahora", detalla el codirector del yacimiento Miquel Àngel Cau.

El inicio de esta excavación y el posterior estudio confirmarán la verdadera edad de la ciudad. Después se decidirá la estrategia de cómo proseguir con los estudios de Pollentia.

Durante las campañas extensivas de 2015 y 2016 se realizó un programa de prospección y oficio de geofísica en el que se encontraron los restos de la fosa del campamento que en estos momentos se está empezando a excavar.

Por otra parte, el equipo que se encuentra en el yacimiento desde el pasado 3 de julio y que estará excavando hasta día 28, se distribuye en diversos puntos de la ciudad: en los foros; en la fortificación tardía y en la necrópolis del sur para encontrar restos de enterramientos y obtener información de cómo vivían. La novedad este año está en la zona norte, donde se encuentra la fosa militar, denominada Campament de'n França.

Más de 90 personas participan estos días en la XIX Edición del Curso de Arqueología Antonio Arribas. El equipo está formado por estudiantes, profesionales, colaboradores y voluntarios de diferentes partes del mundo que vienen a pasar el verano a la ciudad romana de Alcúdia bajo la dirección de Cau, del ICREA y la Universitat de Barcelona, y de Esther Chávez de la Universidad de La Laguna. Desde ArchaeoSpain de Connecticut, de la Universidad de Portland, de Portugal, Francia, Italia y toda España llegan expertos y estudiantes dispuestos a averiguar la verdadera historia y edad de Pollentia.


UNA ESCUELA DE ARQUEOLOGÍA
"Queremos aprovecharnos de vuestro trabajo", exclama el alcalde Alcúdia, Antonio Mir, quien agradeció la ilusión a todos los participantes de este verano. El estudio de Pollentia dentro de la arqueología romana es muy importante: "Este lugar es una escuela. Por aquí han pasado muchas generaciones que trabajan ahora en arqueología romana por España", explica Cau. "Sin el apoyo del Consorcio de Pollentia formado por Ayuntamiento de Alcúdia, el Govern Balear y el Ministerio de Cultura, no serían posibles estas excavaciones", continúa el investigador. Además, este año han contado con apoyo local. "Cualquier tipo de ayuda es buena" prosigue. "El Grupo Garden nos aporta una parte de la comida de los participantes", detalla.

Los responsables de Pollentia reinvindican un museo propio. Una idea que ha evolucionado y que ahora se materializaría en un centro de investigación de la época romana con el fin de dinamizar y mostrar el trabajo que se lleva a cabo en Mallorca. Es un proceso muy lento: "Un proyecto que va por fases, igual que esta excavación. Pero queremos poner la primera piedra en esta legislatura", dice el alcalde.

11 de julio de 2017

Descubren grabados rupestres "excepcionales" en una cueva de Rentería (Guipúzcoa)

Las siluetas de animales se grabaron sobre arcilla hace 14.000 años en la cueva de Aitzbitarte IV y su estado de conservación es «excepcional». Hay una galería en la cavidad que todavía no ha sido explorada.
Imagen de uno de los bisontes grabados con los dedos sobre la arcilla en la cueva de Aitzbitarte IV.
Un equipo de espeleólogos ha descubierto en la cueva de Aitzbitarte IV de Rentería (Guipúzcoa) unas imágenes que los arqueólogos consideran «excepcionales». El hallazgo se produjo en abril. Las quince representaciones que corresponden a bisontes, caballos y cérvidos, a las que hay que sumar dos vulvas, han sido datadas en el Magdaleniense Medio, es decir, hace unos 14.000 años. Algunas de las figuras fueron modeladas sobre las paredes de arcilla, lo que las hace «únicas» en la Península Ibérica.

El espacio donde se han hallado estos dibujos se encuentra entre las cuevas IV y V de Aitzbitarte, en la zona de Landarbaso. Los espeleólogos Javier Busselo, Sergio Laburu y Ainara Rodríguez, del grupo de Félix Ugarte, se adentraron en la cueva para explorar una serie de chimeneas. Trabajan allí desde 2014 en colaboración con el equipo del arqueólogo Diego Garate, prehistoriador del Museo de Arqueología de Vizcaya. «Ellos nos enseñan qué y cómo hay que buscar», reconoce Busselo.

Hace dos años hallaron grabados de hace unos 25.000 años en las cuevas III, IV y V de Aitzbitarte, y los últimos meses han continuado con su labor de búsqueda. El pasado 6 de abril se metieron en la Aitzbitarte IV, donde encontraron las nuevas figuras. Según Garate, algunas han sido modeladas sobre la arcilla con una técnica desconocida hasta ahora en otras cuevas de la Península Ibérica, pero que enlaza con hallazgos realizados en el Pirineo central, en el Ariège francés.


CON LOS DEDOS
Se trata de un bisonte y otro animal por determinar que fueron modelados sobre barro con un buril de sílex. «Con los dedos crearon volumen y planos de relieve diferenciados, resaltando así la perspectiva de las extremidades. La ejecución del bisonte es de una maestría muy poco común», explica.

Los expertos anunciaron que hay una galería que no ha sido explorada aún. En los primeros metros se reconocen la imagen de un bisonte grabado al fondo, otra figura en el techo y, entre ambas, un bisonte con las patas replegadas, también modelado en la arcilla. Garate indicó que están buscando cómo entrar en esa parte de cavidad sin tocar el suelo ni las paredes. En este sentido, no descartan utilizar perchas con cámaras e incluso un dron.

Las representaciones se encuentran en un estado de conservación «excepcional», debido a las «condiciones estables de humedad y temperatura» de la cueva, que las ha mantenido en una especie de «frigorífico» en el que nada ha cambiado en los últimos 14.000 años, explicó Garate.

La Diputación de Guipúzcoa ha procedido al cierre de la cueva y ha notificado el descubrimiento al Gobierno vasco. Aitzbitarte IV pasará a tener la máxima protección por contener arte rupestre.

10 de julio de 2017

Descubren un poblamiento de la Edad del Hierro bajo el castillo medieval de Los Fayos (Zaragoza)

Las excavaciones arqueológicas en el enclave han permitido documentar un asentamiento de hace 2.600 años y estudiar las fortificaciones medievales de época cristiana.
Bajo las estructuras medievales han aparecido evidencias de población en la I Edad del Hierro. 
Las excavaciones realizadas durante los meses de junio y julio han permitido localizar estructuras vinculadas a las fortificaciones medievales y elementos militares como puntas de flecha de arco y ballesta que se ponen en relación con los continuos conflictos bélicos de los reinos de Aragón, Navarra y Castilla en la Edad Media, ya que el Castillo de Los Fayos por su importancia estratégica cambió de manos en numerosas ocasiones en este período.

ESTRUCTURAS MEDIEVALES Y DE LA EDAD DEL HIERRO
Bajo las estructuras medievales se han localizado niveles correspondientes a la I Edad del Hierro con objetos cerámicos elaborados a mano de superficies pulidas destinados al servicio de mesa y grandes vasijas de almacenamiento de alimentos. Estos elementos guardan una gran similitud con los localizados en la mina de hierro de “Plana del Cerro”, la más antigua documentada en la Península Ibérica, excavada en la primera fase de este proyecto.


El enclave se localiza en una estratégica posición de control y dominio visual del camino natural que une el Valle del Ebro con la Meseta Castellana a las faldas del Moncayo. El conjunto histórico patrimonial del Castillo de Los Fayos lo conforman un sistema de fortificaciones de época medieval de los siglos XII-XIV compuestas por una torre cuadrangular, una torre circular de 9 metros de diámetro, una cueva fortificada de tres pisos con entramado de madera protegida por una muralla de piedra y tapial y varios fosos concéntricos de cientos de metros de longitud convirtiéndola en una de las fortificaciones más impresionantes de la región.

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
Las excavaciones se han centrado en la zona más alta de la fortificación en un farallón rocoso de más de 80 metros de altura sobre el río Queiles en su confluencia con el río Val. Los trabajos arqueológicos de campo han consistido en primer lugar en una prospección intensiva para la que se ha utilizado un GPS de precisión y una aeronave no tripulada tipo dron. También se han realizado excavaciones en dos sectores en las inmediaciones de la torre circular que han permitido localizar aproximadamente 2000 elementos arqueológicos, entre los que destacan un notable conjunto de piezas cerámicas de la I Edad del Hierro de unos 2600 años de antigüedad. El registro se ha llevado a cabo combinando las técnicas tradicionales de la disciplina arqueológica con el uso de fotogrametría y modelado 3D.

EQUIPO DE TRABAJO
El proyecto dirigido por Óscar Bonilla Santander de la Universidad de Zaragoza y Begoña Serrano Arnáez de la Universidad de Granada ha sido financiado por el Ayuntamiento de Los Fayos. El equipo técnico lo componen los arqueólogos Carlos Valladares Lafuente, Alicia María Izquierdo y Ángel Santos Horneros, la restauradora Miriam Pérez Aranda y estudiantes universitarios de los Grados de Historia y Arqueología.

7 de julio de 2017

El tesoro romano descubierto en Riotinto "es de un valor incalculable"

El hallazgo realizado esta semana ha supuesto un hito en la arqueología de esta zona minera, explotada desde tiempos inmemoriales y que tuvo un gran esplendor en época romana. El tesoro lo componen entre 50 o 60 monedas del alto imperio romano, todas de oro y plata.
Todas las monedas descubiertas son de oro y plata y estaban en el interior de una bolsa que su dueño nunca llegó a recoger.
Un gran negocio que no llegó a fraguarse. Esta es la historia que está detrás de las monedas encontradas, esta semana, en la mina de Riotinto (Huelva). “La ocultación de estas monedas indica que la persona que las había escondido las dejó allí para luego volver a por ellas, sin embargo, nunca volvió”, relata Luis Iglesias, miembro del equipo de arqueólogos de Riotinto.

MONEDAS DE ORO Y PLATA
El hallazgo está compuesto por unas 50 o 60 monedas que estaban dentro de una bolsita. “Todas las monedas son de oro y de plata lo que suponía una gran cantidad económica para esa época. Hay que recordar que en esa época la moneda de uso común era de bronce, por eso creemos que la cantidad de monedas eran para un gran negocio”, señala Iglesias.

Todos los datos apuntan a que se trata de un tesoro escondido, cuyo dueño nunca pudo volver a recuperar. Al tratarse de una suma muy considerable se entiende que su propietario fue una persona de relevancia dentro de la jerarquía de la ciudad de Urium, la Riotinto romana, que gracias a este hallazgo podemos comprobar que se extendía más al oeste de lo que se pensaba hasta hoy.


MONEDAS DE VALOR INCALCULABLE
Según explica el arqueólogo, estas monedas tienen un gran valor histórico porque informan de la circulación monetaria a finales del alto imperio romano. “La fecha de la ocultación se establecerá teniendo en cuenta la moneda más moderna. Nosotros sacamos todas las monedas en bloque para que no sufrieran daños y las depositamos en el Museo Minero de Riotinto. Cuando las limpien podremos saber con exactitud cuántas hay y la edad de la más moderna. A primera vista, vimos una moneda de la época de Trajano de mediados del Siglo II d.c.", señala.

Esta es la primera vez que se encuentra algo de este valor. “Sí que habíamos encontrado mármol y abundante material arqueológico, pero hasta ahora no habíamos encontrado nada oculto. España junto con Italia y Grecia es uno de los países con más patrimonio arqueológico”, explica Iglesias.

Se trata de un hallazgo de incalculable valor y un hito en la arqueología de esta zona minera, explotada desde tiempos inmemoriales y que tuvo un gran esplendor en época romana. “Encontrar algo de esta relevancia es algo que le ocurre a un arqueólogo una o dos veces en su carrera. Es un hallazgo de gran belleza, que viene a aportar datos a nuestro conocimiento Riotinto, que fue la gran mina del Imperio Romano”, concluye Luis Iglesias.

6 de julio de 2017

Hallado en Riotinto un tesoro de monedas romanas

El hallazgo se produjo el día que se declaró un gran incendio en la zona y está compuesto por un número indeterminado todavía de monedas de plata y un sólido de oro de Constantino I, del siglo IV.
Un grupo de trabajadores de las Minas de Riotinto (Huelva) ha hallado este lunes 3 de julio un tesoro de monedas romanas en el entorno de la actual explotación minera onubense, precisamente el mismo día que se declaró un gran incendio en el mismo término municipal y que, un día después, seguía activo.

El tesoro está compuesto por un número aún indeterminado de monedas de plata y también un sólido de oro de la época de Constantino I en el siglo IV, según ha podido conocer Diario16 de fuentes del yacimiento arqueológico.

Estos restos han sido hallados cerca de la denominada necrópolis de la Dehesa, en el interior del actual yacimiento minero en explotación, enclavado en un lugar cuyas minas han sido explotadas a lo largo de la historia por sucesivas civilizaciones, constituyéndose en la explotación a cielo abierto más antigua de la historia. Entre las civilizaciones que han pasado por este lugar destacan, según los expertos, tartesios y fenicios, aunque el principal desarrollo de extracción del mineral llegó con los romanos, que se asentaron en la zona durante varios siglos. Posteriormente los almohades también la utilizaron con diversos fines, aunque no en su vertiente extractiva.

El tesoro de monedas hallado de forma casual, y cuyos responsables aún no lo han hecho público, está siendo valorado por el equipo arqueológico del actual yacimiento y por los directivos del Museo Minero de Riotinto.

5 de julio de 2017

Espeleólogos de Motril hallan un importante tesoro nazarí en la Costa de Granada

Además de restos humanos, en la colección encontrada hay dos monedas de bronce de los Reyes Católicos, cuarenta perlas naturales de pequeño tamaño, una pieza prismática de base hexagonal de oro decorada de filigrana fina y hasta 22 elementos colgantes decorados en oro.
Monedas de bronce de los Reyes Católicos, perlas y diferentes elementos de oro encontrados en la cavidad. FOTO: GAEM.
Unas 70 piezas arqueológicas, además de restos humanos, que podrían pertenecer a la época nazarí, en concreto a la conquista castellana de la zona, han sido descubiertas por el Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril en una cueva ubicada en la costa de Granada.

Según el presidente del Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril (GAEM), Francisco Gallegos, la zona del yacimiento está en un lugar de difícil acceso dentro de la cavidad.

Debido a las características geomorfológicas y de espeleogénesis de las cavidades, se piensa que debió existir otra entrada de fácil acceso y que hoy en día se encuentra obstruida y desaparecida.

Caso similar, según recuerdan desde el grupo, al yacimiento neolítico de la Sima de Los Intentos, también descubierto por GAEM en los años 80, a la que se acedía a través de pasos verticales hasta una sala donde que terminaba en un gran derrumbe que obstruía lo que debió ser la entrada original.

LOCALIZACIÓN SECRETA

La localización y el lugar exacto de acceso al yacimiento ahora descubierto se mantiene en secreto por razones de protección.

Además de las piezas señaladas, en el yacimiento se han encontrado cerámica y restos óseos humanos que en una primera estimación se pueden datar en la época nazarí, y por las circunstancias que rodean al lugar se podrían situar en una época posterior a la conquista castellana, según Gallegos.

Este hallazgo se ha producido durante una de las muchas exploraciones por las cuevas y grutas que realiza este grupo espeleológico en el sur de Granada, donde hacen en la actualidad mapas topográficos del terreno.

Uno de los descubridores, David Reyes, ha indicado que el descubrimiento fue fortuito porque una vez dentro de la cueva, el grupo compuesto por seis espeleólogos se dio cuenta que "quedaba una incógnita en una de las zonas" y decidieron seguir avanzando en esa dirección.

NOTIFICACIÓN A LAS AUTORIDADES
Lo primero con lo que se toparon fue un grupo de huesos al que no dieron mucha importancia porque pensaban que eran de animales, pero al seguir avanzando y descubriendo más restos óseos pensaron que podrían tratarse del Neolítico.

Reyes ha explicado que una vez fueron conscientes de lo que habían descubierto, decidieron recogerlo para entregárselo a las autoridades competentes, tal y como indica la ley de Patrimonio Histórico de Andalucía. Los restos han sido puestos a disposición del Museo Arqueológico de Granada.

Así, mediante un acto protocolario y en presencia de un arqueólogo de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y del director del museo arqueológico de Granada las piezas halladas quedaron en custodia. Con posteridad se acompañó al mencionado arqueólogo de la Administración y a miembros del GREIM y el SEPRONA de la Guardia Civil, que descendieron a la cavidad y al lugar donde se produjo el hallazgo, con el fin de conocer de primera manos la situación del yacimiento y levantar los pertinentes informes en aras de una posible actuación de urgencia, así como de dar una protección al yacimiento frente a posibles expolios.